Si provocaron al megalómano de Putin, deben asumir su contención

La intervención militar de Rusia sobre una nación soberana como Ucrania, sin una agresión previa, no solo constituye una violación al derecho internacional, sino un claro acto imperialista, a su vez, consecuencia de una política errada de la OTAN.

Tras la caída de la Unión Soviética (URSS), Estados Unidos continuó fomentando la ampliación de la OTAN hacia el este, generando una contención para la incorporación de Rusia a la UE. El interés claro era acotar a Europa y alejarla de la fuente de recursos Rusos, alimentando un creciente malestar en ese país.

Esa expansión no solo produjo fracturas a lo interno de Europa, sino que puso a Rusia como objetivo estratégico. Eso lo ve Putin claramente, obteniendo el combustible moral para tratar de incendiar a la región. De por sí, en este conflicto ya ganó EEUU pues alejó a Rusia de la UE.

No obstante, la posibilidad de que una nación soberana como Ucrania firmara un tratado con la UE, jamás puede ser excusa para invadirla, al mejor estilo colonial. Cuba firmó acuerdos con la URSS y no fue invadida. Colombia quiso ser de la OTAN y no la invadimos desde Venezuela.

Putin y sus defensores alegan dos razones para invadir:

1. Que el posible ingreso de Ucrania a la OTAN los amenaza, partiendo de que Ucrania es "su área de influencia".

2. Que están protegiendo a ciudadanos rusos en Ucrania que son víctimas de persecuciones de grupos neonazis.

Lo cierto es que Ucrania es una república soberana que es libre de asociarse con quién lo considere. Si los rusos se sienten amenazados, deben construir alianzas regionales que disuadan a Ucrania y a la OTAN. Incluso sanciones económicas pero no se justifica la invasión.

Por otro lado, si supuestamente el presidente Ucraniano (que es judío) no ha hecho suficiente para frenar a los supuestos grupos neonazis que persiguen a los rusos, ¿por qué no ha llamado Putin a sus ciudadanos a abandonar Ucrania por el riesgo que implica su permanencia allí?

La realidad es que los rusos en Ucrania son colonos, tan igual como lo fueron los norteamericanos que ocuparon el norte de México y que después produjo la adhesión de la mayor parte del territorio mexicano para EEUU. Es una vulgar política colonial disfrazada de la defensa de sus ciudadanos.

Putin está desarrollando una política imperialista, bajo el viejo espíritu zarista, y se toma por la fuerza a una nación que existió antes que Rusia. Putin lo dejó claro cuando dijo que Ucrania no debería existir porque fue una creación de un Lenin acobardado. Todo un argumento colonial.

Para colmo, Maduro decide apoyar a Putin, metiendo a Venezuela en un conflicto interimperialista, que nada tiene que ver con nosotros, salvo por la solidaridad que debemos tener con el pueblo Ucraniano. Con esto, Maduro apoya la violación de tratados internacionales.

Igual de absurda es la posición del interinato apoyando a EEUU y a la OTAN, cuando también estos son responsables del conflicto que provocaron y ahora no contienen, dejándole los platos rotos a los ucranianos. Sí provocaron al megalómano de Putin, deben asumir su contención.

Sin embargo, lo más grotesco es ver a cierta "izquierda" madurista, desesperada por tomar partido en su lógica bipolar, defender a Putin quien es un autócrata conservador, imperialista, de derecha y reaccionario.

Cuánta falta hace en Venezuela una nueva izquierda democrática.

Venezuela no tiene porqué tomar partido por ninguna de las potencias. Venezuela tiene que llamar a la resolución diplomática de conflictos, a cesar las amenazas, al respeto de la soberanía de Ucrania y a condenar cualquier agresión unilateral contra ese pueblo y cualquier otro.



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Sergio Sánchez

Soñador, ingeniero, agricultor, músico y resiliente. Zurdo de corazón. Militante de las causas justas de la humanidad, crítico y autocrítico. Movimiento Por la Democracia.

 sergiocmb@gmail.com      @SSanchezVz

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