Ismael se soltó el moño

Ismael García, en Barcelona, se soltó el moño. Ya, en este caso, es inoficioso que uno se pregunte ¿qué será lo que quiere el negro? Porque como Ramón Martínez, salvo que el gobernador ya no se anda con remilgos y disimulos, contra Chávez y todo lo que éste encarna, apuntó su armamento; pero se cuidó de no decir todo lo que le emana del alma.

Vino a la ciudad y el viernes, según registra la prensa regional, lo primero que espetò, con tanta furia y como uno de esos ciclones que hoy azotan al Caribe, que casi hace rodar a los trabajadores de la prensa, “Podemos no se rinde y no tenemos miedo”. (1) Y agregó, con la misma gritería, que el cronograma propuesto por la directiva de la Asamblea Nacional “es apresurado y que no se corresponde con la trascendencia” del asunto (2). Es decir varios días después, reitera su planteamiento hecho en el organismo legislativo; se acoge al artículo 343, aparte 4º, constitucional vigente, según el cual aquel órgano del Poder Público, aprobará las reformas propuestas, en un “plazo no mayor de dos años”. Para García, hay que llevar el asunto con calma, si es posible llevarse los dos años, o un poco menos de lo previsto en la ley como plazo mayor. Y para vender eso como un inocentón se preguntó, “¿cuál es el apuro y la desesperación?” (3)

Uno no entiende como alguien que juega el rol de Ismael García, pueda creer que uno es tan pendejo, para no saber cuál es el apuro. Y no sólo eso sabe uno, sino también la razón por la que Ismael, se quiere exhibir como si fuese un inocente. Y es más, ¿cree Ismael que con eso de “no tenemos miedo”, va a impresionar a alguien? ¿Y a qué y quién puede tenerle miedo? Uno piensa que a lo mejor está viendo fantasmas. Uno no sabe.

“Llueve y escampa”, dice el refranero popular y repetía el taimado Carlos Andrés Pérez. Y, la filosofía que emana del refrán, es la que orienta los pasos del ex responsable del Comando Florentino. Esperemos sentados en este recodo que lluvias y vientos amainen para continuar seguros el camino. El ascenso de masas despertado por Chávez, piensan quienes hoy aplauden a Ismael y éste con aquellos, puede pasar algún día. Tengamos paciencia. Hagamos lo posible por alargar los procesos, detener las medidas y procurar que la nave cruja hasta reventar. Por eso pregunta, para que lo escuchen tirios y troyanos ¿cuál es el apuro y la desesperación? (4)

Se negó el dirigente mencionado, hasta hace poco alineado en las fuerzas que respaldan al gobierno del presidente Chávez, a emitir juicios sobre el fondo de la reforma, pero si dijo al periodista, “Eso no se lo va a calar la sociedad democrática”. (5)

Es decir, alarga los tiempos en todos los sentidos. No opina sobre las reformas y no se atreve, como si lo hizo Martínez, a romper con el proceso, gobierno y presidente Chávez. ¿Y qué teme? Pues que, la poca gente que le queda, le diga como en el viejo tango “adiós que te vaya bien”.

Pero habla sobre las paredes, de patio a patio, para que caiga a quien caiga, sin referirse a nadie, como aquellas simpáticas y peleonas viejas de mi pueblo. Dijo García, en medio del retumbar de techos y paredes, mientras miraba con entusiasmo a los asistentes al foro “Socialismo en Democracia”, entre quienes destacaba la vieja dirigencia opositora, quizás mirando de frente a ésta, como quien busca congraciarse, “no nos van a obligar y a meternos gato por liebre” (6).

Y uno pregunta, ¿quién está obligando a Ismael y engañarlo intenta? ¿Acaso son esos fantasmas qué le rodean cual “palometas amarillas”? ¿O es una forma “racional” de discursear para dárselas de perseguido por la dictadura chavista? Inocente forma de tratar de engañar a los pocos que todavía coro le hacen.

Tales afirmaciones son formas mal disimuladas, pero contundentes, para que uno afirme que han decidido irse del campo bolivariano. Y esto se confirma, con el hecho que García se hizo acompañar de la regional opositora, como arriba señalamos. Y la cosa fue a más; ésta le felicitó con euforia, se dieron abrazos estrechos y prometieron renovar con bríos sus amores.

Pero si García pregona que “PODEMOS no tiene miedo” ¿por qué quienes comandan ese bloque no hablan a calzón quitao y mandan a Chávez pal` carajo? No hacerlo es algo mucho más que oportunismo y engañarse creyendo que los demás son pendejos.

Pero es obvio admitir que ya, como Martínez, pero a su estilo, Ismael el moño se quitó.

1-2-3-4-5-6 El Tiempo, Puerto La Cruz, 25-08-07. Pàg. 8.


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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