Diagnosticadores

—Compita, usted cree que a uno lo está dejando el tren atrás.

—Si no se avispa se lo lleva el toro por los cachos.

En este estero habemos o habemus como el Papa, estamos o semos que es como se dice de manera culta.

Una parranda de gente, y en esos me incluyo para no dejarme afuera, que lo que nos pasamos es todo el santo día diagnosticando la situación.

O lo que está pasando.

Como si alguien nos estuviese pidiendo la opinión, o como si alguien nos fuese a parar pelota.

—Y así se le va la vida a uno.

—Y hasta la muerte si se descuida.

Fíjese usted en esto. Minime el 95% de los pacientes no atienden lo que el médico les dice.

Uno no atiende el diagnóstico del médico, apenas uno sale de la consulta y le preguntan ¿qué tienes? ¿Qué te dijo el médico? Uno no sabe que responder, porque no le puso atención al doctor.

¿Usted sabe de qué estaba pendiente uno?

—No, dígame usted.

—Del récipe, hombre.

Porque cuando el doctor le da a uno el récipe, uno sale disparado a comprar la medicina que lo va salvar o aliviar el dolor.

Entiende.

En cambio, en los asuntos políticos de lo único que estamos pendientes es del diagnóstico.

Porque esos nos permite hablar la paja parejo.

Pero no estamos pendientes del récipe ni nosotros proponemos un récipe para salvarnos de estos males.

Pero, en cambio los muchachos, los jóvenes no están con esa diagnosticadera.

Ellos están resolviendo la situación. Están haciendo su récipe.

—Eso sí es verdad.

—De ellos es que hay que aprender.

Y olvídese de estos truchimanes gobierneros.

Fíjese, hable con los muchachos y ellos le van a decir que están haciendo para resolver el día.

Ellos son como los médicos, tienen el récipe para abordar todo este despelote político y económico.

Ellos no saben ni quién es el presidente de la República.

—Ni les interesa.

—Así mismo es.

Pero saben que tienen que echar para adelante.

Y eso es lo que están haciendo.

Uno los ve contentos comiéndose el helado, los Pepitos, como si nada.

Y tienen razón.

Van a esperar que estos carcamales le resuelvan la vida, no que va.

Esos muchachos son 4x4.

En cambio usted ve un viejal, y ese anda amargado y recordando que antes era mejor.

Los jóvenes solo tiene este presente, no conocen ningún pasado ¡gracias a Dios!

Por eso ellos tienen el récipe de cómo resolver su presente.

Déjese de hablar con viejo y póngase a hablar con la gente joven.

Allí está la solución.

Ellos lo ponen sobre los patines y lo empujan cuesta abajo.

Ellos viven sin amarguras y sin falsas nostalgias.

Otra cosa, fíjese que ya los jóvenes se ven rozagantes, bien arregladitos otra vez.

Consiguieron la fórmula de cómo salir de este pantano estando él.

Eso es heroico.

—Eso que usted dice es verdad.

Hay unos calanchines por ahí, pero ya a la muchachada se le ve otra caratula.

—Claro, que tienen otra cara.

La muchachada está sobre toda esa parranda de políticos, los dejaron atrás y le echaron tierra.

Les dieron 25 vuelta y los rajaron.

Esos van sobrado. Aprenda de ellos.

Y le dijo: Por ahora, apriete.

 



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Obed Delfín


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