Una semana no tan santa

Cinthya Machado Zuloaga está temblando de la rabia. Levanta la botella de agua y no logra atinar la boca para tomársela. Su mano derecha tiembla fuertemente. Está que ella sola es capaz de tumbar el Gobierno. Ahora no habla, grita:

- No soporto este país, Roberto. No me lo calo más. Los marginales tomaron el poder. No se puede viajar a ninguna parte. No hay cupo. Los marginales tomaron todas las playas de Venezuela. Y no hay nada que te moleste más que estés en una cola comprando un pasaje para París y está allí, delante de ti, una familia de marginales con sus boletos en las manos. Esta semana no tiene nada de santa, amigo. Esta semana es del diablo. Todos los que antes nos diferenciábamos de la chusma, de las hordas, de los pataenelsuelo, de los terrícolas, de los tierrúos, de los se me acabaron los calificativos, ahora los encontramos en todas partes. No hay lugar en este país, mi país, tu país, para colocar una maldita carpa.

Parece mentira, pero mientras más brava se pone, más linda se ve, más excitante se ve, más Machado Zuloaga se ve.

- Parece mentira, ahora nosotros, los Machado Zuloaga, los Brillemburg, los Salvatierra, los Boersner, los Mendoza, ahora somos los excluidos, los marginales nos quitaron el país, nos quitaron las playas, así como nos quitaron el petróleo, y te digo más, amigo, sí esta oposición decadente y whisky 21 años, no es capaz de salir de este, tu Presidente, voy a tener que asumir yo esta causa, porque ahora sí es verdad que no lo tolero. En diciembre lo soporté, pero ahora no me lo calo.

El mesonero la está viendo con mucho temor. La gente pasa y escucha aquella voz tan sensual que está reclamando. Que está pidiendo que le devuelvan a su país. Que llegó un hombre y les dio poder y les habló de socialismo y ellos se lo creyeron y ahora no hay quien los detenga. Están por todas partes sembrando el terror entre nosotros, la gente decente. La gente que ha construido este país, o mejor dicho, lo que queda, porque ya lo han destruido todo.

Y sigue diciendo ella:

- No paso una Semana Santa más en este país. Esta semana me quedo en mi casa, porque no quiero ver marginales dándonse la gran vida en las playas y en la montaña y en el exterior, cómo puede un país desarrollarse así, con todos esos marginales en vacaciones. Hay que educar a los marginales para que respeten y tomen sus sitios, hay sitios que nos pertenecen a nosotros, eso del socialismo del siglo XX1 se lo están tomando muy en serio, yo no puedo ser igual a Juana Pérez. Nosotros, te repito, la gente decente, los que construimos la democracia, tenemos la gente con la que volveremos a gobernar, porque para eso los hemos comprado, le hemos pagado sus cursos, sus cenas, sus libros, incluso sus matrimonios.

Y de repente se levanta y me da un beso y me dice que se va y que estará presa esta semana del diablo porque ella no se cala ver a los marginales felices, porque eso es intolerable, y se va caminando con su bravura a asilarse en su quinta.

(*)Periodista

robertomalaver@cantv.net



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Roberto Malaver(*)

Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.

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