Esta frase fue dicha por el ex-presidente Rómulo Gallegos el 25 de noviembre de 1948, al día siguiente de su derrocamiento en la Habana, ejecutado por un golpe de militar dirigido por Marcos Pérez Gimenez y tramado por Rómulo Betancourt. El gobierno democrático de Gallegos apenas duró 9 meses!
Todos los venezolanos conocemos el más ilustre escritor y novelista venezolano, autor de las novelas Doña Bárbara, Cantaclaro, Pobre negro entre otras, quién además fue el primer presidente democrático del siglo pasado en Venezuela, elegido por el pueblo con más del 70% de los votos en elecciones libres, después de casi 40 años de brutales dictaduras militares.
Don Rómulo Gallegos con esa acertada frase, indicaba claramente la causa y los autores intelectuales del hecho: las compañias petroleras norteamericanas establecidas en Venezuela desde 1914, quienes su único interés era, obtener los precios más bajos por el petroleo y las condiciones de explotación más ventajosas posibles, para maximizar sus ganancias. Pero lo más grave, arbitrario e injusto fue, que las compañias petroleras le IMPONÍAN al gobierno venezolano los precios, la extensión de las concesiones petroleras y las condiciones de explotación, es decir, que las compañias gringas no se consideraban socios, sino DUEÑOS del petróleo y del territorio venerzolano, y en consecuencia, actuaban de esa manera soberbia y desmedida.
Y el gobierno venezolano que no se sometía a sus condiciones, o bien intentara cambiarlas para que la nación recibiera un mayor beneficio, sencillamente lo derrocaban con el apoyo directo del departamento de estado de de USA, del respectivo embajador gringo en el país y de los militares criollos mercenarios que hacían el trabajo sucio y traicionero.
Todos los golpes de estado realizados en Venezuela han tenido OLOR A PETRÓLEO, desde aquel que Juan Vicente Gómez le dió a Cipriano Castro en 1908, hasta el golpe militar en contra del presidente Hugo Chávez Frías en 2002.
Esa es la misma lamentable historia y el mismo procedimiento de golpes de estados que los EEUU, el supuesto "amigo y buen vecino nuestro", han estado repitiendo en toda Latinoamérica durante más de un siglo:
- El golpe de estado contra el presidente de Guatemala Jacobo Arbenz en 1954 tuvo OLOR A BANANA
- El golpe contra el Presidente chileno Salvador Allende en 1973 tuvo OLOR A COBRE
- El golpe contra el presidente salvadoreño Carlos Humberto Romero en 1979 tuvo OLOR A BANANA
- El golpe contra el presidente boliviano Evo Morales en 2019 tuvo OLOR A LITIO