Al Estado Mayor de la Salud

Pocos días hace envié este mismo artículo, por esta misma vía, a otros destinatarios, que no renombro porque en apariencia no leyeron si a juzgar vamos por el silencio sepulcral. Ahora lo cambio de destino para ver si obtenemos (los pacientes ante todo) caja de resonancia…

Bien es sabido que la Medicina tratándose de instrumentar en este período revolucionario se sustenta en la masificación de la atención y la prevención; se entiende que tal está plenamente justificada habida cuenta que la formación médica en las facultades de medicina tradicionales estaba o está dirigida a la formación hospitalaria curativa y el direccionamiento del neogaleno hacia la especialización e hiperespecialización, ergo la medicina individual rehabilitatoria-curativa. La Medicina Integral Comunitaria, la formación de los MICS , tan malsanamente vapuleados por los médicos tradicionales distorsionadamente llamados de licenciación "Médicos Cirujanos", aupada no pocas veces por un gremialismo mal entendido y un academicismo peor, puede caer si no se toman las debidas previsiones en la ausencia de formación especializada en áreas vitales y ello se considera inaudito y de una gravedad mayúscula. Es el momento de pensarlo y dar los pasos iniciales. El encuentro de estas dos formas de pensar en cuanto a la formación médica es ineludible.

Una de las especialidades, por la cantidad significativa de patologías , su prevalencia, es la referente a Enfermedades Cerebrovasculares y dentro de ellas las correspondientes a Hemorragias; éstas, condicionadas en no poco número por malformaciones vasculares (los aneurismas a la cabeza) se han tornado de muy difícil manejo en la actualidad en nuestros hospitales públicos. Los costos de la neurocirugía o microneurocirugía vascular se han tornado inaccesibles, especialmente todo lo concerniente a la llamada Terapia Neuroinvasiva Endovascular. Carecemos de especialistas en tales patologías y por ende los pacientes portadores de las mismas se hallan a la deriva. Sin embargo una palabra de aliento a los Neurocirujanos que siguen interviniendo a cielo abierto y a los Hemodinamistas trocados en Neuroradiólogos intervencionistas coyunturales.

Hemos estado conversando alrededor de ello y es indispensable trabajar simultáneamente en dos áreas fundamentales: una prioritaria es establecer un programa de atención a estos pacientes en un Centro especializado a definir en el país y en el entretanto ofertar el tratamiento a través del convenio Cuba Venezuela en centros especializados que sí existen en Cuba tales como el CIMEQ y el Instituto de Neurología y Neurocirugía, ambos en la Habana; en simultáneo debe iniciarse un programa de adiestramiento a jóvenes médicos (Residentes de Neurología, Neurocirugía, Imagenología e inclusive MICS interesados en desarrollarse en tal especialidad) , para que luego de una adecuada pasantía (fellow) asuman tal responsabilidad en nuestros centros.

Pasa sin duda todo ello por un acondicionamiento de Unidades de alta tecnología a tal fin dirigidas y es por esto que debe centrarse la atención en un Centro en particular a definir. Estoy seguro que en ningún centro público actual ((Hospital tipo IV) se está llevando a cabo tal tratamiento. Se agrava la situación cuando todo el arsenal diagnóstico-terapéutico está sujeto a una importación absoluta de los insumos (catéteres, coils, etc.) El costo actual de un cateterismo en un excelente centro privado sobrepasa el centenar de miles de bolívares soberanos…¿Quiénes de nuestra población pueden asumirlo?...

Es impostergable la toma de estas decisiones. Hemos realizado contactos introductorios pero es indispensable una decisión política (bien entendida la palabreja) para impulsar el proyecto en beneficio de nuestros pacientes, hoy a la espera.

grupochely@gmail.com



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