Carlos Prada Hernández: "La Escultura como Grito y Memoria de la Arquitectura"

RESUMEN

Carlos Prada Hernández, un artista multidisciplinario oriundo de Cumaná, trascendió la escultura para convertirla en un vehículo de memoria y denuncia.

Aunque su obra fue reconocida por su maestría técnica, con premios nacionales y exposiciones internacionales, su verdadero legado radica en su capacidad para infundir en el metal una poderosa narrativa de compromiso social y político.

Hablar sobre la obra de Carlos Prada Hernández requiere una investigación profunda para abarcar la totalidad de su legado, que combina la maestría técnica con un fuerte compromiso social.

INTRODUCCIÓN

El escultor como cronista

Carlos Prada (1938-2023) fue un artista visual y orfebre venezolano, premiado y reconocido a nivel internacional. Más allá de su talento formal, su obra se distingue por su profunda carga simbólica.

En un mundo donde la escultura a menudo se enfoca en la estética pura, Carlos Prada la transformó en un vehículo para la memoria, la denuncia y la reflexión, actuando como un verdadero cronista de su tiempo.

ANÁLISIS DE SUS OBRAS MÁS EMBLEMÁTICAS:

[1]. "LA LUCHA DEL HOMBRE POR LA CIMA"(1972)

[i].UBICACIÓN:

Universidad Simón Bolívar (USB).

[ii]. DESCRIPCIÓN:

Escultura de hierro y bronce, con 3 metros de altura, que representa una figura humana ascendiendo una estructura helicoidal. Fue un encargo del rector fundador, Ernesto Mayz Vallenilla.

[iii].SIMBOLISMO:

Esta obra es un símbolo de la universidad y su espíritu. Se inscribe en el neofigurativismo, enfocándose en la figura humana en movimiento. Simboliza la superación, el esfuerzo y el ascenso intelectual y personal, valores fundamentales del ámbito académico.

La obra refleja la tensión entre el individuo y el desafío de alcanzar el conocimiento y el progreso. Aunque su estado de conservación actual presenta deterioro, su importancia simbólica y patrimonial la convierten en un punto de referencia cultural para la comunidad de la USB.

[2]. "OBREROS SALIENDO DE LA FÁBRICA ENTRE GRITOS Y EL SILENCIO"(1974):

[i].DESCRIPCIÓN:

Esta pieza es un ensamblaje de hierro, bronce y madera. A través de la técnica del ensamblaje, Prada Hernández representa un tema recurrente en su obra: la condición humana en contextos de trabajo y opresión. El título mismo, "entre el grito y el silencio", sugiere una dualidad de resistencia y resignación.

[ii]. SIMBOLISMO:

La obra captura la esencia de la protesta silenciosa o el dolor no expresado, al mismo tiempo que alude a la fuerza del grito colectivo. Es un testimonio de las luchas sociales y laborales de su época, una temática que Prada Hernández abordaría en otras de sus piezas públicas.

[3]. "HOMENAJE A LOS CAÍDOS EN PUERTO LLAGUNO" (2006):

[i]. DESCRIPCIÓN:

Una escultura fundida en bronce, también conocida como "Entre el grito y el silencio", que conmemora un evento político trágico. Esta obra es, quizás, la más abiertamente política y emotiva de su carrera. No es un simple monumento, sino un "grito rebelde y de esperanza" solidificado en metal. Prada Hernández utilizó el bronce para capturar tanto la brutalidad de la barbarie como la inquebrantable resistencia humana.

[ii]. SIMBOLISMO:

La escultura transforma un evento traumático en una forma tangible de memoria, obligando al espectador a reflexionar sobre la violencia y la lucha por la justicia.

[4]. "EL JUEGO ESCULTÓRICO" (2015):

[i]. UBICACIÓN:

Avenida Cacique Maraguey, Sector El Monumento, Cumaná-Sucre.

