Diosdado Cabello, "el comodín de llamar a un amigo"

En Venezuela la lealtad y la fidelidad a los principios revolucionarios se deben defender a toda costa, más con esa oposición aferrada a un golpe de estado que se resiste a la derrota, que se niega a entender que este país no quiere violencia, no quiere guerra económica, que este país solo quiere vivir en paz, trabajar, estudiar en función de una patria libre y soberana.

Y eso es lo que paga Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un aguerrido combatiente de esta iniciativa de Chávez por y para el pueblo, que continúa el presidente de la paz, Nicolás Maduro Moros.

El máximo titular de la ANC es un puntal, un hombre fuerte del proceso y, como tal la oposición venezolana y el imperio gringo, tratan de desmoralizarlo con la pretensión de debilitar, a través de él, la revolución bolivariana.

Tal situación se da, principalmente, cuando los factores imperiales y golpistas resultan con derrotas evidentes; al fallar, al no encontrar la forma de golpear con fuerza al Gobierno bolivariano como ellos lo desean; reaccionan de alguna manera y atacan al camarada Diosdado; a quien en esas bajas maniobras han convertido en una especie de "comodín de llamar a un amigo", para que lo ataque, conscientes, repito, de que es una robusta columna emblemática del proyecto socialista.

Lo sucedido en aquella reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con Nikki Haley, es un ejemplo fehaciente de lo que planteo, el imperio gringo viendo que cada vez es menor su capacidad de manipulación y que ya no todos los países se prestan a sus perversos intereses en el planeta, arrebató y apeló al presidente de la ANC.

Por eso, no se podía esperar menos de la embajadora gringa ante la ONU, quien calificó a Diosdado de ladrón y narcotraficante, y pidió a la comunidad internacional ahogar financieramente al régimen de Nicolás Maduro.

En ese sentido los gringos han llamado y acogido a varios venezolanos vendidos, apátridas, serviles, generalmente acusados por la justicia venezolana de corrupción, para que comiencen a despotricar del Gobierno y de Diosdado Cabello, mostrándolo como la reencarnación del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, pero, igual que siempre, sin presentar una sola prueba.

Ahora en el marco de esta otra reunión de la ONU en la que Donald Trump hizo un penoso alarde del guapetón que cree que todos le tienen miedo en el barrio -cuando los asistentes lo que hicieron fue reírse de él en su cara-, ordenó otras sanciones contra funcionarios gubernamentales venezolanos, que enseguida salpicaron a Diosdado; lo ponen como un acaudalado empresario a través de un testaferro y seguramente lo acusarán de muchas cosas más. Y el digno combatiente del 4F abrazado al pueblo, a todos nosotros, firme, duro, más sólido que nunca.

Porque otra cuestión que les ocurre a los norteamericanos es que siguen creyendo que lo dicho por ellos es "santa palabra" en el mundo, y no es así, en el planeta hay mucha conciencia de las invasiones, las matanzas, la destrucción y el daño que ellos han provocado a las naciones indefensas que se niegan a someterse a su criminal voluntad.

Muchos de los países que tiene de aliados casi siempre se les arrodillan obligados por oscuros intereses y dominados por su gran poder, pero actualmente no engañan a nadie, de allí que no pueden con la verdad de Venezuela ni en la ONU, ni en la OEA ni en ningún terreno.

El imperio gringo se ha ganado el repudio mundial, incluso, de su propio pueblo, que está cansado de las guerras, del dolor que les producen sus miserables bombardeos, del desmembramiento y descuartizamiento de mujeres y niños, de seres humanos inocentes. Ellos son una potencia bélica, eso es una verdad incuestionable, pero a pesar de esa ventaja, también sufren bajas durante sus sangrientas acciones, y la gente llora de tristeza la muerte de sus seres queridos.

Diosdado respondió cuando lo de Nikki Haley con lo que debe saber de memoria el imperio yanqui, pero que creyéndose los dueños del mundo y dominados por la soberbia, se niega a entender. Dijo el presidente de la ANC: "el imperialismo cree que desapareciendo a Diosdado, desapareciendo a Nicolás, la revolución se acaba. Miren, a nosotros nos desaparecieron a Hugo Chávez y aquí está la revolución. Diosdado es una brisita, por cada uno de nosotros que caiga se van a levantar miles y miles. Aquí hay una revolución de verdad, y no es un hombre".

Debe saber el imperio estadounidense, que los ataques a Diosdado Cabello, a nuestro presidente Nicolás Maduro, a la primera combatiente, Cilia Flores, a la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, no es con ellos solamente, es con todo un pueblo dispuestos a defender este proceso, un pueblo que sabe que nos quieren volver a colonizar para despojarnos de la patria que nos dejó el Gigante Chávez. Y adueñarse de nuestras riquezas.



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Gian Carlo Di Martino

Politólogo, profesor, abogado. Ex-Alcalde de Maracaibo. Cónsul de Venezuela en Milán - Italia.

 giancarlodimartino2017@gmail.com      @gcdimartino

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