El psiquiatra y alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, desarrolló una excelente explicación sobre el discurso esquizoide, en su programa televisivo "La política en el diván", propio de la inmadurez en la tolerancia de la frustración por parte de altos dirigentes de la oposición; mostrando ejemplos ilustrativos con palabras y gestos contradictorios de varios de ellos, expresados antes y después del 30 de julio, fecha cuando elegimos los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que, por arte de magia política, detuvo la continua violencia de los opositores iniciada meses antes.
Dicha dirigencia utilizó primero un discurso cargado de terrorismo y violencia para tratar de derrocar el gobierno del presidente Maduro; y pocos días después, cegada por una profunda frustración, dar un discurso totalmente opuesto, pretendidamente democrático y pacífico, convocando al proceso comicial de cara a elegir gobernadores. Por ejemplo, Juan Requesens, Luis Florido, Patricia Ceballos, Conrado Pérez e Ismael García sufren claramente trastornos bipolares, totalmente alejados de las relaciones sociopolíticas; quienes por su puesto fueron derrotados en las primarias de la oposición, el pasado domingo. ¿Y qué esperaban teniendo tal personalidad premórbida?; hasta sus propios seguidores le dieron la espalda.
Actualmente la oposición se encuentra muy desmotivada y desmovilizada por causa de una dirigencia sumida en la perturbación perenne; siempre manipulando una brújula política malhecha por los eunucos del gobierno gringo. De esta forma, la oposición se dirige en forma irremediable a un terrible desenlace el próximo 15 de octubre en los comicios regionales, cuando probablemente no gane ninguna gobernación; conclusión que surge de esas primarias donde acudieron pocos escuálidos a votar. De allí que surgirá de nuevo el discurso violento de estos y otros dirigentes de la oposición vociferando el fraude electoral, producto de la frustración continuada; para otra vez instigar a delinquir con las guarimbas asesinas en las calles.
No olvidemos además que por ahí anda otro discurso distante y desconectado de la realidad pero coherente en el tiempo, el de Julio Borges y Freddy Guevara exigiendo a los gobiernos de Europa aplicar sanciones financieras y económicas contra Venezuela como lo hicieron con el de EEUU; lo cual desconcierta de igual manera a la oposición y la desmotiva aún más.
Obviamente al gobierno imperial de EEUU no le interesa que haya elecciones en Venezuela; centrado tercamente en la violencia y la desestabilización para acabar con el chavismo, pero ocasionando mayores desencuentros en la dirigencia opositora que no le queda otra que nadar entre aguas contrapuestas: la violenta y la pacífica, la fascista y la democrática, la frustrante y la esperanzada.
Por ello, el discurso esquizoide de la dirigencia opositora se mantendrá por más tiempo en nuestro país, cuando la ANC convoque más pronto que tarde a elecciones locales para las alcaldías; y entonces la dirigencia opositora cambie una vez más su discurso. Es decir, un disonante minueto discursivo, psicológico y político; con interpretaciones que van y vienen en forma ambivalente, siguiendo la pauta musical escrita por un imperialismo demente. De esta manera, el psiquiatra y alcalde Rodríguez tendrá mucha tela que cortar en sucesivas entregas de su programa "La política en el diván".
