Psico Idoneidad Académica Democrático Social Contractual

Recabar información relacionada con la psicología del venezolano antes de la revolución de 1999 es bien difícil. Existen en línea un sinnúmero de artículos pretendidamente serios en los cuales se destruye despiadadamente la iniciativa democrático y social en todos sus aspectos culpándola de todos nuestros males como que si este nuevo intento de Venezuela nueva no hubiese sido el resultado de una tragedia mayoritaria de sometimiento, aislamiento, asesinato y dominación sistemática. Pero la experticia en investigación da buenos frutos y uno termina desentrañando misterios. Esa crisis económica y la crisis de representación política que daba sus primeras muestras de existencia, se agudizan en los últimos 30 años. Los indicadores más contundentes de la crisis económica es el deterioro de las condiciones de vida de la población, recientes desastres naturales que afectan a los sectores menos favorecidos económicamente, y el deterioro continuo de los servicios públicos de salud, educación y vivienda. Había razones socio y psicológicamente contundentes para atrevernos a dar el salto a una nueva propuesta política. Para finales de los años 90 el abogado, político y escritor del patio Arturo Uslar Pietri subrayaba la malversación de casi 260 mil millones de dólares en 22 años de ejercicio IV republicano, dinero que pudo servir para 18 planes Marshall. Uslar no era un político del montón. Investigaba. Inocultable que una gran cantidad de venezolanos morían de mengua entre 1973-1998 con respectivas consecuencias psicosociales graves de verdad. Estamos hablando de década de remarcaje de precios, lista de bachilleres sin cupo, acaparamiento de productos de la cesta básica, ley de vagos y maleantes, recluta, ley de fuga, el 60% de interés activo para el pago una vivienda con sus abominables cuotas balón incluidas, deserción escolar, fusión de secciones, traslado de docentes, salarios de hambre. El sector más golpeado ayer como hoy por supuesto, seguía siendo educación. Memorable el artículo aquel de Earle Herrera "Judas y los Maestros".

Asumimos el reto de redactar una nueva constitución para la creación de un nuevo estado de derecho incluyente porque una Venezuela a la deriva – en según el Profesor Luis Castro Leiva (copei) su alocución del 23 de enero de 1998 ante un moribundo Congreso quien nos advertía – "(…) descubro que en la vida de mi familia, como en la de muchos de ustedes y de quienes tal vez escuchen, la balacera y el correr de la sangre. Escucho el rítmico arrastrar de los grillos de nuestro muchos presos del pasado, la abundancia del odio, la bulla de la lujuria de los desmanes del poder, la injusticia, el robo de los dineros públicos, el hambre y la brutal sencillez de un movimiento pendular en la teoría clásica de las formas de gobierno: del gobierno de uno se pasaba al de unos cuantos, del de unos cuantos al asalto del de todos; de la tiranía a la oligarquía, de la oligarquía a la democracia como oclocracia, y así sucesivamente. Así había sido la vida de esta república." No obstante sobrevivimos a la barbarie puntofijista que nos inhibía psicosociopoliticamente de usar la palabra "camarada" hasta en los espacios del Pedagógico de Caracas.

Existe una brutal guerra psicológica contra el venezolano de hoy cuidadosamente compaginada con la de ayer. Una "transición democrática" y/o "alternabilidad en el poder" representan susurros que refuerzan que "la realidad venezolana ha sido interpretada recurrentemente desde el fatalismo o pesimismo por gran parte de la intelligentzia nacional. Situación que permite hablar de una tradición pesimista rastreable desde muy temprano en la vida republicana del país." Migración, polarización violencia política, desprecio étnico, azuzada por factores anti gubernamentales desde 1999 con videos psicometaprogramadores que intentan complementar con su discurso intelectual contemporáneo imbuido en una suerte de profecía auto-cumplida del fracaso nacional, representan un modus operandi que han llevado hasta las aulas. El capital no va a permitir así de simple que el modelo participativo y protagónico, democrático y social de derecho y de justicia en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela prospere y se convierta en referencia emancipacionista mundial. Por esas razones no cesarán los ataques de toda índole, magnitud e intensidad contra la nación y lo que representa. No basta con hacerlo todo bien. Urgen medidas no de aguante sino de posicionamiento del pensamiento bolivariano y el nuevo estado de derecho para la defensa del legado constitucional precisamente en las aulas. El psicólogo social de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Fernando Giuliani, señala que estas guerras no convencionales confluyen factores psicológicos que determinan la respuesta violenta de estos grupos opositores. El experto indicó que «el gran objetivo de la guerra no convencional es generar unas condiciones internas de una determinada sociedad, de manera tal que se haga insostenible, por un lado, la gobernabilidad y, por otro lado, la convivencia». Eso va a generar condiciones para que haya un derrumbamiento, que haya un desplome del gobierno de turno».