[ii]. DESCRIPCIÓN:

El monumento a los 500 años de Cumaná, diseñado por el arquitecto y escultor Carlos Prada Hernández, fue inaugurado en 2015 como parte de la conmemoración del quinto centenario de la ciudad. Más allá de su estética, la obra se convirtió en un hito de debate y apropiación popular, demostrando que el arte público tiene un poder intrínseco para generar diálogo y ser resignificado por la gente.

[iii]. SIMBOLISMO:

La obra fue conceptualizada como "un gran árbol" que celebra la participación de hombres y mujeres en la fundación de la ciudad. Se compone de un tallo en forma de engranaje que se abre en una flor, con tres figuras femeninas de brazos abiertos. Sobre esta flor, hay una mujer que sostiene una guirnalda de olivo y el número 500. En la base, dos esculturas representan la "fuerza de obtener la victoria y un nuevo destino".

DE LA ESTÉTICA A LA CARGA SIMBÓLICA

La obra de Prada demuestra una notable dualidad. Por un lado, su trabajo en orfebrería y escultura exhibe una pureza formal y un manejo exquisito del material. Sus creaciones, ya sean de gran formato o más íntimas, revelan a un artista que dominaba su oficio. Por otro lado, esa misma forma se carga de un simbolismo profundo, especialmente en sus piezas públicas.

CONCLUSIÓN

El legado de Carlos Prada Hernández radica en su capacidad para infundir en el metal una narrativa poderosa. A través de estas cuatro obras, demostró que la escultura puede ser, al mismo tiempo, una expresión de belleza formal y un símbolo de la historia y el compromiso de un pueblo.

Su arte no solo embelleció espacios públicos, sino que también actuó como un catalizador para la memoria colectiva y la reflexión crítica.

El arte de Carlos Prada Hernández es un testamento de que una obra puede ser, al mismo tiempo, estéticamente valiosa y un símbolo potente de la historia y el compromiso de un pueblo.

P.S. ANÁLISIS DEL TÍTULO

El título del presente artículo, "Carlos Prada Hernández: La Escultura como Grito y Memoria", tiene un significado profundo que se puede analizar desde la perspectiva del significante y el significado, así como en su contexto más amplio:

[i]. SIGNIFICANTE:

El significante es la forma material o la representación de la expresión. En este caso, el significante es la frase misma, "La Escultura como Grito y Memoria", compuesta por una serie de palabras y la sintaxis que las conecta. También incluye los elementos visuales que se podrían asociar con ella, como la imagen de una escultura, una persona gritando o un recuerdo.

[ii]. SIGNIFICADO

El significado es el concepto o la idea que se evoca. En este caso, la frase se refiere a la capacidad de la escultura para funcionar como una forma de expresión poderosa y duradera que trasciende su mera existencia como objeto inerte.

[iii]. LA EXPRESIÓN EN SU CONJUNTO

"La Escultura como Grito y Memoria", une estos dos conceptos. Implica que la escultura no es solo una obra de arte pasiva, sino una fuerza activa que hace ambas cosas simultáneamente. Por lo tanto, la escultura es vista como un vehículo para la expresión de lo que es a la vez urgente (el grito) y eterno (la memoria).

Es una manifestación física de una emoción o un evento que clama por ser reconocido y, una vez creado, se convierte en un recordatorio permanente de esa misma emoción o evento.

Esto es especialmente relevante en obras de arte público que buscan conmemorar tragedias o figuras históricas, donde el acto de esculpir se convierte en un acto de resistencia y de pervivencia de la memoria.

¡No al irrespeto a la obra del arquitecto y escultor Carlos Prada Hernández!

¡No a la mudanza o destrucción del monumento alegórico a los 500 años de Cumaná!



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Servando Marín Lista

Arquitecto - Autor de los libros: 1.- La Geometría de los Afectos (2007). 2.- Desde la Comunidad (2010). 3.- La Ciudad Comunal (2013). 4.- El Caserío de Altagracia de Cumaná (2016). 5.- El Caserío de Santa Inés de Cumaná (2017). 6.- Cumaná: La Otra Ciudad (2019). 7.- Más allá de Tierra Firme (2022). 8.- Más allá de La Mar (2023).

 tetralectica77@gmail.com      @chevan2

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