Las Nubes vs. La Banca

Albores del Petro Epílogo de la moneda analógica

El presente siglo XXI sí trae nuevos amaneceres, quizás con unos 2 mil años de maduración si partimos de las viejas hipótesis milenarias anunciadoras de fin de mundo. Se anunció fallidamente para fines del primer siglo cristiano y se esperó para fines del reciente y pasado milenio, hasta que llegó con atraso de fracciones de mes; una estimación nada despreciable para los miles de años en los relojes de Dios.

Así, nuestros espacios financieros se moverán en las nubes, más cercanas al Cielo, y dejarán de hacerlo en la banca que hemos conocido, más cerca del Infierno.

Ahora el Petro será una fuente casi inagotable de dólares y de otras monedas extranjeras (divisas) con la particularidad de que cada Petro representa puñados de dólares y de otras divisas que, sumadas a los fiduciarios $ con las que nos pagarían nuestras diversas exportaciones, nos permitirá hacernos de un buen caudal de esa fatídica moneda que ha estado trayéndonos más desgracias que felicidad, con lo cual nos garantizaremos la tenencia de una moneda verdaderamente fuerte como seguirá siendo el Bs.F, en la fase de transición de ésta al Petro que terminará consolidándose como moneda definitivamente supresora de la razón de ser de las instituciones financieras actuales, de la banca industrial de billetes y moneditas que tanto control les ha permitido tener sobre el mundo a unos pocos banqueros, y tantas penurias y humillaciones han causado paradójicamente a una humilde clientela que ha sido precisamente la verdadera fuente de las riquezas de aquellos pocos, riquezas, hoy a todas luces non sancta.

Lo numismáticos, por ejemplo, verán agotada la fuente que tenían de variadas divisas viejas y nuevas sencillamente porque la tendencia será que al Petro lo sigan las novísimas monedas que, además de las simples criptomonedas no menos fiduciarias que el $ o que el propio Bs. F, tendrán respaldos físicos en bienes de primera necesidad para el consumo familiar y productivo.

Estamos ante fenómenos sociales increíblemente novedosos y oferentes de buenas nuevas. El Petro es uno de ellos que brilla con luz propia, que tiene valor per se, que moverá el comercio nacional einternacional y traerá paz a las finanzas, a las crisis economicas que hemos conocido con los trabajadores como víctimas mientras las altas finazas y sus correspondientes magnates no han hecho otra cosa que crecer con riqueza ajena, con la sangre de millones de trabajdores, etc., etc., etc.

Por supuesto, un gigante financiero como la banca no se termina de súbito, pero sin lugar a dudas ya entra en su fase epilogar.

24/01/2018 03:34:25 p.m.



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Manuel C. Martínez


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