Mi palabra

Nicolás, en la ONU

"Lo blando es más fuerte que lo duro;

el agua es más fuerte que la roca,

el amor es más fuerte que la violencia."

Hermann Hesse

En muchas oportunidades el destacado pensador uruguayo Eduardo Galeano –tan distante, como del cielo a la tierra, de su compatriota Luis Almagro, antes el servilismo demostrado, hacía la política imperial de los Estados Unidos– repetía en conversaciones y entrevistas: "Libres son quienes crean, no copian, libres son quienes piensan, no obedecen. Enseñar, es enseñar a dudar". Son tan cortantes, y visionarios sus mensajes, que el siguiente sirve para señalar a cuanto títere del imperialismo aparece con una caudalosa verborrea, creyendo que la verdad solamente les pertenece a ellos: "El mundo se divide, sobre todo, entre indignos e indignados, y ya sabrá cada quien de qué lado quiere o puede estar"

El Presidente Nicolás Maduro, se presentó ante la asamblea general de la ONU, para expresar la verdad de nuestro país, antes un auditorio dividido: entre indignos, y los indignados, del cual hablaba el fallecido Eduardo Galeano. El primer grupo, encabezado por el mandatario estadounidense Donald Trump, quien apenas comenzó su intervención se ganó una risa al unísono de los presentes, que lejos de una aprobación, tenía un sentido de burla, cuando – afirmó– que su administración era de las que había logrado cumplir más objetivos en la historia de Estados Unidos. Esto deja en evidencia una gran verdad en el seno de la asamblea: no le creen al acaudalado mandatario, quien llegó a imponer la continuidad de la política de la doctrina Monroe, el cual no es otra cosa: "la influencia de Estados Unidos en todo el continente" historia bastante larga, triste, llena de atropellos, y algo olvidada por los pueblos del mundo.

El Presidente Nicolás Maduro, o Maduro, como repiten a cada instante, dentro y fuera de nuestro país, llegó con una misión valiente al organismo de la ONU, aunque un número importante de mandatarios la rechacen, por los intereses de las fuerzas que pugnan en ese organismo: los que tratan de cambiar el curso de la historia, y los que se aferran a un modelo de explotación, el cual ha venido profundizando la miseria en el mundo. Con ecuanimidad, consciente, y comedido, fue hilvanando sus palabras, para hacerle ver a los habitantes de la tierra, la feroz embestida del imperialismo, y sus títeres – el más destacado Luis Almagro, quien empezó su periodo en la OEA, 43 días después de la muerte de su compatriota Eduardo Galeano– por todos los medios posibles, pero sobre todo el mediático, por la cantidad de tergiversaciones, haciendo ver a la víctima, como el victimario.

Todo esto nos demuestra, como la situación de Venezuela, ha servido para que muchos gobernantes la conviertan en una cortina de humo para esconder la realidad de su propio país. La intervención del Presidente de Argentina, Mauricio Macri, en la ONU, tiene un parecido a la de Donald Trump, porque da para ca… de la risa, al anunciar su preocupación "por la situación de los derechos humanos" en Venezuela, amenazando con llevar a la Corte Penal Internacional "la situación relativa a los crímenes de lesa humanidad de la llamada por él "dictadura" venezolana", cuando Argentina se encuentra en una situación social y económica bastante delicada, el cual ha desembocado en el cuarto paro general en ese país; a pesar que hace nada, se daba besitos, y abrazos con el magnate estadounidense, lo que nos enseña: para el capitalismo –imperialismo– lo que les importa, es el dinero, todo lo demás lo echan en el cesto de la basura.

La situación de nuestro país, la viene enfrentando el Presidente Nicolás, con coraje, constancia, y temple, sin embargo, va seguir encontrando en el camino miles de oportunistas, y detractores, el cual se vienen sumando a la amaestrada jauría; en muchos casos, ansiosos por simplemente aparecer o figurar, como un conocido dirigente de AD, quien no se perdía un entierro, y el primero que agarraba el féretro, pendiente de la foto, era precisamente él. El twitter de la abogada e internacionalista Eva Golinger, criticando la asistencia de Nicolás, a la ONU, como "desafortunada de desesperación" y "muestra de debilidad" es un señalamiento muy mezquino, agarrándose de las ramas. Por eso, la opinión de una mujer del pueblo, quien sin mucha preparación, pero con mucha claridad política, cada momento repite: "Nicolás Maduro, está demostrando temple de acero", tiene un gran valor, antes los que hacen cola para descalificarlo por cualquiera acción en medio de la tempestad que está enfrentando.



 



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Narciso Torrealba


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