Sofismas y falacias

"El poder para qué"

DARIO ECHANDÍA.

Cuando los hechos del 9 de abril de 1948, ocurridos en Bogotá y conocidos como el "bogotazo", al dirigente del partido liberal, Darío Echandía, le propusieron tomara el poder y organizara un nuevo gobierno, a lo cual respondió "¡El poder para qué!". Si hay algo que el chavismo ha acumulado desde su llegada al gobierno, es poder: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Militar, Electoral, Económico (la chequera petrolera repleta de dólares). Ha tenido todo, pero, le ha faltado lo más importante, capacidad para administrar. Durante sus 12 años de gobierno, a Chávez, la Asamblea Nacional le acordó gobernar por Decreto y con "leyes habilitantes", que complementaba con el culto a la personalidad y el hiperliderazgo que lo consumían. Su gestión condujo el país al más pavoroso desastre económico de su historia, los resultados están a la vista: hambre, desabastecimiento, ruina económica e institucional.

Cuando Maduro asume el gobierno, de inmediato la Asamblea Nacional lo dota de mayores poderes, le acuerda también "leyes habilitantes" y luego, "el estado de emergencia económica". ¿De qué le ha servido al chavismo – con Chávez y con Maduro - esa acumulación o saturación de poder? ¿El poder para qué? A Maduro le ha servido para decir, "anuncio que voy a anunciar nuevos planes y medidas". Durante meses planificó los tres motores de la economía que luego llevó a 13 ¿Qué ha pasado con los famosos motores? Parece que tienen la misma carencia del parque automotor: falta de repuestos y baterías. Luego, ante la creciente demanda de billetes debido a la devaluación de la moneda, al aumento de la masa monetaria y la creciente inflación, el gobierno decreta un nuevo "cono monetario" que debía implementarse en el mes de diciembre del 2016. Para ponerlo en práctica, ordena el retiro de los billetes de cien Bs y da plazo de 72 horas para que las entidades bancarias los recibieran. ¡Colas, carreras y angustia nacional! Vino la prórroga por un mes, luego otro mes, sucesivos meses y el billete de cien continúa siendo el eje del "cono monetario" por cuanto las nuevas denominaciones no aparecen o aparecen y desaparecen, lo cual condujo a la implementación del denominado "corralito", que limita el retiro de dinero tanto en los cajeros automáticos como en la ventanilla (caja). Otro anuncio de Maduro es la sustitución del dólar por el yuan para eludir las sanciones económicas impuestas por el gobierno estadounidense. Simple anuncio, por cuanto es imposible realizar ese cambio de la noche a la mañana y menos en Venezuela, cuya economía permanece atada de pies y manos a la economía de Estados Unidos. Como podemos ver, los anuncios y planes propuestos no concluyen en nada. Ni con tres o 15 motores la economía despega. El desastre y ruina nacional se profundizan.

Fue así como el chavismo creó su famosa "guerra económica". De fracaso en fracaso fue destrozando todo lo que el país había construido en años de esfuerzo creador: economía, infraestructura, instituciones, prestigio internacional. Venezuela era el único país donde sus nacionales no migraban por causas económicas. En la última década, se dice que más de tres millones de compatriotas han tenido que migrar por falta de oportunidades y por los sueldos de miseria (médicos, ingenieros, profesores, técnicos de variados oficios). Puedo dar fe: en el último año, trece familiares (hija, nietos y bisnietos) han buscado refugio y sobrevivencia en otros países.

De manera que el fracaso del gobierno chavista no es por falta de poder. Es por exceso de poder y falta de controles del organismo encargado de realizarlos (Asamblea Nacional). Además de exceso de poder ha caído en abuso de poder, que le viene por su origen militar/golpista/puchista (4 de febrero). Ese origen antidemocrático se expresa en el desconocimiento de los resultados electorales que no lo favorecen, como en el caso del alcalde Mayor de Caracas, Antonio Ledezma; en el caso de los gobernadores no chavistas (Carabobo, Salas Romer; Zulia, Manuel Rosales; Táchira, Pérez Vivas; Miranda, Capriles; Nueva Esparta; y Amazonas). Igual con alcaldes no chavistas en municipios del país. El desconocimiento no es de la persona elegida para ejercer el cargo, el desconocimiento es del electorado que escoge entre dos propuestas: la chavista y el bando contrario. El colmo del desconocimiento a los electores, se da con la Asamblea Nacional elegida en diciembre del 2015. La AL es el máximo organismo de poder del Estado, por cuanto elabora las leyes que rigen las actuaciones de los demás poderes. Ante la anarquía del gobierno chavista durante 16 años (ausencia de controles), y tener que someterse a la vigilancia de la Asamblea Nacional – con la mayoría de 2/3 - inventa un trivial subterfugio para desconocerla y de esa manera dar comienzo a la espiral de errores (Superpoderes para el TSJ; negación del Revocatorio; negación de las elecciones para gobernadores y asambleas legislativas; negación de las elecciones de alcaldes y concejos municipales, en las fechas establecidas por la Constitución desconocimiento del Poder Público, Fiscalía). Estos eventos ofrecían: por una parte, alternabilidad en la conducción del gobierno; y por otra, encontrar vías de solución a la terrible situación de falta de alimentos, medicinas, servicios de salud, trabajo, como consecuencia de la ruina y desastre nacional de la economía. Al no haber salida con el Revocatorio ni con la realización de elecciones, surge la protesta y manifestaciones pacíficas en poblaciones y ciudades del país para reclamar las elecciones y solución a la crisis económica y social ¡Hambre! Durante cuatro meses, muchedumbres de ciudadanos expresan la protesta, hacen el reclamo de solución y el gobierno en lugar de atenderlo, lo reprime con inusitada violencia, riega las calles con la sangre de 156 compatriotas muertos. Crimen de lesa humanidad por el cual deben responder ante el Tribunal Penal Internacional.