El Presidente Nicolás Maduro ha anunciado un Plan de Salud Preventiva para impulsar el bienestar físico y mental del cual desconozco sus alcances profundos más celebro su iniciativa para permitirme en mi calidad de sobreviviente del pacto de punto fijo y consuetudinario defensor de nuestro proceso revolucionario, insistir en una constituyente educativa que establezca con claridad los lineamientos doctrinarios académicos y contractuales que redefinan la direccionalidad académica y protejan a quienes masificadamente vienen ingresando a las aulas en las diferentes modalidades y niveles de la educación pública. Tenemos que incentivar el ingreso a los Pedagógicos para acabar de una vez por todas con esa abominable práctica seguir permitiendo que Físicos, Químicos, Matemáticos, Computistas sin didáctica, pedagogía, ni los más elementales conocimientos de orientación grupal, psicología educativa, elaboración de tests o técnicas de evaluación, continúen elevando astronómicamente la cantidad de alumnos aplazados en ciclo básico universitario. Peor aun sucede con Lectoescritura. Potenciales candidatos a desarrollarse en la ciencia, son obligados a abandonar la carrera de su vocación por no saber leer ni escribir. La Universidad Simón Bolívar otrora desconocida, es hoy una de las más apetecibles: el Programa de Igualdad de Oportunidades –suerte de cancillería interuniversitaia- así lo evidencia con sus casi 7500 visitas a su pagina web en dos años de actualizada. Pero puertas adentro, anualmente casi 500 alumnos de los 900 que se inscriben son raspados en matemáticas, inscritos de nuevo en verano, pero ante innumerables psicológicas y administrativas razones de vainas 150 o menos logran aprobar. Ahí están los informes de Secretaría. Otro tanto son las aterradoras cifras en Lectoescritura: en mis 30 años como profesor de inglés, esa ha sido otra de las tres María. Pero los pedagógicos, en su perenne insubordinación, miran para otro lado.

Toda la dimensión del sistema educativo público venezolano abandonada a su suerte, en un espantoso estado de orfandad gremial y todavía lamiendo las heridas a las cuales sobrevivimos en la IV república muy, pero muy a sus anchas profesores, obreros, administrativos y estudiantes drenan el pus de su amargura perpetua de antaño y descontento hacia el nuevo proyecto de nación en construcción alineándose con todo ese despliegue psicológico y mediático comunicacional que atornilla cotidianos de intentos de ocupación y bombardeos humanitarios. Hasta cuándo nos miramos el ombligo, camaradas? Aquí no hay chavismo ni madurismo. Solamente una Constitución de la República Bolivariana de Venezuela con una orgullosa herencia socio histórica y variedad de riquezas naturales para el disfrute de todos por cuidar y defender. Bienvenido el 1er Congreso Pedagógico de Maestros y Maestras Bolivarianos para el rescate de la unidad de la unidad político académica mejorando las condiciones materiales del maestro y la maestra; así como garantizar el bienestar social y físico desarrollando un sistema de dirección escolar colectivo en torno a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y Ley Orgánica de educación.

No es la conciencia de los hombres la que determina la realidad social; por el contario, la realidad social es la que determina su conciencia, decía Marx

Profesor Alexander Natera. Consejero Universidad Simón Bolívar – Ejecutivo Nacional - Redsentinnel05@yandex.com

Profesor Alexander Natera

Coordinador del Programa de Igualdad de Oportunidades.
Universidad Nacional Experimental Simón Bolívar.
USB



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