¿Quién fue el colombiano General Francisco de Paula Santander? (IX)

Santander fue un prócer de la Independencia, militar y abogado, nacido en la Villa del Rosario de Cúcuta el 2 de abril de 1792, Francisco José de Paula Santander y Omaña fue hijo de Juan Agustín Santander Colmenares y de su tercera esposa, Manuela Antonia de Omaña y Rodríguez. Don Juan Agustín había sido gobernador de la Provincia de San Faustino de los Ríos y cultivador de cacao, producto éste que por entonces constituía el segundo renglón de exportación de la Nueva Granada, actual Colombia; después del oro. La infancia de Francisco de Paula transcurrió cómoda en medio de las grandes propiedades de su padre sembradas de café, cacao y caña, tierras cultivadas por numerosos esclavos. Perteneció pues, Santander, a una clase social y económica de grandes prerrogativas y bastante influyente en los asuntos de su región; auténtico criollo o español americano. Por las venas del General Santander corría con fuerza la herencia de dos razas, ello por venir de la unión de su padre español Capitán Diego de Colmenares con la hija del cacique de Suba; Ana Sáenz. Esta herencia indígena lo marcó con ciertos rasgos y color de piel, también en temperamento, en mutismo; y en la soledad que siempre lo caracterizó. Descendiente por línea directa paterna del capitán español Francisco de Ribamontán Santander, su cuarto abuelo, llegado al Nuevo Reino de Granada alrededor de 1619, como gobernador de la Provincia de Santa Marta.

Por línea directa materna su primer antepasado en América lo constituyó el Capitán español Antonio de Omaña Rivadeneyra Castropol, también su cuarto abuelo, llegado a la ciudad de Ocaña en el siglo XVII, allí ocupó los puestos de Alcalde ordinario y de Juez de residencia. La educación de Francisco de Paula se inició en una pequeña escuela privada de la Villa del Rosario de Cúcuta, luego, en la biblioteca paterna tuvo la oportunidad de ampliar los conocimientos adquiridos a través de las múltiples lecturas realizadas. A la edad de 13 años fue enviado a Santafé de Bogotá a cursar estudios en el Colegio Real Mayor y Seminario de San Bartolomé, donde aprendió las bases teóricas e ideas políticas, conociendo a fondo las doctrinas jurídicas y la legislación romana y española. La adolescencia de Santander discurrió por entre los claustros académicos y por las calles de la Santafé, su juventud tuvo como escenario campos más aviesos y rudos consagrado a un ideal político y a una lucha en circunstancias suigeneris que templaron su carácter de colegial; hasta transformarlo en un joven adusto y circunspecto.

Los sucesos de 1810 encuentra a Santander en el preciso momento en que daba fin a sus estudios, pues el 11 de julio de ese mismo año había presentado su examen público sobre práctica forense, sólo le restaba ejercer en calidad de pasante al lado de un jurisconsulto para recibirse como abogado de la Real Audiencia. La revolución de independencia de las colonias españolas lo encuentra de colegial y cambia en un instante su vida apacible. Siguiendo el ejemplo de sus eminentes profesores, Santander abraza entusiasmado la nueva causa que se vislumbraba en el horizonte político y cambia su toga de colegial por la capa de guerrero. El 20 de julio de 1810 dijo adiós a los claustros de su colegio ingresando el 26 de octubre de dicho año como voluntario al servicio militar activo, con el grado de subteniente-abanderado del batallón de infantería de Guardias Nacionales; a la edad de 18 años. Desde aquel día lo encontraremos inmerso en la maraña bélico-política de las conmocionadas colonias, tomando partido en la confrontación civil entre federalistas y centralistas de la Primera República y combatiendo el dominio español, a las órdenes de Manuel Castillo y Rada y Antonio Baraya Ricaurte.



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José M. Ameliach N.


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