(El 3D Venezuela es capital mundial)

Damequetedoy

Un poco de ciencia ficción

La revolución bolivariana da para todo. La misión Ciencia todavía no tiene un año de iniciada y ya sus frutos resultan inéditos. En solo unos meses apoyada económicamente por USAID y NED y con la estrecha colaboración de los medios de comunicación, han descubierto la vacuna para el ensimismamiento, el miedo y la violencia.

Durante un largo período se le fue inoculando el veneno del odio al pueblo diariamente, con el resultado de que creó anticuerpos y hoy en día ya no lo afecta más, se ha vuelto inmune. Se espera ahora que con este antivirus se pueda también vacunar a los especimenes que aún siguen enchufados a sus televisores confundiendo los hechos reales con los virtuales.

Con toda esta experiencia se demostró que era infundada la creencia de poder manipular indefinidamente la siquis humana. Porque al llegar a ciertos extremos e incrementar la dosis de información esta se satura y bloquea. Es decir se produce el resultado opuesto al intentado.

Quedó en claro que así como existen alimentos para las funciones vegetativas, la información es el alimento mental. Y en la era de la sociedad informática, de la retroalimentación o información de la mente, es necesario educarla selectivamente desde la infancia con la capacidad para discernir entre realidad y artificios virtuales.

Para ello es fundamental que desde el mismo inicio todo conocimiento se mastique lenta y minuciosamente en lugar de tragar sin digerir y luego repetir vomitativamente como un loro. Además ha de ser contrastado en los hechos a continuación, es decir aplicado a los puntos de resistencia para verificar su efectividad.

Porque se supone que todo conocimiento se extrae justamente de la experiencia y tiene por tanto finalidad y utilidad práctica. No se trata entonces de atiborrarse de datos totalmente inútiles que solo sirven para saturar y confundir la mente.

Justamente a tal sistema de educación abstracta sin la menor relación con el entorno, que hoy se extiende desde la tierna infancia hasta veinte y más años según el nivel de especialización, se le atribuye hoy en día gran parte de la alienación que sufre la humanidad. Confusión con motivo de la cual es fácilmente estimulada en sus emociones para hacerle creer lo que no es.

Ahora con las elecciones del 3D, se van a dar los exámenes finales de capacidad de discernir entre lo real y lo artificiosamente organizado. Se tiene previsto engañar nuevamente a los creyones que se creen todo con encuestas falseadas y fotos de las manifestaciones de cierres de campaña trucadas. Cuando todo el mundo sabe que el gobierno tiene como mínimo desde el mismo primer día un 60% de respaldo popular.

Este proceso de estimulación artificial se ha repetido por lo menos 10 veces en 8 años. Luego de anunciado el ganador se dirá que hubo fraude y se lanzará a los creyones a la calle a exigir que les reconozcan su ilusorio triunfo, es decir su real fracaso.

Allí se hacen posibles altercados de todo tipo y hasta posibles heridos y esperemos que no se llegue a más. Sufriendo el enésimo engaño se espera que comiencen a desilusionarse, a escarmentar y ganar el mínimo de discernimiento necesario a vivir en libertad.

De no ser así se demostrará la poderosa adicción que generan estos circuitos automáticos de retroalimentación. Será necesario estudiar entonces otras técnicas para desintoxicar síquicamente a los adictos virtuales o marionetas informáticas.

En consecuencia habrá que reconocer que es posible crear y realimentar callejones mentales ensimismados, y que por lo tanto los seres humanos estimulados virtualmente pueden habitar en distintos mundos totalmente inconexos entre si, según como se los eduque y la vulnerabilidad o debilidad de su sistema nervioso.

Tal vez lleguemos entonces a la conclusión de que el ejercicio de la economía y cultura ingenua o no contrastada, no hecha conciente, es una especie de callejón, de hábito mental alienante. Por tanto si estamos en una etapa de inevitable globalización caben esperan los choques y enfrentamientos entre callejones mentales inconexos.

