La Constitución y el avestruz

A estas alturas del desarrollo político y social del país ya se puede hablar de una cultura constitucional del venezolano. ¡Así como suena! Antes del proceso que se inició el año 98, la materia constitucional era coto cerrado de especialistas: los llamados "constitucionalistas", especie de sacerdotes de una ciencia abstrusa, cuyo conocimiento estaba confinado sólo a estudiosos del tema. Pero lo cierto -nadie lo puede negar- es que para entonces la mayoría determinante de los venezolanos nada sabía sobre Constitución. Lo que significa para una sociedad un instrumento que consagre los derechos fundamentales del ciudadano y la estructura y funcionamiento del Estado.

Inclusive, muchos que pasaron por las escuelas de Derecho de nuestras universidades salieron de ellas con apenas una ligera noción. ¿Qué no decir, por consiguiente, de la gente de a pie, para la cual la Constitución era simple abstracción? La referencia siempre fue la frase despectiva, cínica, acerca del "librito amarillo que sirve para todo".

II PERO LA situación cambió. En menos de una década el acceso a la materia constitucional se masificó y forma parte de la cotidianidad del venezolano. El proceso constituyente, y el libro azul de la Constitución del 99 -circularon millones de ejemplares-, se convirtió en expresión popular, contrastante con la praxis de la Cuarta República: cenáculos herméticos y decisiones cupulares. El interés por el tema se expandió y permeó la sociedad.

Llegó a lo más profundo del alma nacional y se abrió paso un ciudadano consciente de sus derechos y deberes. No dudo que el recurso más importante con que contó el proceso revolucionario para defenderse ha sido la socialización del conocimiento de la Constitución. Sirvió para formar una conciencia popular con sentido de poder y facilitó conjurar conspiraciones y golpes, movilizó al pueblo y profundizó logros sociales y económicos. Nada se habría podido hacer si el pueblo no asume su propio destino como lo consagra el texto magno en su articulado.


LABERINTO

Milagros Socorro,
excelente columnista de la oposición, me alude en El Nacional del 30/09/07 al defender a Manuel Rosales. Se hace eco de la versión del gobernador de que las denuncias en su contra son ataques al Zulia. Aduce que sólo trato la inseguridad en ese estado -la mayor del país, así no le agrade-, lo cual es incierto.

A diario denuncio la inseguridad en toda Venezuela, pero lo que pasa es que para Rosales la inseguridad no existe donde él gobierna. Por cierto, lamenté que la colega, defensora de la libertad de expresión, no se acordara de condenar la agresión a Panorama, el emblemático diario zuliano. Simple olvido, sin duda...


La ignorancia
de dirigentes de la oposición como Rosales es alarmante. Al salir de una reunión con embajadores de la Unión Europea afirmó: "Estamos hablando de un modelo -la reforma constitucional- que no permitirá siquiera la diversidad en lo político. El que no sea socialista estará excluido y violando la Constitución". ¿Por casualidad se ha leído Rosales la Constitución española que consagra la monarquía? Si en España se cumpliera lo dicho por el "constitucionalista" Rosales, nadie podría ser republicano -o no monárquico-, porque violaría la Constitución...


Gente en
la oposición se propone enfrentar la reforma con guardabas. O sea, la "contrarreforma guarimbera" en salud, educación y servicios en general.

Intentan contactar a efectivos militares y han fracasado. La respuesta es que los políticos los embarcan, como pasó el 11 -A y Plaza Francia...


Mientras en
Venezuela la Conferencia Episcopal calla ante la gestión humanitaria de Chávez, su equivalente en Colombia manifiesta -a través de su presidente, el obispo Luis Augusto Castro-, admiración por lo que hace el venezolano (El porrismo vive del odio)...

Igual pasa con otros temas: el ataque a Panorama lo silenció la "gran prensa": El Nacional, El Universal, radios, Globovisión (¿Silencio de los "inocentes"?)...


De
" replay"
John Negroponte, sombrío personaje de la política norteamericana, comprometido en espionaje, asesinatos, tráfico de drogas, se retira para asumir el papel de lobista de China, con el compromiso de bloquear la actividad de Taiwán, lograr su exclusión de cualquier organismos de la ONU y de la OMC.

Cobrará la más fabulosa suma de dinero pagada por este tipo de actividad...


Peajes
cuando el gobierno colombiano, violando acuerdos internacionales y principios de la integración, impone peajes en la frontera con Venezuela para beneficio de contratistas privados, hay que pensar en lo que pudiera ocurrir si el tema del Golfo no se maneja con total preservación de los derechos venezolanos. Ejemplo: ¿Qué ocurriría si a un gobierno colombiano se le ocurriera instalar peajes para los tanqueros venezolanos que transitan -ahora sin problema- por una zona bajo la soberanía del vecino país?


III ESTA REALIDAD, reconocida hoy en el mundo y objeto de análisis de los estudiosos, es subestimada por la oposición. Ésta incurre en errores garrafales como oponerse al proceso constituyente del 99 y a la Carta Magna aprobada en referéndum popular. La participación en el golpe del 11-A que condujo, durante algunas horas, a la derogatoria de facto de la Constitución. Y ahora insiste en el error de reivindicar la Constitución que antes negó para oponerse a la reforma constitucional propuesta por Chávez para desarrollarla y fortalecerla.

¿Es que la oposición no se da cuenta de estos errores y cree que la gente es pendeja? Claro que se da cuenta; pero está empantanada en la negación testimonial por carecer de proyecto alternativo de país. Se aferra, por tanto, a ese pasado plagado de absurdos que la acompaña y deja al descubierto sus reales intenciones. Que no son otras que acabar con el proceso revolucionario y desalojar a Chávez de Miraflores. El problema reside en que la oposición no acepta el Estado de Derecho que el pueblo construyó en sucesivas consultas electorales y se rebela contra el ordenamiento constitucional vigente. Con reforma o sin reforma. Está de espalda a los cambios operados en la sociedad y en la mentalidad del venezolano y no quiere ver lo que tiene ante sí: seres humanos conscientes de su condición ciudadana con el conocimiento adquirido a través del sistema constitucional. Por eso la oposición desprecia lo que se debate y habla de la "indiferencia de más de 70% de la gente que no tiene idea acerca de la reforma".

¿No tiene idea? La tiene, y muy clara. En este, como en otros casos, la oposición se auto engaña. Da vuelta a la cara para ignorar lo que ocurre a su alrededor.

Actitud similar a la que solemos atribuir a el avestruz.

jvrangelv@yahoo.es


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José Vicente Rangel

Periodista, escritor, defensor de los derechos humanos

 jvrangelv@yahoo.es      @EspejoJVHOY

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