Exxonmobil inicia la recolección de información sísmica exploratoria en las aguas en conflicto con guyana durante 2008. En 2015 perfora el primer pozo exploratorio; Liza-I, que luego conllevaría a la firma del acuerdo de producción en ese mismo año. Desde el arranque de producción el 20 de Diciembre de 2019 hasta la actualidad, han sido producidos en total una cifra aproximada equivalente de $64,000 millones.
A la producción actual de 390,000 BPD, por cada año exxon y guyana se embolsillan un aproximado de $12,000 millones. Con la reciente incorporación de Payara se espera que para 2024 el volumen producido se eleve hacía 620,000 BPD, con lo que la extracción podría traducirse en un ingreso bruto de unos $19,000 millones anuales. De llegar a producir 1.2 MMBD @ 2027 suponiendo las mismas variables de mercado, la extracción de los recursos estaría generando como mínimo cerca de $37,000 millones cada año. Ese es el dinero que guyana y exxon activamente arrebatan a nuestra nación y nuestros ciudadanos desde 2019, con el pleno conocimiento del gobierno de maduro.
Súbitamente en pleno año preelectoral el gobierno decide plantear un referéndum, para consultar a los ciudadanos Venezolanos sobre un tema de soberanía que venía arrastrando pendiente desde hace unos 15 años desde 2007-08, mientras le continuaban entregando nuestros hidrocarburos y condonando deudas a aquellos que al unisonó han apoyado y aun apoyan a guyana en el conflicto con Venezuela; los representantes del caricom y cuba. Es el doble discurso del madurismo.
El referéndum por sí solo pone en duda el patriotismo de cada uno de los conciudadanos, ya que ninguno de los nacidos en Venezuela apoyaría la entrega de un territorio que por ley y por derecho, nos pertenece. Mas aun, plantea serias dudas acerca de su verdadero objetivo, sabiendo que la inmensa porción de ese pueblo humilde que ha venido votando arreado por el hambre y el interés por una bolsa de comida podrida clap y bonos miseria, hoy representa más del 80% del país.
Por el nivel de complejidad inherente, cuesta creer que ese pueblo empobrecido esté preparado para entender el alcance y la implicación de alguna de esas 5 preguntas; a saber:
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Las dos primeras de carácter legal y que definen la situación jurídica de la zona en conflicto.
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La tercera abarca la posición de nuestro país ante la Corte Internacional de Justicia.
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La cuarta pregunta y quizá la más trillada por el suscrito, atiende la extracción ilegal de hidrocarburos de nuestros activos a lo largo y ancho de nuestra fachada Atlántica.
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La quinta pregunta apunta a la conformación del estado Guayana Esequiba.
La realidad tangible es que la reacción de los representantes del poder luego del simulacro del domingo pareciera desdecir del aparente objetivo del referéndum convocado para el 3-12; ya que a post mortem, el énfasis ha sido puesto en la comparación de la supuesta afluencia al simulacro, contra la consulta de las primeras de la oposición y no en la obligación del gobierno y las instituciones, de defender la integridad territorial de nuestra nación a toda costa.
