Desde Washington y Bruselas, es desde donde se dan las órdenes que establecen la forma de actuar de la oposición terrorista venezolana, para desestabilizar, inicialmente toda ella, pero en la medida de que una de las partes se ha ido distanciando del terrorismo, como forma de hacer política. Solo ha quedado la oposición terrorista como receptora de las disposiciones imperiales y coloniales que acata con vergonzosa actitud anti patria, a los fines de maximizar ganancias a través del robo de los bienes del pueblo venezolano. Con dirección y apoyo de la casa Blanca y la Unión Europea y dar prueba de su fe antinacional y entreguista, al neoliberalismo. El valor y La resistencia del pueblo venezolano, ha hecho fracasar todos los intentos subversivos, entre los que podemos señalar el intento de asesinato del presidente de la república Nicolás Maduro y el resto del poder público venezolano.
La realidad política en contra de Venezuela, ha cambiado, tanto en lo internos como a lo externos. La valiente decisión tomada por el gobierno de Argentina, en la persona de su presidente Alberto Fernández, al retirar la denuncia en contra de Venezuela, antes la corte Penal Internacional, desmoraliza al resto del cartel de lima, de acuerdo a lo ordenado por la Casa Blanca y la Unión Europea. Por los hechos señalados y como es notorio, público y comunicacional, que solo 7 países acepta al exdiputado rastrojo Juan Guaidó como presidente interino, título dado por el demente Donald Trump. Los hechos señalados reafirman que La oposición terrorista venezolana, a cinco meses, aún sigue sin horizonte, para la participación electoral del 21 de noviembre. Los países de la comunidad internacional que participan en estos acercamientos muy especialmente Estados Unidos, y España en nombre de la Unión Europea pretende que las criminales agresiones y sanciones impuestas unilateralmente por los Estado Unidos y la Unión Europea, en contra del pueblo venezolano, puedan ser modificadas en un acuerdo entre las partes.
Todo el mundo sabe que las sanciones son un acto de hipocresía de los EE.UU, de la Unión Europea, la OEA, el cartel de lima y la Conferencia Episcopal de Venezuela. Por el solo hecho de que los venezolanos decidieron ser: libres, independientes y soberanos y elegir el gobierno que los venezolanos deseen. Es la razón de las sanciones. La agresión es insostenible en el tiempo, primero porque moralmente no es posible, sostenerla por los agresores y segundo el pueblo heroico de Guaicaipuro, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Ezequiel Zamora y el Comandante Chávez, vencerá. La crisis mundial que azota al mundo, ha obligado a los Países tanto del primer mundo, como los no desarrollados, a atender sus problemas domestico primero el sanitario Covic-19, económico y social, que en la mayoría de los casos son vasallo de: Estados Unidos y de la Unión Europea.
La desestabilización en contra de la democracia Venezolana, no es nueva, ella comienza desde la llegada del Chavismo a Miraflores, es decir desde el año 1998, recordemos el golpe de estado y el golpe petrolero 2002 y 2003. Siempre diseñado y dirigido por los gobiernos de los EE.UU y la Unión Europea a través del reino de España. Pero la agresión, se ha intensificado desde el año 2013, en contra del Presidente Nicolás Maduro. Desde la fecha señalada se ha constituido una alianza, para desestabilizar y sacar al Chavismo de poder. Conformada por la Casa Blanca, la Unión Europea, el desmoralizado cartel de lima y el gobierno Colombiano con toda su estructura de poder: paramilitarismo y narcotráfico, con una relación mediática: Washington, Bogotá y Madrid. Esta alianza ha hecho de todo por colocar un gobierno en Caracas complaciente con la Casa Blanca.
