En la mitología, Neptuno (Dios de los mares) y su hijo Tritón (mensajero del mundo marino) luchaban, con sus poderosos tridentes, en defensa del reino de las aguas. A Neptuno (Poseidón en la mitología griega) todos le obedecían. De carácter delicado, aquel Dios era capaz de de provocar grandes tormentas y gigantes tempestades. Tritón, por su parte, además de su tridente tenía una concha de caracol que tocaba como una trompeta para elevar o apaciguar las olas. Pero los siglos han pasado y de aquellos guardianes nada se sabe ¿Será que se enteraron que el 29 de septiembre se celebró el día mundial de los mares?
¿Será qué celebraron? Lo más seguro es que no, pues tanto en las profundidades como en la superficie, no hay mucho que festejar.
¿Qué pasa? Contaminación a orilla de playa por aguas residuales. Acidificación de los océanos como resultado del efecto invernadero. Extinción de especies de flora y fauna. Descargas ilegales de desechos tóxicos por buques en alta mar. Desaparición del veinte por ciento de los bosques submarinos del mundo en las últimas dos décadas. Y una contundente explotación de recursos, entre otros, ilustran las amenazas que enfrentan estos ecosistemas.
Nada más en el caso de la sobreexplotación pesquera, la situación exige medidas urgentes. Desde que se inició la pesca industrial, la población de peces como atún y tiburón han desaparecido en un noventa por ciento. Nuestro ritmo de consumo actual es tan grande que no damos oportunidad a la naturaleza que cumpla sus ciclos de recuperación.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advierte que, de mantenerse el ritmo de sobreexplotación pesquera, en unos cuatro años la población mundial enfrentará una gran crisis.
¿Será que Neptuno y Tritón se jubilaron como guardianes de los mares? O ¿Será que el tridente de mercado mundial (consumismo, codicia e inconciencia) en su ritmo demoledor, han logrando vencer los tridentes de un Dios mitológico y su hijo? ¿Y qué tridente vencerá el irrespeto a la Madre Tierra?
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