Domingo, 25 de diciembre de 2022.- No existe voluntad, ni norma en el mundo que nos impida pensar e indagar en los negocios públicos y en la conducción transparente de las cuentas financieras del Estado.
Eso no existe.
Que nos obligue a quedarnos callados y no opinar al respecto.
Se ha intentado, a través de la historia de la humanidad en distintos territorios y en diversas épocas, se ha intentado amordazar al ciudadano, mantenerlo silente, arrinconado, temeroso de las consecuencias que le puedan ocasionar el emitir sus opiniones y puntos de vista, temblando del miedo y hediondo a cárcel y a prisión por violar leyes mordaza.
Leyes anticonstitucionales que cercenan la libertad de opinión y de participación ciudadana consagradas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Ley central, por encima de todas las otras leyes y Contrato Social que regula todos los asuntos relacionados entre El Estado y sus ciudadanos.
Ese intento no tiene nada de novedoso.
Se ha intentado, se seguirá intentando y parece que nos tocó el turno.
Esa pretensión de arrinconar al ciudadano e impedirle a través de normativas leguleyas el participar al someterlo a un silencio institucionalizado es inútil, es estéril, no tiene ni pies ni cabeza.
No tiene futuro.
¿Cómo se va a lograr que toda la población de un país permanezca callada, temerosa, indiferente y desentendida del manejo de los asuntos públicos, de las cuentas del Estado como se pretende en las Zonas Económicas Especiales?
¿En qué cabeza cabe que eso es posible?
¿Qué opinan los expertos en materia jurídica sobre este exabrupto de pretender imponer un Secretismo Indeseado en las cuentas del Estado que deben ser públicas, claras, auditables y cristalinas?
¿Qué opina la Procuraduría General de La Nación, La Contraloría General de La Nación, La Fiscalía General de La Nación, El Tribunal Supremo de Justicia (su Sala Constitucional), las Academias relacionadas con esta materia, las facultades de Derecho de las Universidades venezolanas y los expertos en materia constitucional qué opinan?
¿Qué explicación pueden dar los honorables miembros de la Asamblea Nacional que votaron a favor del secretismo, cuáles fueron los racionales en que se basaron?
¿Es que se van a quedar callados y van a pasar por debajo de la mesa, para no emitir su opinión, si están a favor o en contra y por qué?
Salvo honrosas excepciones.
La opinión pública venezolana está esperando por sus opiniones.
Y usted amigo lector, amiga lectora ¿qué opina al respecto?
