¿Lo que diga Nicolás o Lo que diga Trump?

Me parece erróneo el proceso de judicialización que se viene ejecutando desde el TSJ contra partidos que venían haciendo alianzas con el partido de gobierno, Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en lo que se llamó Gran Polo Patriótico (GPP) y que durante bastante tiempo garantizó triunfos electorales del chavismo.

Lastimosamente así funcionan los partidos en el poder, como ha dicho el constituyente Néstor Francia, así han funcionado los partidos históricamente y el PSUV no es la excepción, en este sentido.

Dicho esto, asumo que sigo prefiriendo "Lo que diga Nicolás", a "Lo que diga Trump". Honestamente no creo que estemos en una dictadura, por muchas críticas que yo le tenga al gobierno, que le tengo más críticas de las puedan pensar que le tengo quienes leen estas notas.

Claro que me gustaría que en el gobierno hubiese mayor autocrítica por la ineficiencia, la incapacidad, la corrupción y el desacierto en muchas de las políticas que se han ejecutado desde 2013 a nuestros días.

Me gustaría tener menos dudas de las alianzas del gobierno con "capitales privados", porque si bien esto también fue una política llevada cabo por el Comandante Chávez en su gestión de gobierno, las condiciones de los trabajadores no eran tan lamentables como lo son hoy en día.

Claro que las terribles sanciones económicas y financieras y el bloqueo que ha impuesto E.E U.U a Venezuela condicionan, limitan y entorpecen muchas de las políticas que intenta instrumentar el gobierno de Maduro, pero tampoco es mentira que en muchos casos los dirigentes de la revolución no terminan de convencer acerca de que las opciones que se están tomando atienden verdaderamente los problemas que nos agobian.

Considero que esa política comunicacional de mostrar, a través de los canales y emisoras oficiales, un país de ficción, donde parece que el pueblo no estuviera sometido a terribles penurias no termina de ayudar a comprender las verdaderas dimensiones del estrangulamiento al que nos somete el imperio estadounidense y sus aliados.

Entiendo la necesidad de establecer alianzas con sectores opositores dispuestos a seguir las reglas del juego democrático (entre ellos personajes como Claudio Fermín) a los fines de intentar reestablecer acuerdos políticos mínimos de gobernabilidad. No puedo comprender por qué los dirigentes del PSUV no logran mantener alianzas con quienes han sido sus aliados históricos y naturales, durante dos décadas de revolución, con quienes estuvieron integrados por las distintas corrientes de izquierda venezolana en el GPP.

Chávez en su último mensaje de diciembre de 2012, cuando sin saber que se despedía definitivamente, pero intuyendo que cualquier cosa podía ocurrir en adelante, lo dijo con una claridad asombrosa: Unidad, unidad, unidad.

Hasta ahora el pueblo le ha cumplido a Chávez y a la Revolución. ¿Estarán cumpliendo los dirigentes con Chávez y su legado?, ¿Se mantendrá la unidad que fue el factor decisivo que le permitió a Chávez gobernar 13 años o estamos llegan en Venezuela a la etapa inexorable del divisionismo y de las derrotas históricas de las izquierdas latinoamericanas?



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Juan González


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