Conciliación, Revolución y Violencia

Actualmente se plantea un debate entre todos los sectores que están con el proceso, sobre cual debe ser el carácter de la respuesta que se le debe dar a los Golpistas. Puesto que el carácter de la respuesta que se da, obedece a una determinada concepción. Analicemos las dos concepciones que se presentan, de manera generalizada, en el país.

La primera tendencia parte de la premisa de que la oposición es gente ciega y engañada por algunos y que tenemos que lograr crear un espacio de dialogo como ESTRATEGIA para poder gobernar con todos los sectores, y así evitar que nos satanisen los medios, nacional e internacionalmente, que tengan excusas para seguir haciendo escándalo y engañando a la gente, en fin, para tener neutralizada esa corriente opositora y poder construir "la patria bonita". Este razonamiento parte de la premisa de que es posible conciliar intereses y gobernar INSTITUCIONALMENTE, en paz, y que lo que evitaría esto serían todos los actos que le den excusas a la oposición. En consecuencia, esta tendencia, de manera generalizada, cataloga a la gente que responde violentamente a las agresiones de la oposición como "anarquistas, seudo revolucionarios" (citado de un documento redactado por el equipo político de la Alcaldía de Caracas).

La segunda tendencia parte de la premisa que "el motor de la historia es (y seguirá siendo) la lucha de clases" y esto a sido así desde que se existe la propiedad privada, y seguirá siendo así mientras coexistamos con arreglo a su existencia. En consecuencia, existe una clase que posee, controla y se beneficia de esto y otra que es explotada, apenas subsiste y vive solo para trabajar. A este perfil lo llamamos condición de clase.

La clase opresora no va a ceder su poder por las buenas, por la ley o por un ataque de conciencia. Imagínense a Bill Gates un día despertando y diciendo "¡Oh, he sido un explotador!, entregaré toda mi riqueza a la gente más pobre del mundo, a los excluidos y me quedaré con un sueldo que corresponda al trabajo que desempeño como hacedor de programas de computadora". Definitivamente es imposible convencerlos, por la buenas, de que dejen de ser EXPLOTADORES. Y la clase oprimida no esta dispuesta a seguir entregando lo único que tienen (y tendrán): su pellejo, como materia prima a cambio de un sueldo que solo les permite sobrevivir, mientras que el provecho de su trabajo se lo quedan los "accionistas", los dueños, el patrón. Por esto decimos que los intereses de clases son IRRECONCILIABLES.

De aquí, esa celebre frase escrita el siglo antepasado "la violencia es la partera de la historia". Y precisamente, la violencia existe desde que existe la propiedad privada.

Luego, la clase oprimida se hace las siguientes preguntas: ¿porque tu tienes mas que yo?, ¿Por qué tu puedes viajar para donde quieras y cuando quieras y yo solo pasear hasta la plaza del barrio?, ¿Porque tu comes caviar y yo lentejas?, ¿Por tener dinero no has tenido "ventajas comparativas" con respecto a pequeños industriales?, ¿Si "yo soy quien levanta el sol y soy quien acuesta el sol" porque tu te quedas con la mayor parte, aunque trabajes menos que yo o incluso no trabajes?, ¿Solo porque eres el dueño?, ¿Y ese dinero para ser "dueño" no lo obtuviste explotando a otros como yo?, ¿De donde sacaron tus ancestros lo que heredas?, ¿No fue de la conquista española o explotando también?, etc.

Cuando contestamos estas preguntas adquirimos la llamada "conciencia de clase", que no se tiene solo por ser explotado. Esto es precisamente lo que ha estado haciendo Chávez, evidenciando los intereses de clases y esto a elevado la conciencia de clase, tarea, por cierto, que le corresponde a los partidos revolucionarios (y esto es una muestra de que no existe un partido revolucionario en Venezuela).

LA DERECHA NO VA A CEDER EL PODER POR LAS BUENAS y eso es lo que no a entendido el Gobierno, y muestra de esto es que el 14 de abril, teniendo las condiciones perfectas para golpear, para cerrar los medios golpistas, para meter preso a los golpistas, para REPRIMIR A LA DERECHA, en el discurso de Chávez giro en torno al perdón, en torno a la CONCILIACION. Hoy, claramente se arrepiente de esa actitud, ante el fracaso de su ESTRATÉGIA de diálogo. Y no estamos negando el diálogo con la derecha, solo que debe ser TÁCTICO no estratégico, en otras palabras, para "dividir al enemigo" (Nicolás Maquiavelo).

Los medios, hagamos lo que hagamos, siempre van a mentir, porque defienden sus intereses, y eso que nisiquiera hablamos de Socialismo, sino solo de un "Capitalismo Humanista" (tamaña contradicción). Es tan rancia la derecha, tan racista, que no se dan cuenta que Chávez fortalece a la industria nacional, enfrenando al Neoliberalismo y eso los beneficia.

Entonces compañeros, no debemos seguir legitimando a los medios de comunicación comerciales como los jueces de la verdad al evitar darles argumentos para que nos difamen, más bien debemos darles con todo lo que se tenga para que sepan que no somos pendejos que nos dejaremos acecinar como lo están haciendo y que nos sabemos defender, aunque el gobierno siga jugando a la "Democracia Burguesa".

