Impulsado desde Caracas se hace necesario un Premio de alto prestigio, dirigido a reconocer los logros, personalidades e instituciones que desde los países en desarrollo han hecho aportes considerables en la lucha por sus pueblos, países y bienestar de la humanidad toda, en cada una de las categorías definidas.
Tendría por lo tanto la misión de valorizar los resultados y logros, el conocimiento generado, las soluciones implementadas y los esfuerzos por lograr la paz en sus naciones o a nivel internacional.
No sería un premio presentado como neutral, sino parcializado hacia nuestros países, portador del mensaje de soberanía, independencia nacional, cooperación, desarrollo y paz entre naciones marginadas y empobrecidas por la actual división internacional del trabajo. Lleva consigo una visión del mundo, el desarrollo económico, social y politico como instrumentos de soberanía. Reconocer a alguien con este galardón implica afirmar que su trabajo se alinea con esa visión transformadora.
Estaría inspirado en dos personalidades históricas que se destacaron en la lucha por la independencia, la soberanía y la democracia con participación popular directa, como fueron, Simón Bolívar, símbolo de la emancipación latinoamericana, la integración regional y la lucha contra el colonialismo y Hugo Chávez, referente obligatorio contemporáneo de la independencia nacional, valorización de nuestra historia y cultura y el protagonismo popular.
Ambos representan sin lugar a dudas, el espíritu de lucha, el pensamiento crítico y la vocación por una humanidad libre, consciente y solidaria, que trascendieron por sus esfuerzos a nivel global en todos los países.
Es un premio comprometido, alineado con la visión transformadora, la economía prospera como piso para la dignidad humana, la determinación autónoma de los pueblos y la cooperación y unión entre ellos. Impulsara por lo tanto la armonía entre los países del tercer mundo por intermedio de sus acciones.
Tendría un Consejo de Premiación con sus comités de nominación en cada categoría que se identifique, que tendrán entre sus tareas establecer las normas de funcionamiento e iniciar su entrega en períodos bianuales o anuales. No sería un premio autónomo, aunque con altos grados de autonomía, pues dependería para su funcionamiento de acuerdo a su espíritu, de la República de Venezuela.
Tendría dos grandes áreas de premiación, el área libre donde concursan todos los que hayan hechos aportes notables o premiables, según las categorías indicadas al respeto y una dirigida, donde se definen previamente premios, como puede ser modelos económicos eficaces para el desarrollo autónomo, valorizar materias primas, en salud, educación, y otras igualmente importantes hacia donde hay que dirigir la atención y el esfuerzo investigativo de nuestros países.
Es necesario desarrollar las categorías específicas, los criterios de evaluación, el reglamento del Consejo de Premiación, o incluso redactar el documento oficial de convocatoria.
Tanto Cancillería, Presidencia de la República, PSUV, estarían implicados directamente en la estructuración inicial del Premio, identificar la contraparte destacada nacional, asesoría de organismo internacionales y países amigos, publicitar y promocionar, sede, y otros elementos vitales .