Mayo Proletario

Tuvimos un Primero de Mayo interesante. Los nuestros se movilizaron desplegando consignas justas y oportunas. Consignas eficaces. Muchas veces las consignas dejan de ser palabras coreadas a un ritmo de marcha, para convertirse en programa de lucha.

Movilizar a la clase trabajadora contra el imperialismo es una necesidad impostergable de la humanidad. El imperialismo es todo lo que atenta contra la sobrevivencia de la especie humana. Aberración de la contemporaneidad o maldición de nuestro tiempo, el imperialismo es ese fenómeno que superpone el interés de las corporaciones transnacionales por encima de la vida de los iraquíes, de los niños palestinos masacrados por el bombardeo, del derecho más elemental a la alimentación de los pueblos, de la independencia de las naciones, de la existencia de gobiernos democráticos soberanos. Todo le vale nada, que no sea su voracidad desenfrenada por acumular capital e imponer su hegemonía.

Que la clase trabajadora se concentre para gritar su solidaridad con la asediada Bolivia es un acto de puro internacionalismo bolivariano. En esa hermana patria se han desatado los demonios derechistas con saña anti indígena, racistas como fascistas que son. Todo por el empeño reaccionario de evitar que la historia avance por el camino de la redención de los humildes.

Por los años sesenta, años de utopías y de esfuerzos épicos por la redención de la humanidad, nació un estereotipo despeinado, antisistema, contestatario. Los esbirros de seguridad de Estado gustaban llamar así a la gente de izquierda. Les decían “cabezas calientes”, ultrosos, ñángaras.

Mucha gente se pregunta eso de ñángara, qué cosa es esa? Ñángara es un loro en peligro de extinción que normalmente habita zonas halógenas haciendo sus nidos dentro de la tierra fangosa. Hay que protegerlos.

Pero ya los ñángaras de este país no somos una minoría, ni mucho menos estamos en peligro de desaparecer como en aquellos oscuros años ochentosos de la decadencia ideológica, la concertación al estilo Blanca Ibáñez y el fin de la historia. Ahora somos mayoría y marchamos fuertes hacia los objetivos estratégicos que nos hemos trazado, junto a un líder fiel y comprometido.

La derecha sigue muy activa. Movilizan unos pocos y la gran pantalla chica se encarga de aparentar muchedumbre, aunque la verdadera muchedumbre anda en otra cosa y está de este lado. Su arrogante oposición al currículo bolivariano les ha llevado a sacar a los muchachos de los pupitres para utilizarlos en la entrega de volantes o rayado de parabrisas. Pero ignoran el contenido de la reforma. Casi por inercia se oponen a todo cuanto venga del gobierno, es un antichavismo furioso que está convencido de sacar al Presidente por la vía que sea.

En esa onda se pronunciaron esta semana los conspiradores empedernidos. El bastardo ideológico habló por ellos. El visceral despechado le secundó. Retan las instituciones y nos retan a nosotros, los ñángaras chavistas. Pues, es posible que nos topemos de frente algún día. Ojalá que no, pero es sabido que las revoluciones si son verdaderas, merecen ser defendidas con toda la energía constructiva de nuestras convicciones.

Semana proletaria ésta que nos convoca a fortificarnos en la trinchera de la ideología revolucionaria. Buen comienzo para conmemorar los 190 años del nacimiento de Carlos Marx. Un hombre del que se ha hablado mucha paja sin conocerlo. ¡Viva el Primero de Mayo y la obra inmortal de Carl Marx!

"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador.

caciquenigale@yahoo.es




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Ildefonso Finol

Economista. Militante chavista. Poeta. Escritor. Ex constituyente. Cronista de Maracaibo

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