O la capacidad alternativa de hacernos concientes de un nivel mental que trasciende los contenidos mnémicos formados y acumulados en la experiencia ingenua, no conciente de si. A tal nivel mental en muchas épocas se le ha considerado el objetivo de prácticas religiosas, llamándolo despertar.

Tal vez hoy en día a la luz de las presentes circunstancias se pueda reconocer científicamente, que en efecto la conciencia habituada y crédula está dormida a sus circunstancias reales, de relación, e ignora por completo las imágenes que la movilizan así como su estrecha dependencia del entorno, depredándolo.

A tal tipo de conciencia ensimismada, a tal egocentrismo se deberían entonces las lamentables condiciones de la mitad de la humanidad así como el deterioro creciente del hábitat necesario, imprescindible a la existencia de la especie. Y sería justamente esa inconciencia de la relación con su entorno la que realimentan los medios.

Por tanto la religión, del griego re-ligare, volver a unir, implicaría la previa toma de conciencia o caer en cuenta de lo que nos separa o ensimisma, lo que nos hace inconcientes de nuestro entorno. Y como es evidente que no nacemos así, ha de corresponder a la educación y práctica de vida tal resultado, es decir a la economía y cultura.

A medida que trascurre la historia social y se especializan crecientemente las funciones, iría creciendo el sentimiento de soledad, separación, alienación natural e histórica. Y compensatoriamente se activaría el sentimiento gregario, religioso, el deseo de fusión con el otro, con el mundo, con Dios.

En este sentido las prácticas religiosas corresponderían originalmente entonces al despertar de la conciencia de sus hábitos, creencias, ilusiones, que confunden sus contenidos mentales, su realidad sicológica con la fáctica, con la plena relación con el entorno y demostrada en los hechos reiterables a voluntad.

Conocimiento sin aplicación, sin utilidad, sería pues parte y motivo de tal alienación. Y el objeto de la práctica religiosa correspondería al despertar de tal ensimismamiento, hábitos y creencias resultantes de la práctica ingenua de vida, propiciando el encuentro con el otro, con el mundo.

Cayendo en cuenta de que solo la ilusión nos hacía creer separados, porque la vida por definición es relación plena. La sensibilidad anímica de tal despertar y encuentro, sería la cualidad emocional que neutralizaría o haría invulnerable a las ilusiones, hipnosis o artificios virtuales.

Conocimiento indigesto y asimilable

Adquirir conocimiento artificial es como comer tragando sin olfatear ni saborear, es justamente el conocimiento inútil que solo genera confusión. ¿Por qué? Porque da la impresión de ser sensato pero no aporta ninguna solución práctica.

Todo conocimiento y actividad da registros internos, que deben ir configurando un sistema de referencias para que la conciencia pueda discernir entre lo útil y lo artificioso. Un pensamiento coherente debería generar acciones que trasformaran la realidad dolorosa que lo impulsa o estimula. Cuando tengo hambre busco comida.

Debería entregar sensaciones de alivio, superación de limitaciones o mayor libertad y una relación más plena y diáfana con tu entorno. Todo lo cual se experimenta como un estado mental de suave satisfacción, alegría y equilibrio.

El verdadero conocimiento debería comprobarse con los hechos que corrijan tal condición alterada de conciencia y poder reiterarse a voluntad. El verdadero conocimiento se abre camino en los hechos y establece formas eficientes de vida que superan toda la instancia anterior.

No otra cosa es nuestra civilización por buena o mala que la consideremos. Es lo que hemos aprendido a hacer y reproducir de una generación en otra y la condición de vida y organización social que heredamos, a la cual nacemos.

Por lo tanto las explicaciones sobre el fenómeno de la revolución bolivariana tienen muy poca relevancia, porque su característica es fáctica. No es una competencia de discursos, sino un simple declarar lo que se va a hacer y ya se está iniciando. Así ha sido desde la campaña presidencial inicial y así sigue siendo en esta campaña.

Si algo se explica es lo que queremos hacer para modificar las circunstancias que deseamos transformar porque generan sufrimiento innecesario al pueblo. A continuación tendremos que exponer las resistencias que tal intento actualiza, los sistemas de intereses que a ello se oponen.

