¡Madre sólo hay una!

"Madre: la palabra más bella pronunciada por el ser humano"

Kahlil Gibran.

Aunque he tenido la suerte de tener muchas madres adoptivas, a las que guardo gratitud y eterno afecto, ¡Madre sólo hay una! Por eso, y porque comprendo que ser madre es lo más bello del mundo, este domingo 13 de mayo, cuando celebremos con júbilo el día de la madre, hincaré firme mis rodillas al cielo y desde el hermoso manantial que emana de mi espíritu andariego, ofrendaré a mi madre y a todas las madres del mundo, incluyendo a las están ausentes, mis sinceros deseos de paz interior, salud y larga vida.

Mi madre, Irma Nazaria Agostini de Moyer, primogénita, nació en la ciudad de Cabimas, un 16 de marzo, hace 78 años. Su madre, que aún vive entre nosotros, María Altagracia Sansón de Agostini, vio la luz en los Puertos de Altagracia, en el Zulia; su padre, Alejandro Agostini, descendiente de italianos, probablemente de Córcega, provenía de la población de El Tigre, Estado Anzoátegui. Ambos, concibieron a Irma y a Nelly. Después, la vida asignó a mi madre la misión solidaria de cuidar de sus otras hermanas, nacidas de otras entregas al amor, en otros sueños: Luisa, Blanca, Ligia, Nélida, Nancy y Sara. Todas ellas, recibieron su ternura y también, su don de mando.

Su luz y sus ojos brillanticos, que siempre nos han acompañado. Su carácter recio y su personalidad indomable, pareciese que quisieran apagarse y dejarnos el sabor amargo de la inevitable y eterna despedida. Nos hemos aferrado, en nuestras oraciones, a la esperanza de que pueda superar sus dolencias y nos entregue unos instantes más, su hermosa sonrisa. Izamos las banderas de la alegría, cada vez que escuchamos los partes médicos que anuncian la victoria de otro combate, en el que vence de nuevo la vida.

Hemos sido celosos guardianes, grado 33, del secreto de su enfermedad. Quizás, ella en el fondo lo sabe y orgullosa nos lo oculta, bienhechora de sus hijos. Desde hace 10 años, sus brazos y todo su cuerpo sufren los estragos del desequilibrio de una enfermedad que podría tener cura si dedicáramos más tiempo y finanzas a la investigación aplicada a favor de la vida, en lugar de la destrucción, la guerra y la muerte. Son las paradojas de una sociedad mundial enferma que no comprende que sus hijos e hijas, necesitan de la cooperación internacional, de la unidad planetaria y de la racionalidad humana, para superar estas incongruencias.

Irma, nuestra madre, aún desde su inesperada trinchera de lucha contra la muerte, nos ha brindado la oportunidad de conocer a seres de luz que como ángeles guardianes hacen su aparición en momentos difíciles, para dar alivio a nuestras almas angustiadas. Así, conocimos al pastor, Rubén Valero, del Ministerio Hospitalario Jesucristo Vive, quien con voz pausada se acerca a los familiares para preguntar en qué puede ser útil. Y, cada noche, frente a la placita de la Emergencia del Hospital Coromoto, pronuncia la palabra de Dios y nos invita a pedir por la sanación de cercanos y desconocidos, a orar para que los médicos, paramédicos, auxiliares, enfermeros y enfermeras, guiados por las manos del supremo, logren aliviar a los afligidos. Con él invocamos, en estos días, la unidad familiar, porque en la unión está la fuerza. Con él ratificamos, nuevamente, que Jesucristo vino al mundo con un mensaje de paz, amor y esperanza.

He tenido la ocasión, además, de acompañar a mis hermanas para recibir la palabra orientadora de la Hermana Francisca, "un ángel en la tierra", de 90 años, que nos recuerda a la Madre Teresa de Calcuta. Frente al colegio La Presentación, en Maracaibo, sirve a los humildes y a la comunidad en la Casa de la Misericordia desde donde atiende a pacientes enfermos de desamor, para regalarles paz y tranquilidad espiritual a sus almas. En sus palabras y en sus actos, encontramos las respuestas a la sociedad que necesitamos: " Ángeles de la guarda de los venezolanos, apaguen el fuego de la maldad que hay en nosotros. Amén / Ángeles de la guarda de los gobernantes, apaguen el fuego de la maldad que hay en ellos. Amén / Espíritu Santo gobierna en Venezuela y en el mundo entero también, a todas las personas que le hacen daño a Venezuela de una u otra forma le mandamos el amor y el perdón de Cristo…"

Con ella, y con la palabra orientadora de otros guías espirituales, nuestra madre nos ha ayudado a adentrarnos en un mundo donde la ciencia médica, esa que no ha logrado aún dar respuestas totalmente satisfactorias a su enfermedad, se encuentre con la fe, la religión y las creencias en fuerzas superiores que tienen alguna respuesta concreta a esos otros dolores del alma y son capaces de reencontrarnos con la vida y la convicción, de que un mundo mejor es necesario y posible.

Por eso madre, a través de ti, reciban todas las madres del mundo nuestro compromiso de continuar la lucha para lograr que haya luz donde hoy hay oscuridad, para que llegue el día en que la raza humana comprenda y descifre el aura de amor que tejen las madres en el universo, el halo de fuerza y maravilla que conjeturan las madres para el mundo, y, en definitiva, para corroborar con todos, que las madres son el ejemplo a seguir, para que por fin entendamos que no sólo de pan vive el hombre, para que el vil metal, sea realmente un medio de salvación y no el fin de clínicas y médicos que irrespetan el juramento de ser útiles, y de servir antes de ser servidos. Por todo eso, agradecidos, como estamos de los médicos, enfermeras y guías espirituales que te han servido para aliviar tus dolores físicos, mentales y espirituales, juntamos la fuerza invencible de todos los que te amamos, madre, para continuar trabajando por los ideales en los que creemos, convencidos que las mejores hallacas siempre las haréis vos.

articulohugomoyer@cantv.net


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Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

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