Contra el poder

Nuevamente el pueblo tiene la última palabra

Davidjavier18@gmail.com

Davidjavier18@hotmail.com

La fecha establecida para el referendo a la reforma constitucional aceleró las estrategias políticas y comunicacionales para convencer a la mayoría de los venezolanos a votar Sí o NO. Nuevamente el pueblo tiene la última palabra y será aleccionador evaluar su respuesta. Sin embargo, se me antoja adelantar que ganará el Sí, por razones muy obvias, entre las cuales se puede mencionar los beneficios a los trabajadores independientes a través de los artículos 87 y 90. Del primero hablamos de que un taxista pueda tener sus prestaciones, vacaciones y demás beneficios, ello incluye peluqueros, motorizados, pescadores, artesanos, así que nadie va a pelar ese artículo, sea en uno o dos bloques. ¿De dónde saldrán los recursos para esos beneficios?, pues del petróleo. Con relación a la geometría del poder, el artículo 16 comprende un concepto interesante como lo son los territorios marítimos, del que la oposición se burla, pero que a vuelta de pocos años serán herramienta jurídica para el Estado venezolano ante lo que se avecina, más luchas por el dominio de territorios y sus recursos naturales.

Pero el miedo del sector opositor es la reelección indefinida contenida en la reforma al 230, porque el presidente Chávez podría gobernar otro mandato y otro sin restricción jurídica para postularse. Dicha preocupación sugiere que están seguros de no encontrar contendor contra el actual presidente a largo plazo. Y es allí donde empieza la pataleta, obviando que existe la figura del referendo revocatorio y por supuesto, que no basta con ser candidato, sino ganar las elecciones. En vista de que en los últimos 8 años Chavez ha ganado todas las contiendas electorales, es comprensible la desesperación.

A pocos días del referendo, son notorios los laboratorios de supuestas noticias y las campañas de información y desinformación. Es imposible abandonar los medios, cuando existe incertidumbre en algunos sectores. El que calla pierde y el que habla de más también. La incertidumbre creció por un error táctico de la Asamblea Nacional cuando agregó más artículos a la propuesta, por cuanto generó más incertidumbre. El alboroto por el 337 sirvió para la campaña mediática, pero en mi humilde opinión existían herramientas jurídicas para juzgar a los dueños de medios por su accionar en el 2002, lo que pasa es que no hubo voluntad. El que se reforme dicho artículo brinda otros espacios de acción, quizás más rápidos, pero seguimos dependiendo de voluntad, inteligencia y además bolas.

Es curioso que los laboratorios de noticias tengan un efecto tan débil en la opinión pública. El estudiante Goicochea, la actriz Fabiola Colmenares y el Monseñor Porras, son falsas excusas, pues en ninguno de sus argumentos se reconoce que existe un amplio sector a favor de la reforma, que la misma ha sido discutida en otros sectores que ellos no frecuentan por no haber cámaras de TV. Son personajes públicos utilizados por una globalización mediática controlada por pocos y orientada a mentir.

Ganará el Sí, pero la reforma en si misma es otro paso, pues le sigue promulgar las leyes respectivas y aplicar la teoría, donde tenemos muchas deficiencias. Pero con una ventaja, tener una constitución que le permite al pueblo tener siempre la última palabra.

Davidjavier18@gmail.com

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