Como consecuencia de la derrota
del imperialismo en América Latina se multiplicaron los procesos revolucionarios
en El Salvador, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, después del
proceso venezolano. Y, el ALBA avanzo con Petrocaribe en América central
y el Caribe fortaleciendo al presidente Chávez.
Debido a la derrota de Washington,
le resulta más difícil lanzarse a una aventura militar en la región,
realiza estupidas intentonas, como en Honduras, en donde la solidaridad
de los latinos agrupados en torno al ALBA y UNASUR, constituye un tremendo
obstáculo adicional.
Ni la cuarta flota, constituida
por marinas de la OTAN, o una combinación de ellas con los norteamericanos
posee la suficiente fuerza política como para ayudar en una agresión
a Venezuela, Nicaragua o Cuba. No, la debilidad es política en Latinoamérica.
Obama fortaleció inicialmente
la alianza con China para tener vía libre en su plan Afganistán, desde
donde espera controlar por dos frentes a Irán con la ayuda de Israel,
y que los chinos se laven las manos con respecto a Corea del Norte,
eso le permitirá desarticular definitivamente a los Taliban y a grupos
de Al Qaeda quienes operan desde la frontera entre Pakistán y Afganistán,
ruta indispensable para el abastecimiento de la OTAN, y quienes infligieron
una gran derrota a la coalición norteamericana-OTAN en estos últimos
7 años.
Respecto al G 20, el tiro de
Obama le salio por la culata con Brasil, Argentina y México; Lula tiene
una gran lealtad con las revoluciones bolivarianas, después de Estados
Unidos es el principal socio comercial en la región. Con México, Calderón
no es nadie ni nada, después de dos años de continuo fracaso por contener
las bandas de narcotraficantes con ayuda y asesoramiento de la DEA,
CIA y NSA para terminar de consolidar el plan Mérida. Argentina, todos
conocen la posición de Cristina, con respecto al respeto de las democracias,
una socia últimamente venida a menos por la perdida en las elecciones
legislativas, lo que ocasiono la renuncia de su marido a la presidencia
del partido. Es una aliada de la causa bolivariana.
Uno de los medios que emplea
la casa blanca para superar la debilidad política es la reorganización
de la alianza imperialista y el darle a otras naciones mayor responsabilidad
en su “protagonismo político”. Usa a México, Colombia y Perú,
para desde allí operar con su endeble política de estado en la región.
La nueva y quebrada OTAN, con
Francia como protagonista y aliada de China podría conducir a una intervención
militar en Irán…no lo creo; últimamente fortalecida por el triunfo
de Ahmadineyad, en donde Israel encabeza el protagonismo en el Medio
Oriente. Así, como las ultimas responsabilidades dadas a Japón quien
junto a Corea del Sur, ejercen presión a Corea del Norte, descartando
la intervención militar en ese lado de Asia. Cada vez es más imposible
un conflicto con la participación directa de EEUU mientras continué
estancado en Afganistán.
Conflictos menores contra los
Taliban y Al Qaeda, no pasan de eso. Debilidad política acentuada por
la crisis, frena cualquier intento militar nuevo y de envergadura en
cualquier parte del mundo. Lo de Irán podría materializarse para sostener
la alicaída moral de sus fuerzas armadas y por el negocio militar representado
en la continua investigación que “fortalece” la seguridad nacional,
y en la venta de armas, tercera pata de la economía estadounidense.
Washington al aliarse con Beijín,
tratan de impedir que Rusia continué su expansión con material militar
en Asia y América Latina. Pretenden que se plieguen a los ensayados
nuevos tratados nucleares de inicio de año, y a los “arreglos”
globales cuyo objetivo es estrangular los movimientos revolucionarios
en todo el mundo vía crisis.
Esta política parece tener
éxito en Medio Oriente, respecto a la revolución Palestina, Siria,
egipcia, Yemen, presión imperialista tendiente a un viraje con China
en África y Asia. Washington aprieta a Rusia con la OTAN y con el escudo
antimisiles, discusiones sobre armamentos utilizando la presión sobre
el perímetro ruso. Los últimos tratados sobre desarme, no tiende a
su limitación sino al desarrollo sobre nuevas armas maquiavélicas.
Los gastos de defensa se incrementaron
en un 44% el año pasado según informes de instituciones sobre la paz,
mientras la OIT proyecta 50 millones más de desempleados para este
año y Obama mantiene su intención de 4 millones de nuevos empleos
con 835 mil millones mas de dólares, de los cuales mas de 370 mil irán
para seguir recuperando la banca. Es decir agudiza la tendencia del
expansionismo imperialista y su sistema capitalista, porque la esencia
de ese sistema depende de la expansión militar para asegurar las materias
primas, con ellas las economías de más del 73% de las naciones del
mundo, y para que el dólar continué sobre el 50% controlando los negocios
mundiales.
El Kremlin y la casa blanca,
nos engañan con meras maniobras destinadas a manipular a los pueblos
del mundo con el desarme. Ambas fuerzas comparten el interés por mantener
el status quo en toda la tierra por los intereses energéticos e históricos,
supuestamente diferentes, pero cuya economía unida por la carrera armamentista
y la hidrocarburifera, les obliga a sostener el engaño, ya con China
aliada abiertamente a los EEUU.
El propio carácter de la globalización
los ha llevado a esa FACE de acercamiento. La situación no es tan desesperada
como para obligar a esos imperialismos a una conflagración. Específicamente
no existen las premisas políticas y sociales claves para un distanciamiento
por ideologías que ya no los separaran. El pueblo norteamericano no
ha sufrido una derrota aplastante, las masas trabajadoras no están
desmoralizadas ni atomizadas, su combatividad es tal, que no harán
causa común con la clase dominante o con el gobierno para irse a la
ruina.
Los que hablan de que el capitalismo
esta en crisis grave, consideran irresponsablemente que, el proletariado
mundial ya ha perdido sus batallas claves antes de luchar y no es así.
Las nuevas revoluciones apenas empiezan. Hay que combatir no solo al
imperialismo norteamericano sino a sus aliados porque tienen los mismos
intereses económicos aplastantes contra la humanidad.