El brote del fascismo

No parece lechina

Aunque es temprano para decir el grado de resistencia que tendrá el pueblo iraquí, lo que ha hecho Bush y su combo, se parece mucho al perfomance que tuvimos nosotros durante el mal llamado paro cívico. Igual que aquí tres individuos, Bush, Aznar y Blair, se dieron a la tarea de convencer al mundo de que no había otra salida que salir de Saddam. Cambie los nombres y verá.

Los tipos intentan convencer a la ONU de invadir un país, de matar gente inocente con el señuelo de que sería una operación rutinaria. Fracaso total. Pero ellos como si nada. Cuentan que el texano le dijo al madrileño: "Tranquilo Aznar, tú no sabes. A mí me enseñó mi papá. ¿Quién es tu papá? El mío es un experto en esto".

Los partes de guerra de los tres presidentes y sus comandantes militares al principio eran muy alegres. "Hicimos esto, matamos a estos, estamos felices comamos perdices, falta poco para que caiga el tirano y librar al mundo de esa lacra, será una operación limpia, corta, en una semana estará listo, el desierto es chévere, nos gusta la arena, nos van a atacar con armas químicas, eso es un delito, nuestras bajas serán mínimas, nuestros mísiles son arrechísimos, le gritan a la gente que se aparte cuando van cayendo, el precio del petróleo está bajando, Dios bendiga a Estados Unidos, no hay duda de que ganaremos". Igualito que aquí. Cambie nada más las frases por aquellas tan lindas de nuestros tres chiflados criollos y sus comandantes de la Coordinadora Democrática.

Los medios de comunicación de allá manipulan a su antojo, con las armas de siempre: imágenes editadas, informaciones manipuladas, censura de información, cero imágenes, quieren reducir todo a los partes de guerra, campañas periódicas sobre aspectos de guerra (remember supuestas ejecuciones de prisioneros nunca confirmadas). Haga la prueba, cambie las siglas de CNN por las criollitas y verá. Hoy, más de una semana después, se escuchan "cosas así" de unos presidentes ya no tan sonrientes y de unos militares ya no tan eufóricos: "la guerra está lejos de su fin, nuestros soldados murieron como héroes, los precios del petróleo se recuperan, 29 civiles muertos en Bagdad, militares iraquíes atacan disfrazados de civiles, pudo haber algún proyectil mal dirigido, Irak pone en acción a la Guardia Republicana el ejército más temido, 47 muertos entre soldados estadounidenses e ingleses". Igualito que aquí. Con caras poco amigables, nuestros tres chiflados criollos eligieron, fugas, soponcios y auto exilio, después de provocar más de un muerto. Y ni hablar de la cuestión internacional. El "concierto de naciones" no pudo gritar más fuerte su rechazo a la guerra genocida. Estudiantes, premios Nóbel, amas de casa, pacifistas de siempre, artistas de todo tipo, multiplicados por miles, por millones protestan contra el imperio. Como antes. Ustedes dirán ¿igual que aquí? En protestas no (no crean que me marthacolominicé), pero la oposición lo único que ha podido lograr es que un pequeño "coro de amigos" pegue uno griticos, que a estas alturas de irrespetos a todos los acuerdos internacionales, ya ni se reunirán de la pena que les debe dar.

El desenlace no lo vemos cerca. En eso coincidimos con el jefe de la guerra genocida. Lo que si podemos decir con mucho asombro y dolor, es que no hay parecido entre algunos de nuestros intelectuales, entre algunos de nuestros artistas y entre algunos de nuestros compatriotas con sus homónimos de centenares de naciones que alzaron su voz contra la guerra, que no es lo mismo que defender a Saddam. Uno quisiera ver a toda Venezuela unida a favor de la paz. Pero, ya lo hemos dicho, la mezquindad no les da para conmoverse ante un niño iraquí muerto. Y lo que es peor, no les da para conmoverse ante un hipotético niño venezolano muerto por bombardeos. Otra vez, les brotó el fascismo. No parece lechina, porque les repite.

(*) Periodista


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Mercedes Chacín (*)


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