No hacen falta discursos porque es la fuerza de los hechos la que habla por si misma. Es la coherencia entre palabras y hechos la que inspira adhesiones, afectos y compromisos. Por eso pueblo y ejército respaldan al plan estratégico de su presidente.

Hasta antes de su llegada la gente estaba paralizada, sin futuro, escéptica. Pero el plan estratégico la puso en marcha a fuerza de hechos, reorientando el flujo de bienes y servicios desviados en beneficio de reducidas élites nuevamente hacia el pueblo.

Al quitar las intermediaciones que impedían que los frutos de su trabajo llegaran al pueblo, surgió de nuevo la alegría represada y las calles se poblaron de entusiasmo. Si algo nos ha dejado en claro la revolución es que la voluntad, la firme decisión era todo lo que hacía falta para el cambio.

Ahora las voluntades y decisiones se unen en un plan estratégico nacional y trasnacional. Un plan que no tiene dobles intenciones, que es sincero y transparente, porque no tiene necesidad de engañar. Para el intercambio generoso y solidario entre gobiernos y pueblos no hace falta la amenaza, el chantaje, las medidas de fuerza.

En consecuencia la dirección solidaria se abre rápidamente camino, resuena empática, sinérgicamente en los pueblos, mientras que la dirección violenta es cada vez más resistida y pierde terreno. Este es el simple fenómeno sicológico de la reciprocidad, que la revolución ha ilustrado como amor con amor se paga y por la vida la vida se da.

Pero no es ninguna enseñanza novedosa, acompaña al ser humano desde el principio de los tiempos. Lo que siembras recoges multiplicado. Ama a tu prójimo, trata como desees ser tratado. En su versión más extrema aconseja perdonar especialmente a tu enemigo setenta veces siete y dar dos si te piden uno. ¿Por qué?

Porque si usas la ley del talión, ojo por ojo y diente por diente, entonces son los sucesos externos que están fuera de tu control los que te imponen medidas. Sabemos muy bien de las venganzas entre familias que continuaban por siglos de generación en generación, cuando ni siquiera se recordaban ya los motivos, solo eran un hábito.

En todo proceso viviente hay dos vías, la de entrada y la de salida. Porque parte de lo ingerido se asimila, ya sea alimento orgánico o información intelectual, y otra parte se convierte en desecho. Si no lo eliminas te intoxicas, interrumpes el flujo continuo de la vida y enfermas.

Desde esta óptica fluyente de la vida en delicado e inestable equilibrio, si das dos es obvio e inevitable que más temprano o tarde otros dos o más vengan a ocupar ese vacío. Por tanto la vitalidad o riqueza no se regula desde la entrada, apropiándose de más, reteniendo, acumulando. Sino desde la salida, dando, liberando, per-donando. Esa es justamente la política de la revolución bolivariana en los hechos.

Así se rompió la inercia, el equilibrio estático de fuerzas. Luego de incontables años y reuniones proponiendo y firmando acuerdos que se quedaban en las palabras, se comenzaron las misiones internamente y los intercambios gubernamentales. Poniendo por delante lo que Venezuela tenía para ofrecer beneficiando a los otros pueblos al eliminar los intermediarios, es decir el petróleo.

El sentido común nos decía que eso era lo que alentaba la avaricia del llamado primer mundo, pues los recursos energéticos se agotaban y sin ellos no se podía mantener el ritmo actual de vida. Cuando se logró una política que elevara el precio y ya no se entregaba el petróleo por espejitos de colores, era aún más evidente que la soberanía se convertiría en palabra vacía.

Afganistán e Irak, así como las amenazas a Irán y Libia, dejaron en claro lo que nos esperaba. Por tanto no había nada más sensato que convertir el petróleo en herramienta de reciprocidad que inaugurara un nuevo movimiento alternativo entre los pueblos, dejando atrás la pretensión de crecer como nación a costra de las demás. Si no se lo hacía era solo cuestión de tiempo la invasión.

