La universidad herida, un país agonizante y una remodelación necesaria

Tres noticias dibujan perfectamente el paisaje político de la Venezuela de hoy: el Profesor Pedro Salinas fue encontrado en estado de inanición, al lado del cuerpo de su esposa fallecida, también profesora, los dos de la Universidad de los Andes; el vigilante de la ULA, Antonio Suarez, después de unos años de pobreza extrema que lo obligaron a dormir en un aula de clases, murió ayer; la vicepresidenta delcy rodríguez, flanqueada por dos altos funcionarios, anuncia remodelación física de la Universidad Central.

Las noticias ejemplifican la situación de las Universidades, y la actitud del gobierno madurista, semejante al maltratador que golpea a la mujer y después le compra un frasquito de mercurocromo. El madurismo, inseparable de su alma fascista, arremete contra la inteligencia, las Universidades, su sólo nombre le produce rechazo. Los profesores están arrinconados hasta la inanición, los obreros llevados a los límites de la nada, los empleados en similar situación.

El gobierno, principal causante de esta tragedia, remodela el reloj de la Central, pinta unas paredes y reparte impermeabilizante por algún techo de la vapuleada Universidad Central, violada su autonomía, maltratada hasta la grosería en su presupuesto, menor que el de un canal de televisión del estado.

Lo que padecen las Universidades es reflejo de lo que padece el país. El gobierno imputa de todos los males al asedio de los gringos, y de esa manera huye de su responsabilidad. El raro bloqueo, que permite la existencia masiva de bodegones, la importación de automóviles de lujo y otras exquisiteces, no puede ser la causa principal de este desastre; existen otros países bloqueados duramente desde hace más de medio siglo y producen medicinas para el mundo, son ejemplo en la educación y la atención médica a su pueblo, muestran alto desarrollo científico y tecnológico. Este gobierno inepto, sin dudas, es la principal causa de la crisis, en complicidad con la oposición gringa de guaidó, que juntos conforman una pareja de distracción de la masa. Por ejemplo, van a elecciones promocionándose como enemigos y al otro día están en miraflores aplaudiendo, compartiendo una celebración.

El problema del país, el problema de las Universidades, el problema de PDVSA, todos parten de miraflores, no hay otro culpable. Y es desde allí que se debe buscar la solución. Un gobierno como éste, embustero, inepto, bueno sólo para inventar excusas, sólo puede conducir el país al desastre, no puede solucionar el mal que él mismo causó. El primer paso hacia la sanación es la salida del gobierno. Hay que luchar contra la causa central de los problemas, y hacerlo unidos; las luchas parciales por resolver los problemas focales sólo diluyen la lucha y afianzan al gobierno. Es la hora de la política grande, la que implica la lucha por el poder; es una ilusión vana pretender resolver el problema de la Universidad sin resolver el problema general de país, sin recuperar la economía empezando por PDVSA, y recuperar los valores morales de pueblo con sentido de pertenencia, de conciencia del deber social. Esa es la tarea. Hoy la Universidad es una alerta, no la podemos dejar morir, como no podemos dejar morir a la Patria. Qué bueno y esperanzador sería ver a los obreros universitarios, a los profesores, a los estudiantes pidiendo la renuncia del madurismo, como primer paso para la reconstrucción de la Universidad. Esa es la remodelación que necesita el país.

¡CHÁVEZ, PATRIA VIVA!



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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