El chavismo considera que el acoso político, económico y social en que se encuentra, es por falta de poder. Lo ha tenido en exceso y de nada le ha servido, por cuanto no ve en el poder, lo que es dable hacer con él, sino, el poder por el poder. En busca de esa ambición, inventa la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para reformar "la mejor Constitución del mundo" ¡Falacia! Si es tan perfecta ¿Por qué reformarla? ¡Sofisma! ¿Tiene la ANC otro propósito? ¡Paradoja! Contraviniendo normas constitucionales, impone la convocatoria, impone la elección, impone los resultados espurios, impone su instalación, sin importarle el repudio de la opinión mayoritaria del país y de la Comunidad Internacional. ¡Impone la dictadura de la ANC! De esta forma, el gobierno acrecienta su poder que, de nada le sirve, así ahora sea plenipotenciario, por cuanto el problema de fondo está en la incapacidad para encontrar solución a la situación económica y social: la inflación se desboca, la pobreza aumenta, el hambre y desabastecimiento cada día es mayor, la ruina y desastre nacional se consolidan. Al no poder dar solución a esta coyuntura, el gobierno chavista ha encontrado en la ANC su Waterloo. Terminará ahíto de poder.

Como conquista de las manifestaciones y lucha tenaz durante cuatro meses, el CNE se ve obligado a fijar fecha para la elección de gobernadores. Inventa requisitos y crea obstáculos a los partidos y a los electores para dificultar al máximo la participación. Se realiza la elección. La dictadura de la ANC, desconoce la decisión del electorado allí donde no salen electos los candidatos chavistas. La argumentación que utiliza es la misma de sofismas y falacias que caracterizan su histriónico discurso, cada vez que pretende dar explicación de sus errores políticos y entuertos económicos. Con esta actitud, el chavismo confirma, una vez más, su vocación antidemocrática, fruto de su origen militar/golpista.

El electorado debía escoger entre dos propuestas: una, el continuismo del desastre chavista; y otra, la lucha para buscar posibles soluciones al desastre chavista. En síntesis: continuismo o lucha. Tanto en Zulia, como, en Táchira, Mérida, Anzoátegui y Nueva Esparta, los candidatos a gobernadores fueron electos para continuar la lucha y de ninguna manera, para sumarse al continuismo del desastre chavista. Juramentarse ante la ANC es desconocer la orden de lucha del electorado. Actitud indigna, servil, asumida por los gobernadores electos de Táchira, Mérida, Anzoátegui y Nueva Esparta. No así la actitud digna, comprometida, responsable del gobernador Guanipa. Si el electorado zuliano quería la continuidad del desastre chavista ¿Por qué no eligió a Arias Cárdenas? Si eligió a Guanipa, es porque su propuesta era de lucha como continuidad de las manifestaciones de protesta habidas en los meses anteriores y no, de entreguismo servil a la dictadura de la ANC que, con su dictamen de sumisión, no está enfrentando a otro poder del Estado, está desconociendo el voto como expresión del soberano. Ese voto está por encima de la ANC que, no está desconociendo a Guanipa, está desconociendo al PODER SOBERANO, ese que no fue consultado para la convocatoria y elección de la ANC.

El diccionario de la Lengua dice: Sofisma, argumento falso, formulado con la finalidad de inducir en el error al adversario. Falacia: Proposición presentada como verdadera en una afirmación, pero que solo lo es aparentemente. Argumento que tiene el propósito de producir engaño. El chavismo es de principio a fin un sofisma, una falacia. Sobre una gran verdad, la revolución socialista, montó la gran farsa que hemos vivido durante 18 años, que no es revolución ni es socialista. No es revolución, por cuanto no ha realizado ninguna transformación. Y no es socialista, por cuanto su líder máximo (militar anticomunista) y sus herederos, ni siquiera leyeron el Curso elemental de filosofía de Pulitzer. El socialismo tiene sus objetivos muy bien definidos como para que alguien pretenda confundirlos: (1) Lucha de clases. (2) Cambio de las relaciones de producción. (3) Lucha contra la alienación en todas sus formas. Ninguno de estos objetivos se ha desarrollado en estos 18 años del llamado "Socialismo del Siglo XXI". Con discursos histriónicos no se hacen revoluciones y menos aún, socialistas. Con la chequera dadivosa no se forjan revolucionarios, se compran consciencias.



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León Moraria

Nativo de Bailadores, Mérida, Venezuela (1936). Ha participado en la lucha social en sus diversas formas: Pionero en la transformación agrícola del Valle de Bailadores y en el rechazo a la explotación minera. Participó en la Guerrilla de La Azulita. Fundó y mantuvo durante trece años el periódico gremialista Rescate. Como secretario ejecutivo de FECCAVEN, organizó la movilización nacional de caficultores que coincidió con el estallido social conocido como "el caracazo". Periodista de opinión en la prensa regional y nacional. Autor entre otros libros: Estatuas de la Infamia, El Fantasma del Valle, Camonina, Creencia y Barbarie, EL TRIANGULO NEGRO, La Revolución Villorra, los poemarios Chao Tierra y Golongías. Librepensador y materialista de formación marxista.

 leonmoraria@gmail.com

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