No alcanzaba entonces con sembrar el petróleo en Venezuela, eso jamás fue una alternativa sino un sueño. Si Venezuela no era en apariencia una colonia fue solo porque se sometió por cien años a las pretensiones hegemónicas de EEUU.

Eso mismo demuestra la historia de Cuba, o te sometes o te hacemos la vida un infierno. Si quieres libertad la vas a tener que pagar con la vida de todo tu pueblo. Ese es el alto precio que hay que pagar por ser libre. La libertad es el don más preciado, es la mayor riqueza, el mayor reto, hay que vender todo lo demás para poder obtenerla, es la joya mayor, la más preciada de toda corona.

Solo cuando se convierte en ese objetivo mayor por el que estás dispuesto a sacrificar el resto, te haces merecedor de ella y está entonces dentro de tus posibilidades. La otra alternativa es todo tipo de esclavitud, servidumbres y adicciones sustitutivas. Así pues decidimos explorar como pueblo la sorprendente aventura de la libertad.

No sabemos que nos irá exigiendo cada nuevo paso, solo que hay que tener la voluntad y firmeza de decisión necesaria, suficiente para seguir adelante. Porque es el único modo de no ser esclavo y víctima de las circunstancias, de no vender tú libertad, tu dignidad humana por un plato de comida.

Ese camino exige la reciprocidad, porque solo recibes en la medida de lo que das, tanto en cuanto vida interna, alegría, entusiasmo y el mismo estado de libertad, que es de desprendimiento de las cosas, de desidentificación de las creencias y hábitos, de disposición al cambio. Como en cuanta satisfacción de tus necesidades.

“El amor por mi pueblo es recíproco, si eso se acabara se acabaría todo. Ese amor crece en cantidad y calidad cuando uno lo cuida y alimenta. 'Por amor a mí país fui capaz de dejar a las personas que más amo… Por amor uno deja todo, y ese amor lo que hace es crecer y compromete mucho más''.

Eso afirmó el Sr. Hugo Chávez ante la pregunta de un periodista que decía que la oposición lo acusaba de hablar de amor en su campaña, cuando el había sido quien había dividido el país y las familias.

“El desprendimiento de las cosas materiales, los homenajes y las vanidades de los que todos, se dice, llevamos algo dentro. Ello alcanza en Fidel categoría de cualidad esencial: no solo es su conducta casi espartana y total ausencia de vanidad.

Es cualidad esencial de la revolución cubana materializada en una solidaridad internacionalista que no se basa en dar lo que sobra sino en compartir lo que se tiene sin pedir nada a cambio.

Por eso hemos defendido como pueblo la idea de que vale más la dignidad e independencia que las cosas materiales, y no hemos negociado el derecho a ser libres para que nos levanten el bloqueo.

Es el resultado esencial del magisterio y el aporte de Fidel”, dijo el canciller Felipe Pérez Roque, refiriéndose a las 15 cualidades que Fidel Castro ha dejado enraizadas en el pueblo cubano.

La solidaridad entre pueblos es la bandera libertadora, sabiendo que solo ayudando a liberarse nos liberamos. Es así como la aventura de la libertad se va contagiando entre los pueblos, resuena cada vez con mayor fuerza, dando dirección a todas las voluntades que estaban atrapadas en su esclavitud de hedonismo personal.

Cada vez se percibe como más aburrida y sinsentido esa forma de vida ensimismada, como el verdadero motivo del estado de cosas que por ignorancia hemos generado y nos toca ahora vivir. El estado de alegre y solidaria creatividad comienza a sustituir paso a paso a la tristeza de la separación y soledad que nos tenía atrapados.

El sentido trágico de la vida comienza a convertirse en comedia sin importar las circunstancias que toquen vivir. Porque por sobre todo son elegidas libremente y por tanto se aceptan los resultados o consecuencias como las resistencias a reconocer y superar, como la actualización de las circunstancias que nos mantenían presos.

En la vida real, en relación, se avanza paso a paso, se supera cada resistencia a medida que se presenta y se la reconoce. Por tanto las imágenes iniciales se transforman una y otra vez a medida que vas dejando atrás el pasado, construyendo el nuevo y deseado paisaje afín con la sensibilidad que intenta expresarse.

