Cesar Miguel Rondón, Orlando Urdaneta y Mingo

La nueva oposición mediática Venezolana

Que buena es Internet, que permite expresarnos libremente sin necesidad de ser un ilustre o destacado del que hacer nacional, permite que gente de calle como yo pueda compartir con otros mis opiniones y puntos de vista, no solo limitándome a un circulo de conocidos. Gracias a esto me permito hacer las siguientes reflexiones.

La nueva oposición mediática Venezolana

Llama la atención ver a estos presentadores y comentaristas de noticias, todos ellos trajeados de oscuro riguroso, de voz firme y acoplada, con palabras finas y firmes. Expresando sus pensamientos y opiniones sobre el acontecer de cada día, compartiendo con los radios escuchas y televidentes argumentos firmes y concreto sobre las soluciones del país, criticando duramente cualquier acto de gobierno.

Ante esta imagen yo me permito recordar el origen de algunos de estos señores.

Cesar Miguel Rondón, hace unos pocos años conocido como escritor de telenovelas y anteriormente furibundo “salsero” el cual escribió una recopilación de la historia de la salsa, gracias a su asistencia a buenas rumbas hasta altas horas de la madrugada con la gente de la Fania All Stars mientras disfrutaba de un comodísimo “trabajo” en el consulado ded Venezuela en New York, con viajes periódicos a Caracas a bordo del goloso de Viasa en primera clase y sin pagar un céntimo, durante gobiernos cuartorrepublicanos. También dentro de su nutrido repertorio de escritos encontramos un libro como La Flor en el Ojal, escrito a dúo con Iván Loscher. Recuerdo el programa radial de los sábados en la noche, donde este dúo entre pase y pase (Imagine Ud. de qué) conformaron los escritos de esa obra que no se sabe muy bien en que genero literario se podría enmarcar. Bueno, esa es la visión rápida de este individuo que cada noche por la TV y cada mañana por radio se dedica sólo a hacer los mas fieros y ácidos comentarios sobre las acciones de gobierno.

Orlando Urdaneta, aquí si me declaro sorprendido de cabo a rabo. ¿Quién no conoce a Orlando? Sus películas, sus fracasados programas de TV y radio, sus novelas. Decir vida disipada es decir mucho, mejor resumir con aquello de la vida loca. Hoy en día, en medio de sopotocientos anuncios, lo único que hace es criticar en la forma más cínica y vil las acciones de gobierno. Todavía lo recuerdo ese 11 de Abril del 2.002 gritando en Chuao a la gente que fuera para Miraflores. Él escoltado por los famosos franelas azules, un grupo de papeadotes del este que hacen de escolta de muchos de estos nuevos políticos, los mismos que le hacen de guardaespaldas al Juan Fernández. Orlando se dirige a los opositores con voz fuerte y tensa argumentando los más increíbles argumentos para que sacar al Presidente. Sin embargo, llaman la atención dos factores importantes; el 11 de Abril a la altura de Parque Central se encaramó con sus escoltas en dos camionetotas con los vidrios bien oscuros y desapareció, reapareciendo en la oficina de Lucas Rincón en Fuerte Tiuna, en la madrugada. Después, el día 13 en la noche ingresó a la clínica El Avila afectado de no se de que (Para mi de colitis o de una rumba e’ golpes que le dieron militares fúricos al verlo montar los pies en los escritorios de Fuerte Tiuna) y saliendo sólo cuando se dió cuenta que nada que el gobierno nunca le paso factura por lo hecho (Que pena).

Este nuevo critico y comentarista político, me imagino que asesorado por su primo militar (sí, ese que esta por Altamira), cuenta en poco tiempo con unos conocimientos de política y profundo pensamiento que seria envidia del difunto Uslar Pietri.

Domingo Blanco (Mingo), de este personaje en verdad que no hay nada pero nada que decir, este fantasma que de Disyoqui fracasado paso a comentarista político matutino de la mano del amigo Ravel que se puede decir. Muy bueno el trabajo de Aporrea al presentar la llamada telefónica de Mingo con su sra. Madre. Después de escuchar esta joya del lenguaje coloquial y ver la imagen estirada en la mañana mientras se sirve el cafecito caliente, la única palabra que se me ocurre después del ataque de risa es ¡Que Bolas!.

En verdad estas cosas dan pena, ver a esta gente en la TV y la radio tomar esas oscuras posiciones disfrazados de sabios políticos, tiemblo de miedo por el plan macabro que deben tener nuestros medios de comunicación. Increíble que este tipo de gente esté en un medio donde en el pasado teníamos a gente como Reny, Musiú, Amador, Etc. Gente que demostraron un profundo amor por Venezuela, que hicieron y aportaron tanto en su generación, valores que hoy todavía dejan huellas en muchísima gente de este bello país.

Sin embargo, dentro de todo esto hay algo muy bueno; el crecimiento del canal ocho, de esta nueva generación de periodistas y comentaristas políticos, frescos sinceros y sobre todo claramente comprometidos con la actualidad del país. Esta será la gente que el futuro será recordada por su objetividad y visión de este gran proceso que vive Venezuela.

Por ultimo un pensamiento:

Cada uno de nosotros que creemos en este proceso de cambio, debemos aportar mas que pedir, debemos dar mas que recibir, debemos apoyar mas a los que menos tienen y sobre todo a los que aportan día a día a favor del pueblo. No podemos cruzar nuestros brazos y ver que se hace, debemos participar de cualquier forma y manera apara apoyar el proceso de cambio en el país esta labor no es de uno solo es de TODOS.

Si bien hoy tenemos el mejor líder para el cambio, nosotros tenemos que ser el mejor apoyo del líder para ese cambio.

Ya una vez nosotros los Venezolanos conocimos el fracaso por no apoyar a Bolívar, ya una vez nuestro pueblo perdió el rumbo después de lograr su independencia, en este nuevo proceso no podemos ni debemos perder el rumbo y el objetivo de convertir esta patria en el mejor país del mundo.

Saludos cordiales,
Rafael Roberto Pérez P.
rrobertoperezperez@yahoo.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3760 veces.



Rafael Roberto Pérez


Visite el perfil de Roberto Pérez para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Roberto Pérez

Roberto Pérez

Más artículos de este autor


Notas relacionadas