La guerra cognitiva no es una idea, es una realidad, consiste en cambiar la forma de cómo piensan las personas, atacando a través de aplicaciones, imágenes o audios, al cerebro de las personas, por vía de redes sociales y medios de comunicación masivos, que logran a mediano y largo plazo cambios estructurales de cómo los seres humanos de manera colectiva piensan.
Esta guerra cognitiva supera con creces la guerra de 4ta generación, o la guerra mediática, que a través de imágenes, videos y audios, se justifican acciones bélicas ejecutadas o por ejecutar, la guerra cognitiva va más allá, se trata de cambiar las formas de cómo se conciben tales o cuales hechos en un territorio o una región determinada, es decir, la forma como tú cerebro descifra las acciones a su alrededor y en muchos casos te conviertes en arma de guerra de quién te ha aplicado las estrategias para cambiarte la forma de pensar.
Llama la atención cómo por ejemplo, en Suecia, un alto porcentaje de la población teme a una invasión rusa, esto se debe a que ese pueblo ha sido sometido a través de las redes sociales a ataques mediáticos, sobre una posible invasión rusa, a la población a través de redes sociales como tiktok en ese país, se les muestra escenarios de guerra y juegos interactivos sobre cómo reaccionar ante una invasión Rusa, es decir, la guerra cognitiva en su pleno desarrollo, hace que el pueblo de Suecia, tenga animadversión sobre Rusia.
Otras estrategias de guerra cognitiva, la observamos en Colombia, donde las redes sociales y los medios de comunicación, han preparado al pueblo colombiano en escenarios de xenofobia contra venezolanos, hablando permanentemente mal de nuestros migrantes, vulnerando sus derechos humanos y generando un rechazo en gran parte del pueblo colombiano, que ha suscitado inclusive maltrato a nuestros compatriotas venezolanos.
En Venezuela se ha venido aplicando estrategias de guerra cognitiva, y han causado efectos, claro está, no el que hasta ahora habían esperado los Estados Unidos de Norte América y sus aliados, pero estos insisten en seguir aplicando esta guerra y debemos estar alertas.
Por ejemplo, ya es común escuchar a compatriotas revolucionarios utilizar códigos de la oposición, y me di cuenta al observar el programa la hojilla, de Mario Silva, transmitido el pasado sábado 12 de febrero, donde explicaba que muchos camaradas hablan con términos por ejemplo “enchufados” que son códigos de la oposición y que ligeramente son usados por camaradas al referirse a personas que sin ser chavistas, hacen y deshacen creyéndose intocables, ejemplo el empresario del turismo que hizo su fiesta en el tepuy, originando daños irreparables, eso fue un ejemplo que me obliga a mí a escribir sobre el tema y dejar la siguiente interrogante, ¿nos está afectando la guerra cognitiva?
Debemos estar alertas ante este escenario de guerra, denunciar estas secuelas de la guerra cognitiva y aplicar estrategias en las redes sociales y medios de comunicación que permitan que a las y los venezolanos no se nos cambie nuestra manera de pensar.
Nosotros Venceremos
@jesussantanderL
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