¿Caerá Maduro el 10E?

El 10 de enero no ocurrirá nada en Venezuela. Para ser más preciso no ocurrirá nada de lo que desde las últimas semanas vienen pronosticando, desde la mediática, con la supuesta "desligitimación" del gobierno de Maduro y por ende el fin de su gobierno y la caída del rééégimen.

Suponer que un gobierno legal, aunque para algunos "ilegitimo", llegará a su fin porque los actores políticos que lo adversan así lo declaran no es más que otra confirmación del rotundo fracaso de la oposición política venezolana.

Con el paso del tiempo quizás se logre esclarecer, con mayor precisión, cuánta responsabilidad tienen los factores externos en el fracaso sistemático de quienes desde adentro asumen la dirección política de la oposición. Con esto no pretendemos exculpar tampoco a los políticos locales de sus responsabilidades ante casi 20 años de fracaso sostenido.

Después de la partida de Chávez (2013) quizás más que nunca las decisiones realmente importantes de la agenda de la oposición comenzaron a tomarse afuera y desde fuera de Venezuela. Claro, habría que reconocer que, esos 13 años de ayuda financiera externa sostenida obligaron a quien pagaba la fiesta a imponer su ritmo. El tan cacareado 10E no hace sino recordarnos el deplorable papel de Almagro y de la OEA durante estos últimos meses.

La oposición venezolana a pesar de la profunda crisis que se vive no llega a sintonizar con el pueblo de Chávez y con sus realidades. La dirigencia opositora no puede ocultar la agenda intervencionista, el pueblo de Chávez y diríamos más el pueblo de Bolívar, tiene un rechazo ancestral a lo que presuponga cualquier política intervencionista y si algo tiene claro es que los intereses de los EE UU en Venezuela no son otros que las ansias desbocadas de controlar nuestras inmensas riquezas minerales.

La oposición venezolana no tiene capacidad para liderar un pueblo al que Chávez sacó de las catacumbas. Un pueblo que a pesar de las enormes contradicciones que enfrenta actualmente, un pueblo que a pesar de las debilidades, desaciertos, errores de dirigentes no claudicará en su empeño de búsqueda de una Patria libre y soberana.

Después del 10 de enero vendrá el 11. Indudablemente que habrá enormes desafíos y se agudizarán muchas contradicciones. La dialéctica histórica obligará a la dirigencia a encausar a las masas para que lo que Chávez dejó se fortalezca y superar las adversidades que no serán pocas en el año 2019.

 



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Juan González


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