La doble vara de medición de "fuerza vecinal"

El pasado viernes 27 de agosto, en mi condición de único concejal chavista en la Cámara Municipal de El Hatillo, asistí a la Sesión Especial convocada por dicha Cámara con motivo de la celebración del Día del Administrador, evento que se llevó a efecto en los espacios del Centro Social y Cultural Don Henrique Antonio Eraso, ubicado en la calle Santa Rosalía, en la acera sur, frente a la Plaza Bolívar de El Hatillo.

Fue un acto protocolarmente bien organizado, en el que estuvo presente la directiva de la Federación de Colegios de Licenciados en Administración de Venezuela, encabezada por su presidenta la licenciada Lilian Agüero, el alcalde Elías Sayegh Allup, varios directivos del ejecutivo municipal, el Sindico Municipal, varios profesionales de la disciplina de la Administración, quienes fueron objeto de reconocimiento en la parte final del acto y el alcalde Darwin González del municipio Baruta, también de profesión Administrador y quien había sido designado como Orador de Orden para la ocasión. Además, naturalmente, de la Cámara Municipal en pleno y, por supuesto, una representación de funcionarios de la alcaldía y del Concejo hatillano.

Es de destacar que ambos alcaldes, Elías Sayegh Allup y Darwin González, son militantes de una organización política que lleva por nombre Fuerza Vecinal, que viene a ser una especie de derivada del partido político Primero Justicia, de la cual forman parte, también, los alcaldes Duque y Fernández de los municipios mirandinos Chacao y Los Salias, respectivamente.

Ciertamente, en el desarrollo del evento, hubo varias intervenciones de entre las personas asistentes, pero, la que queremos destacar es la del orador de orden, el burgomaestre baruteño, Darwin González, debido a uno de sus recursos argumentales, que no podemos dejar pasar por alto y que es lo que nos motiva a redactar la presente nota.

El argumento en cuestión, del alcalde González, (en el marco de una intervención en la que quería resaltar cómo es que con tan pocos o limitados recursos ha podido desarrollar su gestión), fue que él recibió la alcaldía, hace cuatro años, con un presupuesto de millón y medio de dólares (1,5 millones de $), cuando en otros tiempos los ingresos de la alcaldía de Baruta llegaban a alcanzar hasta ciento diez millones de dólares (110 millones de $). Y que ha podido, producto de su inventiva y del equipo que lo acompaña en la alcaldía, apelando a sucesivas reformas impositivas, elevar los ingresos a seis y medio millones de dólares (6,5 millones de $) con lo que ha logrado desarrollar, dentro de las limitaciones existentes, una gestión destinada a darle respuesta a las comunidades en materia de servicios y, en general, en cuanto a los diversos requerimientos de la población baruteña.

Relievaba, el alcalde Darwin González, en su disertación que esta labor provechosa se debía, en cierta medida, a sus habilidades gerenciales administrativas dada su condición de profesional de la disciplina de la Administración y que podría ser mucho mejor si se contara con mayores ingresos Resaltando, igualmente, que mientras esto acontecía en su municipio, en cambio, en contraste, en el país, producto de la pésima administración, se vivía un acentuado deterioro de la calidad de vida, con servicios públicos deficientes y un insuficiente poder adquisitivo que no le permitía a la población venezolana satisfacer, ni siquiera, medianamente, sus necesidades básicas. Y que, por ello, se imponía un cambio en la dirección del país, y este cambio, en su criterio, era inminente.

Un público cautivo, ideológicamente afín con el enfoque del expositor, como el presente en el acto, aplaudía entusiasmado ante las palabras del alcalde González. Como igual lo hizo en la oportunidad en que el alcalde Sayegh Allup, en un corto saludo a la audiencia, hilvanó un razonamiento similar al de su correligionario González, resaltando, así mismo, la necesidad del cambio ante la incapacidad, según su punto de vista, del gobierno nacional de dar respuesta efectiva a las necesidades de los habitantes del país.

Ante este recurso argumentativo de estos alcaldes opositores al gobierno nacional, hay que responderles que la vara con la que ellos se miden también les debería servir para medir la gestión del gobierno nacional. Pero no, sería pedirles unas cualidades de las cuales adolecen: objetividad en el análisis y honestidad intelectual. Porque de seguro que ambos están conscientes de las grandes dificultades por las que atraviesa la economía nacional, producto, fundamentalmente, de la criminal agresión que el imperialismo estadounidense ha venido sistemáticamente desatando en contra de nuestro país y en contra de todo nuestro pueblo, con la excusa de que tales medidas sancionatorias están dirigidas a afectar sólo a altos funcionarios del gobierno bolivariano.

Es que acaso, González y Sayegh Allup, al igual que los otros militantes de Fuerza Vecinal o de Primero Justicia desconocen que, por ejemplo, los ingresos de la nación se redujeron en 99 %, en los últimos años, pasando de cincuenta y cuatro mil millones de dólares en el 2014 (54 mil millones de $) a sólo cuatrocientos millones de dólares (400 millones de $) el año pasado y, sin embargo, el país ha estado funcionando, garantizándose los sueldos y salarios de los empleados públicos, las Misiones Sociales activadas a pesar de las dificultades, etc, y atendiendo con reconocida efectividad el combate contra el covid-19, a diferencia de países que para nada están sometidos a ningún tipo de cerco o presión imperial, incluido el propio EEUU y, sin embargo, arrojan resultados más que lamentables. No se requiere ser sabihondo ni tener doctorado en Administración para concluir que la gestión del gobierno bolivariano tendría un mejor rendimiento si no estuviera de por medio la injerencista, ilegal y antihumana intervención extranjera.

Pero no, la vara condescendiente con la que ellos se autoevalúan no la emplean a la hora de calificar la gestión gubernamental bolivariana, hacen abstracción de la agresión imperialista, no la condenan y en algunos casos hasta la aplauden, creyendo que con eso logran réditos para sus aspiraciones políticas. Qué equivocados están, ya llevan 21 años en ese predicamento y a medida que pasa el tiempo más se debilitan. No entienden que el pueblo venezolano, inteligentemente, evalúa la realidad con otra vara.

 

Agosto 2021,



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Miguel Ugas

Miembro de la coordinación nacional del MoMAC

 miguelugas@gmail.com

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