Tuve que enterarme de las necesidades de mi vecina, porque su hija, me lo contó. "Papá salió y no nos dejó para la comida". Ya tiene muchos días fuera de la casa y debe andar bien tranquilo, mientras nosotros aquí, que dependemos de él, estamos pasando las de Caín". Mi mamá anda como agua para chocolate y no es para menos.
Dice mi mamá que siempre cuando el va a salir, y se va directo desde el trabajo, manda los reales con algún compañero de trabajo; pero, según nos dijeron, el también se fue de viaje con mi papá. "Coño, ese hombre está loco", dice mi mamá. "Él cree que aquí nos alimentamos con aire"
Yo entiendo a mi vecina. No hay nada más desesperanzador que revisar la despensa y/o la nevera y ver que no hay nada. Lo peor es que tampoco haya con que llenarlas.
Esta breve historia tiene mucha coincidencia con el viaje que hizo el presidente Maduro a China y otros países; anda con la vicepresidenta; mientras tanto, los trabajadores, quejones con razón, están esperando su bono de guerra para enfrentar la grave situación que se vive. ¿Quién lo pagará? ¿Quién dará la orden de pagarlo, mientras ellos no están?
