Sacar dinero del dinero

Elegir un socialismo cualquiera que este sea, en los actuales momentos y época: humanista, marxista, trokista, leninista, chavista, castrista, sin que sea científico, es elegir la miseria cultural general por la economía globalizada. Alguien dijo por ahí que, si Estados Unidos estornuda al mundo le da gripe.

El espíritu de lucro de los judíos, árabes, españoles, portugueses, chinos, colonias significativas en Venezuela, requieren la rebelión ciudadana para desdeñar esa vida comercial que continua favoreciendo al poderoso industrial financista y afecta al pueblo, al obrero, y al campesino, porque en toda esa cadena, está la afectación del espíritu revolucionario. Así todos, procesamos lo que significa sacar dinero del dinero o de las mercaderías practicando la especulación, eso es, por definición engañar al pueblo.

Parece, escribe Gonzales de Celloringo, en su libro novelas picarescas que, “se ha querido hacer de esta Republica una Republica de mujeres y hombres encantados que viven fuera del orden natural de las cosas”.

Colombia clama por reanudar las ventas diplomáticas con Venezuela. Establecer relaciones con el gobierno colombiano es importar 7000 mil millones de dólares que a ellos les hace falta para su conflicto y el mantenimiento de su ejército para y militar. Quieren sacar dinero del dinero venezolano, para que sea este quien page sus intereses desestabilizadores. Es increíble que esto pueda concretarse por presión de los presidentes latinos, después del encontronazo entre Álvaro Uribe y Hugo Chávez en la cumbre de Rio en México.

Cuando se logre la ausencia del capitalismo en nuestro proceso y en nuestra mentalidad diplomática !Ojala! requerirá un socialismo científico, porque la actividad económica es manipuladora por esencia. Ya hay demasiados productos y la producción de esos productos es fácil, 4 horas de trabajo diario bastarían si la repartición estuviera bien hecha, y todos dedicarían el resto del tiempo a mejorar la cultura fue el planteamiento del gobierno tiempo atrás, sin embargo, los estudios de los “socialismos” pasados y actuales no brindan ningún ejemplo de este tipo de repartición de responsabilidades.

Sucede en todo el mundo que, los jóvenes y el pueblo en general, venden cualquier cosa en trabajos ocasionales para asegurarse plata para el bolsillo o para obedecer a la política. La política económica socialista o capitalista siempre dejara un porcentaje de sacrificados entre la gente que trabaja y los que no hacen nada.

El marxismo par los problemas económicos en crisis, se ha colocado en una posición difícil, porque anuncia una sociedad altamente productora, económicamente prospera y no renuncia en absoluto a esas metas, y eso, está bien, si fuera una clase de motivación, pero, la realidad es muy diferente ahora y para las próximas décadas. El dólar, así como esta seguirá reinando nos guste o no, aun con el sucre como moneda regional, de no, preguntémosle al euro, de ahí su superioridad sobre el socialismo utópico a la sociedad industrial y despreciando al mismo tiempo el incentivo, la ganancia, o todo lo que se relaciona con el móvil económico que impulsa nuestro sistema financiero, es un despropósito, si lo que se pretende es, equilibrar el sistema, pero ¿Cómo lograrlo sin admitir en teoría el reemplazo del móvil económico por el móvil político, religioso, cultural, que no se los puede modificar y que son en realidad parte del móvil económico?

Por otra parte, la burocracia de Estado, hace el mismo daño que la religión y la cultura capitalista, y se la tolera como irremediable en los procesos revolucionarios así como la corrupción; y no es la manera de hacer funcionar un socialismo, no debería serlo al menos con nuestro proceso, pero, como la burocracia del gobierno implica móviles como: el prestigio, la vanidad y la autoridad, que son en sí mismos extra económicos, pero que se adhieren al proceso y, consecuentemente a la situación económica entonces, es imposible anunciar el final del Estado como lo proyecta Marx y lo supo Lenin.

Es más bien, una adaptación a la oportunidad política como lo hizo Lenin, Mao, Stalin, Trosky, Khrovchtchev, Andropow, Tito, Ortega, y como lo está haciendo Chávez, a su propia burocracia. Lo de Castro es diferente por las condiciones difíciles de más de 50 años de bloqueo. Pero, ninguna de estas contradicciones teóricas, impide en realidad, que el socialismo científico no pueda llegar construyéndolo sobre la base de nuestra realidad del sistema mundial, y con una restructuración del espíritu económico y del sentido de las necesidades económicas a la ve entre los funcionarios ejecutivos y la población, para que se produzca una cultura económica real que pueda ser practicada sacando los trapos sucios al sol.

Esa práctica nos debería encausar al socialismo, nos desnudaría de los hábitos, prejuicios e ilusiones de las costosas fantasías revolucionarias de buscar un socialismo sin dinero, que sería un socialismo no científico. 200 Años después, ese socialismo es imposible.

Aquí lo importante es, colocar al socialismo venezolano en una vigorosa carrera económica en Sudamérica, incluyendo la seguridad social como banco social. Junto a Brasil, son por ahora en el hemisferio las únicas naciones que podrían hacerlo para que, simultáneamente crezca la actividad social en los países y la economía regional, es el pasaje obligado hacia una sociedad industrial-alimentaria-socialista, si lo que se quiere es, incrementar el nivel de vida de más o menos 400 millones de sudamericanos.


rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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