Estuve leyendo el documento del llamado Frente Democrático Popular -lo hice varias veces para entender su contenido-. Se designan como un espacio de confluencia de distintas organizaciones sociales y políticas, también del llamado "chavismo disidente" y de sus opuestos.
Nada de qué asombrarse, hay una, tan larga, como fraudulenta historia de "frentes democráticos y populares". Son sacos para recoger insustancialidades políticas. Los europeos, no faltaría más, los engendraron. Aquí, en nuestra América, los uruguayos, argentinos y chilenos; han sido, como siempre, sus amanuenses repetidores.
El documento no se inicia mal, señalan que este gobierno, luego del 28J, estará bajo el manto de la duda y la ilegitimidad... algo lamentablemente cierto. A partir de ahí -iniciando el rebusque- manifiestan su beneplácito por la intención gubernamental de llamar a un diálogo genuino con el pueblo como único camino para resolver nuestras diferencias... Y naturalmente piden que sea un proceso inclusivo que abarque a toda la sociedad venezolana... Ya lo sabemos, con ese "toda la sociedad" se están refiriendo, como lo pauta la democracia liberal, a sus representantes. Ellos quieren ganarse, es natural, su puesto allí.
Sintiéndose ya parte del "Gran diálogo incluyente" anunciado por Maduro, para conducirnos a una reforma constitucional que facilite la construcción de un nuevo modelo político; se oponen diciendo: lejos de reformar la Constitución, lo que hay que hacer es aplicarla...
Rechazar a priori la idea de reformar la Constitución debe estar asociado, a aquello que anunció Maduro sobre abrirle espacio al poderoso engranaje popular: consejos comunales-comunas-ciudades comunales. Él señaló la propuesta como imbuida en la idea de una democracia genuina, verdadera, democracia del siglo XXI... Bueno, ya veremos a dónde llegará esto en un año lleno de procesos electorales.
Pero, volviendo al frente político mencionado, lo que en definitiva parece caracterizarlo, son sus azarosos saltos de un lado al opuesto, buscando la "confluencia". Por eso incorporan, en el documento en cuestión, un llamado a la libertad de Enrique Márquez. Este señor, en un insospechado e imprudente movimiento, se sumó a la conspiración de la ultraderecha criolla, que incluye solicitud de invasión de fuerzas extranjeras.
