El multiverso, en términos modernos, podría definirse como todos los universos posibles dentro del Espacio En Sí, representando cada universo, una dimensionalidad dada, en función de la expansión de Conciencia lograda por los diferentes conjuntos de perceptores que existen en cada mundo. Un mundo no es un planeta, sino el ámbito de percepción y manejo de la realidad que un conjunto de siquismos percibe; en nuestro Planeta, por ejemplo, podrían citarse, el mundo humano, el mundo de las hormigas, el mundo de los peces, etc.
Eso que culturalmente se denomina Dios, viene a ser la TOTALIDAD, como híper esencia, híper substancia e híper Conciencia de todo lo que ES; "híper" significa 'superioridad'.
El espíritu humano podría definirse como una partícula de la Conciencia de esa Totalidad, que para experimentar "la creación" genera, consubstancialmente el alma, experimentando, a través de ella, el proceso existencial, asociable a un proceso reencarnatorio, a través del alma, que retorna a la existencia dentro de una secuencia, inseparable de las leyes de Causa y Efecto y de Retorno y Recurrencia.
La personalidad sería, entonces, un vehículo recurrente del alma, para poder manifestarse en este mundo, a través de un proceso recurrente, que es el mismo proceso existencial.
La Ley de Causa y Efecto, puede definirse como el hecho de que todo lo que ocurre tiene una causa, de manera que cuando alguien hace mal, el acto genera un efecto negativo, mientras que la Ley de Retorno y Recurrencia es la causa de que los sucesos, en parte por la Ley de Causa y Efecto, se repitan, consecuencialmente, en el tiempo.
Dice en la Página de la Revista Año Cero: "La consciencia es el conocimiento inmediato que tenemos de nosotros mismos, de nuestros actos y reflexiones, pero también la capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento. Su naturaleza es profundamente misteriosa y posee implicaciones existenciales, médicas y espirituales".
"El doctor Stuart Hameroff, que es emérito en el Departamento de Anestesiología y Psicología así como Directivo del Centro de los Estudios de Conciencia de la Universidad de Arizona, en la ciudad de Tucson, Estados Unidos, y su colega, Sir Roger Penrose, físico matemático en la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, han estado trabajando desde 1996 en una teoría cuántica de la conciencia, que establece que nuestras almas están contenidas en estructuras llamadas microtúbulos, que viven en nuestras células cerebrales".
No es exactamente "contenidas", sino que esos "microtúbulos" son parte de los medios cerebrales que emplea para manifestarse, existencialmente, como una personalidad humana.
Las "experiencias cercanas a la muerte" han demostrado suficientemente a los científicos, que el ser humano posee un principio síquico superior que sobrevive a la muerte, que podemos, según lo planteado, denominar desencarnación.
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