En Chile, Allende trato de hacer lo mismo y bien escribía Gabriel García Marques recientemente "La contradicción más dramática de su vida (la de Allende) fue ser al mismo tiempo, enemigo congénito de la violencia y revolucionario apasionado". Con más claridad, en ese tema, apuntaban algunos sectores de la UP Chilena (Comunistas y Socialistas) y el MIR que se debían preparar para la violencia y que había que reprimir mucho más a la Burguesía y no frenarse en la legalidad burguesa. Craso error teórico de Allende, enfrentar esta postura (Chávez pudiese, solo basándonos en la disposición derogatoria única de la Constitución, declarar nulas las leyes injustas que frenen las posibilidades de reprimirlos, o declarar el estado de excepción según el numeral 7 del art. 236 y 337 para hacer lo propio, por dar unos ejemplos).

También Marx nos habla de que el principal motivo de la caída de la Comuna de París fue que le falto reprimir a la Burguesía. Y entiéndase reprimir no solo como la acción física del Estado.

Lo que sí debemos enfrentar es el aventurerismo de izquierda, la catársis revolucionaria, porque la violencia (en términos generales, no solamente la física) debe ser ADMINISTRADA Y SIEMPRE PRODUCTO DE UN ANÁLISIS POLÍTICO NACIONAL E INTERNACIONAL DEL MOMENTO HISTÓRICO EN QUE SE ENCUENTRA EL PROCESO. Por eso entendemos que había áreas en las que se debía (y debe) jugar a la conciliación, pero hay otras en las que se han hecho concesiones sencillamente inaceptables. Por ejemplo, no hay un solo preso por el golpe de Estado, solo los nuestros, están matando a nuestros dirigentes y el Gobierno no ha dado respuestas, no hay un solo preso por la corrupción de los 40 años de puntofijismo, etc.

Todo esto parte de la incomprensión de que el Estado, por definición, es un aparato REPRESOR de una clase sobre otra. Y estamos dirigiendo un Estado Burgués, por sus instituciones, por su lógica de funcionamiento, por sus aparatos represores, por su concepción como estructura de dominación (esto suena demasiado académico, ¡huak!), en vez de transformarlo en un Estado para la mayoría, para los oprimidos, pero como Estado para ejercer (léase incluso imponer) la decisión de la mayoría por sobre la minoría. Peor aún, se está creando una nueva burocracia que está aislando "la Revolución Bolivariana" del proceso pre-revolucionario que se está desarrollando en el pueblo. Y decimos pre-revolucionario, porque una revolución es tal, si enfrenta los modos de acumulación del capital y se transforman las instituciones que lo sustentan, y esto solo lo puede hacer el pueblo organizado ejerciendo poder. En otras palabras, estamos en la etapa de crear el poder popular, en contra posición del Estado Burgués. Por esto sostenemos que estamos en una etapa pre-revolucionaria o pre-reaccionaria, dependiendo quien logre ganar la batalla (los revolucionarios o la contra), y esto en función del modo que ejerzan el poder que controlan cada sector.

En conclusión, no solo hay que pintar las paredes de las casas de los golpistas y gritarles donde los veamos, ¡asesinos!, sino también reprimirlos (en todo el contexto del escrito) como Gobierno, como organizaciones políticas y como pueblo. Ha esto se le llama en el terreno militar PERSUACIÓN, y no es más que demostrar nuestra DISPOCICIÓN COMBATIVA, para que saquen cuenta de la magnitud del lío en que se están metiendo. Esto es lo único que puede evitar el gran choque. Pero si por el contrario, nos mostramos timoratos, indecisos, callados, inermes, apacibles, tolerantes, irán incrementando su arremetida hasta que estén convencidos que nos pueden tumbar (entiéndase exterminar) y allí el choque será profundamente sangriento. Evitemos esto ahora que están pequeños.

Ahora, a esa clase media que defiende los intereses de sus patronos y que es carne de cañón, solo podemos restarla de la confrontación con tres cosas: 1) Dándole trabajo (y hasta boinas rojas usarán), 2) Avasallándola de ideas, de discurso, en el caso de los sectores universitarios y 3) Mostrándole que estamos dispuestos a dar nuestra vida por la justicia, por la paz y que están de nuestro lado o se quedan en sus casas, pues el combate será hasta que solo una de las dos partes quede de pie. Ojo históricamente, en todos los procesos de transformación social hacia la justicia, son los opresores los que radicalizan el proceso, porque sienten afectados sus intereses, en otras palabras, obsérvese que no somos nosotros los que estamos matando a sus dirigentes, en consecuencia, radicalizando el proceso. Son ellos los que están definiendo cuando y donde será la confrontación.

Sergio Sánchez
Utopía


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Sergio Sánchez (sergio_ucv@cantv.net)

Soñador, ingeniero, agricultor, músico y resiliente. Zurdo de corazón. Militante de las causas justas de la humanidad, crítico y autocrítico. Movimiento Por la Democracia.

 sergiocmb@gmail.com      @SSanchezVz

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