Hay amigos, o hermanos del alma, que deambulan por el mundo sin que todavía los hayamos conocido personalmente. Que compartimos en lo humano y en lo moral los mismos principios. Es el caso, por ejemplo, de mi querida amiga Flavia Riggioni una investigadora en el área de la Química y la Biología, con importantes publicaciones ("papers") y aportes al conocimiento, que me temo, nosotros (Venezuela) la hayamos desperdiciado (o la estemos desperdiciando en este momento). Todo esto duele, porque el conocimiento es algo muy costoso y profundamente valioso para un país, sobre todo para un país como el nuestro, tan necesitado de pensadores, de científicos, tan asediado, tan odiado por Occidente, en la mira del imperialismo gringo-europeo.
Una revolución que no cabalga sobre la ciencia, sobre las matemáticas, es coja, propensa a ser descarrilada, se encontrará en permanentes asedios y peligros, porque hoy no es tanto la preparación bélica con armas poderosas para defender el cielo. Nuestro territorio y el aire, sino el de la INTELIGENCIA, el del PENSAMIENTO, el de las METODOLOGIAS, LA SEGURIDAD SOCIAL y el ESTUDIO en general, siempre estar analizando POR DÓNDE VIENEN O VENDRÁN LOS TIROS. Una revolución tiene que estar fuertemente fundamentada en el CONOCIMIENTO. Por eso a China y a Rusia la respetan y no se atreven. Por eso lo piensan mucho los sionistas a la hora de agredir a Irán. Y hemos de recalcar que en la medida en que nosotros nos vayamos haciendo más soberanos e independientes en el terreno de la ciencia y de la tecnología, en esa misma medida iremos siendo más atacados, más aviesamente agredidos por EE UU y la Unión Europea. Se trata de una carrera de la liberación para independizarnos de los eternos colonialistas de este mundo. Es decir, esta será una lucha muy larga y plagada de peligros por doquier, pero n excite otro camino que el de una permanente PREPARACIÓN…
A Flavia, he tenido la fortuna, la he conocido por sus sentidos y acertados escritos por Aporrea. Algunos los hemos publicado por ENSARTAOS. Ella, así lo veo, se mantiene preocupada, como todo ser sensible, como siempre lo está Mario Silva, alertándonos, educándonos, haciendo nos ver los vericuetos y entresijos de estos ataques en la guerra cognitiva. Flavia me dice: "Ayer escuchando a Mario Silva, y la enorme necesidad que planteó de que las nuevas generaciones sepan lo que ha pasado en la revolución bolivariana, su significado, sus detractores, sus siempre los mismos enemigos, se me ocurrió que sería muy bueno, crear un programa del tipo "Quien quiere ser millonario". En el sentido de preguntas y respuestas a jóvenes venezolanos que versen sobre Simón Bolívar, y la revolución que encaminó Hugo Chávez. Con todos sus detalles de concepto, forma y desarrollo".
Flavia, querida amiga. Así es, sin saber de dónde venimos tampoco puede hacerse una revolución. Sin amar a Bolívar, sus ideas, sobre qué valores podríamos luchar. Realmente, qué sería América Latina sin Bolívar. "Lógicamente entiendo –me sigue diciendo Flavia - que el título es, si queremos, antirrevolucionario porque la idea en el socialismo es precisamente no ser millonario, a costa de los trabajadores… Pero buscar otro nombre siguiendo el mismo esquema de responder con aciertos. Es un programa que generaba mucho interés para todos y todas porque retaba al público a tener más y mejor conocimiento. ¡El premio! ya verá el que se proponga hacerlo. Tal vez usando Venetur, ofreciendo un buen viaje en Venezuela o en otras partes del mundo: Cuba, Rusia, China". Yo también propondría, que el premio fuera pasar una temporada en el campo sembrando papas, arroz, yuca o frijol. Irse a Guayana o Guyana, como maestro en aquellos parajes que necesitan ser tomados por el alma venezolana, para que de hecho palpite lo nuestro, allí en el Esequibo. Sería un premio extraordinario, fabuloso. Un premio también sería aprender oficios de carpintería, de electricidad, de albañilería. Esa fue una idea del Che Guevara que la practicó en Cuba, él se fue a los cañaverales con jóvenes a sembrar y cosechar.
Sigue diciendo mi hermana Flavia: "Te lo dirijo a ti porque sé que eres amigo de Mario Silva y podrías por favor ¿hacerle llegar esta idea?
Por supuesto, José Sant Roz siendo tan bolivariano deberías participar en el libreto de preguntas y respuestas. ¿Quién mejor que tu? Sergio Rodríguez Gelfenstein también sería apropiado y ¿el poeta Gustavo Pereira? Solo unas ideas claro...".
Tú Flavia, tan hija de esta tierra. Tú eres llamada, por ejemplo, a ser profesora de la Universidad "Fernández Morán", tú como otros tantos científicos que aman a esta patria.
Agrega Flavia: "Desde hace tiempo pienso también la necesidad para el gobierno de tener un programa semanal tipo Radio Rochela. Hace falta divertirnos y reír sobre nuestros pesares y el desquicio de la oposición. De alguna manera El Mazo lo está haciendo, pero muy dirigido selectivamente. Sería cuestión de ampliar el panorama, siempre en Venezuela y lo que acontece alrededor de ella, incluso desde el exterior. Roberto Malaver sería apropiado con su humorismo, pero faltan los actores y otros libretistas. No sé si en algún momento se lo planteé a Winston Vallenilla esta idea, o tal vez lo soñé. Winston es vecino de mi calle".
Aquí, como decía José Martí el talento bulle en todos lados, el genio, la chispa, lo creativo, y todo eso, y ese es el punto, hay que canalizarlo, darle un sentido y un rumbo.
Termina diciendo en ese mensaje Flavia: "En fin, ahí te dejo esta idea con la seguridad de que si te gusta, podrás encaminarla a otros, ojalá participando tú también... Creo que podría ser tremendo programa, muy útil para lo que plantea La Hojilla. Es una necesidad. Te mando un abrazo fraterno agradeciendo tu paciencia con mis locuras creativas".
Así es nuestra querida Venezuela, con su gente dulce, amable y amante de su historia, de su tierra. Así la iremos levantando, ella en sí misma es un poema. Claro que lo vamos a lograr, querida Flavia, porque ahí están latentes en todos nuestros ámbitos: Bolívar, Sucre, Fernández Morán, José Francisco Torrealba, Alirio Díaz, Armando Reverón, Ramos Sucre, Jacinto Convit, Juan Félix Sánchez, Gustavo Pereira, María Rodríguez, Ramón Palomares, Esteban Emilio Mosonyi, Argenis Rodríguez, …