Instituciones que no pueden nacer

Mientras el capitalismo enfrenta el factor despreciable de la crisis, Latinoamérica cobra una nueva conciencia de si misma y los revolucionarios comienzan a descubrir sus países.

Aun cuando este camino al descubrimiento continua siendo indirecto, por los factores económicos y energéticos, a diferencia de las anteriores épocas, en donde las sociedades revolucionarias se encerraron esperando el resultado de las revueltas armadas por algunas décadas, estos nuevos pueblos participan masivamente, abocados a la tarea de modernización, pero sin preocuparse por completo por desterrar las ideas y métodos capitalistas desde las universidades y sindicatos, también desde el gobierno.

Ideas y métodos capitalistas todavía vigentes frenan la creatividad revolucionaria para el cambio. Sin embargo, el resultado de este modelo es el renacimiento de la sociedad venezolana, rica en tradiciones revolucionarias, inspiradas en la intensa necesidad de cambio para abordar los problemas que urgen solucionar.

Se empieza por investigar el pasado, no se requiere mucho tiempo, pues, la experiencia es el mejor resultado para luchar por un cambio de modelo para el futuro. Diferentes aspectos de la posición social y política con la importancia del cambio, derivan en un último análisis dentro del proceso en conjunto.

Así nos damos cuenta que, todavía no nacen instituciones apegadas al pueblo, el poder popular en las estructuras públicas, su práctica se anhela. La estructura piramidal de arriba-abajo, evita que la gente abajo, en los consejo comunales, comunas, tengan otras estructuras que agiliten los tramites. Excesivas trabas no permiten que nazca el calendario.

Calendario publico de proyectos, indispensable para saber en qué estado esta la industrialización y la soberanía alimentaria. Realmente, ¿cuántas viviendas se construyen por año, hidroeléctricas, carreteras, obras de todo tipo? Ese resultado debe ser público, a la vista, en cada uno de los ministerios, gobernaciones, alcaldías, en todo lado. No basta inaugurar una obra en cadena nacional o decirnos sobre Barrio Adentro, millones de consultas, lentes entregados, medicina, etc. Números que después nadie recuerda.

Necesitamos un calendario donde el pueblo sepa en qué estado de avance están las obras, y no hablo de calendario financiero ¿cuales las proyectadas y cuales a punto de inaugurarse y cómo va el funcionamiento y producción de las inauguradas, donde están ubicadas, a cuantos beneficia, etc.? Calendario revolucionario a la vista del pueblo para poder rebatir las campañas de la oposición, incentivar el espíritu revolucionario multiplicándolo, fomentar el conocimiento ideológico. Calendario, renovado cada tres meses a la entrada de cada institución pública. Esa, una verdadera institución de información para el pueblo.

La salud, la educación, son destino común de toda la población ¿Cuántos médicos nos falta? ¿Cuánto hemos mejorado con barrio adentro, donde está el proyecto de la policía nacional o de la nueva educación, en qué estado están las misiones, cuanto se ha reducido el presupuesto y como les está afectando? Todas estas preguntas deben ser conocidas por la población y debatidas públicamente en 30 días a nivel nacional, el tiempo, otro calendario que se impone para la verdadera inclusión del pueblo. No basta realizar una cadena e informar esto es así y asado Sr. Presidente Chávez y funcionarios, no, ya no. Se requiere un cambio de modelo administrativo para empezar con la transición al socialismo, verdadera participación social entre todos.

Tampoco basta que el ministro de educación solicite ayuda de los intelectuales en las universidades ¿Por qué? Porque la intelectualidad esta regada por todo el pueblo, masa que se acopla a las diferentes realidades, estándar estratégico que ha permitido a la masa sobrevivir con creatividad, igual la masa obrera, la investigación debe contribuir al conocimiento ideológico general.

La educación, alumnos y maestros se encuentran divididos igual que la sociedad, mal haríamos en solicitar apoyo al segmento educativo, también están los militares, los ancianos, los discapacitados, los campesinos, todos deben participar de la ideología para construir nuestro socialismo. Para la teoría, nos hace falta más experiencia y concreción de ofrecimientos revolucionarios que nos permita asegurar la transición adecuada.

Ni prematuramente han nacido las escuelas ideológicas. Sobre que teoría se basaran, eso se entiende, pero la teoría de Marx esta lista, básica educación para la izquierda, es la base de cualquier socialismo, con cambios claro, especialmente en los aspectos económicos, la población no ha masificado la educación socialista como política de estado. Los ofrecimientos no pasan de ser pura publicidad.

Sin conocimiento y convencimiento ideológico proyectamos la transición. Así, poco es lo que se puede hacer en el combate al capitalismo, el pueblo lee la captura de 400 vehículos, 20 hatos, para combatir la especulación y entregar tierras a las comunidades organizadas; eso no significa ni un dolor de muela para el capital de esa clase, y la interacción con ese sistema nos esta enfermando. ¿Por qué? Por falta de profundidad ideológica y convicción política.

Viejas prácticas y estructuras públicas afectan negativamente la eficiencia del funcionamiento que se pretende, con el sistema social revolucionario agravado por la inseguridad. Estoy convencido que, amigos y enemigos del proceso estarán de acuerdo que, la industrialización es la clave para superar los problemas del subdesarrollo, incluyendo la eliminación de la pobreza, esta es una empresa a largo plazo.

Transformar un país acostumbrado a depender del petróleo y dependiente de la globalización de los mercados energéticos, con un proletariado poco convencido, con una burguesía formada por los restos de una clase que debe desaparecer y fuerte aun, 10 años después por sus alianzas con la coalición de medios de comunicación a favor del capitalismo, requiere la contraparte revolucionaria, conocimiento socialista, decisión política y tenerlas bien puestas, ya no basta usar pantalones.

El peso inerte del burocratismo, herencia de siglos, dificulta superar los juramentos y las promesas de cambio, amen de los pactos y las alianzas establecidas, se tendrá que preparar el terreno interno para el nacimiento de nuevas instituciones públicas populares o nos estaremos yendo a la mierda. Se requiere nuevos hábitos públicos y culturales desde el gobierno.

¿Quién ganara la carrera? ¿La ganaran las industrias con la nueva mujer y hombre? ¿O la ganara el burocratismo y sus dirigentes? ¿Se establecerá un poder popular desde abajo campesinos, obreros, estudiantes, amas de casa, militares? Todos ellos carentes todavía de reputación revolucionaria. ¿O seguirán vigentes los añejos inconvenientes del oficialismo: Corrupción, ambiciones inescrupulosas, falta de convicción, disciplina y responsabilidad?

Es difícil responder, lo único cierto es que estos males institucionalizados evita el nacimiento de nuevas estructuras.

Los comienzos de un desarrollo socialista requiere la superación de todos estos problemas, de lo contrario la transición continuara en estado embrionario y no terminara de nacer.

Raúl Crespo.
rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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