Es por eso que siempre repito que las teorías están muy bien como punto de partida, mientras aún estás sentado en el salón de clases con aire acondicionado, o conversando, resolviendo el mundo con los amigos mientras tomas un café.

Pero si tu decisión de transformar la realidad es real, en el momento que te paras y pones en acción, comienza una aventura lanzada a lo desconocido, a lo por conocer, que se irá configurando en el caminar, acertando y errando, afirmando o corrigiendo. No puedes transformar nada desde la teoría ensimismada, porque la vida es como un partido de fútbol o como una danza. Hay dos equipos, dos bailarines, y se necesita agilidad de movimientos, intuir anticipadamente, buen oído para el ritmo, sensibilidad y proporción. Todo ello genera y exige una dinámica que desborda la razón.

Por eso es que es necesario un nuevo asiento para la conciencia que ya no podrá apoyarse exclusivamente en lo conocido. Ahora necesita una dirección sentida que solo puede darle la generosidad, la solidaridad, la confianza en la capacidad de la vida para superar todo obstáculo.

Si, ya lo sé, me vas a preguntar que garantías tienes de que todo eso salga bien, de que realmente recibas en la medida en que des. Pues ninguna mientras el miedo te paralice y sigas sentado. Por eso es una aventura hacia lo desconocido que solo puedes experimentar viviéndola, atreviéndote, yendo más allá de tu cabezota.

El pueblo venezolano está en pie, está en las calles, recuperando sus espacios. Con mayor o menor conciencia decidió explorar la experiencia de la libertad, de vivir una vida realmente humana.

Tiene un exigente y experimentado esparring que se conoce al dedillo todos los trucos sucios de la profesión. Pero la vida está a nuestro favor porque lo nuevo está naciendo, comenzando recién a crecer, mientras que lo viejo va camino de su extinción. Parecemos lentas y pacientes tortugas pero al final seremos liebres.

El baile es bailando y la batalla batallando. Algunas son de cal y otras de piedra. Pero la aventura de la libertad es valiosa en si misma, es volver a sentirse vivo, humano, digno, con derecho a vivir, expresarse, ser creativo. La vida es un continuo crecimiento en el cual comer y dormir nunca han sido nuestros móviles esenciales.

Esta aventura nos ha convertido en la vedet del momento, en el estímulo al despertar de lo que dormía en lo profundo de los pueblos. Este tres de diciembre se juega el principio de nuevos tiempos de justicia, libertad y afecto entre los seres humanos, y por ello Venezuela se convierte en la capital del mundo.

Es una semana de fiesta, los hoteles y las calles están llenas de hermanos de todo el mundo que vinieron a presenciar con sus propios ojos que es lo que pasa en Venezuela y tanto alborota a los medios de comunicación. Ellos serán testigos de todos los acontecimientos y darán testimonio de lo vivido a sus propios pueblos.

Quiero expresar y dejar sentado por tanto mi profunda confianza y total apoyo en esta decisión que ha tomado nuestro pueblo. Nada detendrá las fuerzas liberadoras que han vuelto a despertar una vez más. El ser humano está autoimpulsado hacia un nuevo destino. Yo no le pongo nombre ni objetivo fijo, creo que eso sería limitarlo. Pero siento con claridad eso que bulle en la conciencia colectiva, en todos y cada corazón. Siento una conciencia que se expande y eleva, un corazón que quiere abarcar el mundo en su abrazo, una vida que quiere derramarse a raudales. Es una aventura que quiero y vale la pena vivir con alegría, sea cual sea el precio.

Nuevas imágenes irán brotando en las conciencias a medida que avancemos en el camino de liberación creciente. Una nueva sensibilidad, un nuevo, más profundo y pleno paisaje humano está viniendo a ser en el mundo La historia humana no se termina hermanos, recién comienza. Celebremos su decembrino nacimiento.

michelbalivo@yahoo.com.ar


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Michel Balivo


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