¡Cojan nota!: Todo lo que aprendí en 2019…

Ante todo: el asombro de mi infinita ignorancia… La vergüenza, por el tiempo perdido, en el que debí dedicarme a cultivo de un jardín, a conocer mejor las plantas, y a profundizar en lo maravilloso que da y produce la tierra. La gente trata de llegar al corazón de los demás sólo a través de un selfie…, ¡inútil!, cuando jamás ha tratado de llegar primero a lo más hondo de su propio corazón.

Me decía un viejo sabio, que ya estaba rozando los cien años de edad, que la experiencia enseña que hay cosas que son ciertas pero del todo INCONVENIENTES revelarlas. Ahora, se esfuman las ideas, y cuando nada fluye en nuestro cerebro, cuando no se tiene nada en qué pensar o decir, entonces la gente apela al celular y se echa un selfie, y así logra ESTAR en el mundo, sentir que ES algo.

Cuando abruma la soledad sin remedio, o cunda el miedo y la resignación como algo natural, y no te atrevas salirle al paso a las conjuras de los dolores y las penas, échate un selfie como quien se echa un palo de ron o de cianuro… los selfies son una manera dulce de ir matándose uno poco a poco a través de imágenes que duran apenas minutos. Es la mayor disolución en la mar de las redes, cuando se busca un consuelo en el cliché de un corazoncito …

¿Si te consideraras DIFERENTE a los demás, qué cara pondrías para un selfie? Todos los selfies son idénticamente perfectos: sonrisa, miradas tiernas, la búsqueda de una conexión máxima con un dios al que rogamos su aprobación. Los selfies siempre están buscando la aprobación de alguien o de muchos. A la gente le gustaría cuantificarlo. Pienso en Savonarola llevado a la hoguera y pensando en un selfie. Qué cara hubiera puesto el Libertador, Sucre o el general Urdaneta en los preámbulos de un selfie colectivo. Estos próceres nunca aparecen sonreídos en un cuadro de la época. Cómo serían realmente sus sonrisas cuando las tuvieron... Nosotros comenzamos a sonreír en este aciago mundo de mentiras, porque buscamos la rentabilidad de ellas; así nos vendernos como buenos y simpáticos… ¡LA ÚNICA GLORIA que se conquista sin hacer nada!

Todo en este mundo se está tornando un gran teatro de virtualidades (realities shows), tendencias (trending topic)… de modas, morisquetas y faralaes, el manido encanto de las imágenes… más engañadoras que la propia falsedad que muestra… un selfie…

La gente tiende a creer en aquello que le gusta creer, por eso se hace tantos selfies, lo más verdadero que EXISTE!. Lo que realmente ocurre es falso e inutil. Por eso no hay asombro ante nada. Nada asombra siendo todo tan asombroso. Si los seres supieran que cada cual marcha sin detenerse hacia su contrario, por ejemplo, ¿qué se imaginan ustedes que es la vida, ¿puras engañifas?...

Ahora, con las nuevas tecnologías, el narcisismo ha radicalizado sutilmente todos nuestros encantos. Vivimos de retoques en retoques, perfeccionando en las redes lo uniforme de la belleza de todos los rostros y poses, para cada vez parecernos mejor al otro, y por supuesto, no en lo interior porque ahí no hay nada: cada cual flota como burbujas por los aires, cual pompas de jabón, mirándose en la ETERNIDAD de un selfie que estallará al primer soplo. Creyendo incluso que para eso hemos venido a este mundo: PARA UN SELFIE. Para una foto. Para echar al viento cientos de fotos cada día, que sin embargo nunca nos CONVENCERÁN de lo que realmente somos, aunque las veamos con los mejores ojos de rabia o de enternecimiento… Después de todo, se trata siempre de algo, como digo, que se buscar VENDER a ese dios misterioso que está más alla´de los cielos, porque alguien tendría que recoger esa imagen tan gratuita y devotamente entregada, y que a la vez se irá abultando miles y miles de archivos y… discos duros… hasta que… revienten y acaben por ser borradas, como… cualquier basura....

Hay muchas leyes ocultas que buscan sólo apuntalar lo propio en una larga tarea y práctica de DISIMULOS y MASCARADAS … La gente está poseída por la necesidad de ser una cosa que no tiene y no puede ser, de divertirse y pasarla bien al menor sacrificio y costo, y sólo para eso tiene un celular… de ahí, que por doquier estallen las encantadores imágenes que atrapan y que en definitiva no acaban por asombrar a nadie: son millones por segundo... Unas, tan idénticas a todas.

Por eso, los maestros y profesores sobran en este mundo. Cada cual es maestro de sí mismo, se da clases y lecciones a través de un selfie. Las escuelas, liceos y universidades tenderán a desaparecer porque las está matando el maestro que llevamos dentro…

El morbo mueve el mundo, y por eso los poderosos medios encontraron el mejor modo de mantener a todos en el inmenso cautiverio de las redes. Cuanto George Orwell retrató en su novela "1984" se quedó en pañales y es hoy hasta risible los que narró, la realidad es mucho más vil y monstruosa, y basta darle un botón para dejar en una imagen todo lo que somos: el vacío eterno, todos enterrados en el mismo cementerio.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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