Enterremos la violencia y refundemos la patria

La coyuntura actual que vivimos en la República Bolivariana de Venezuela, nos debe llevar a reflexionar y a convocar esfuerzos para en un accionar netamente revolucionario, por el rescate del legado del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías. Con el poder popular como punta de lanza, construir una fuerza capaz de pasar por encima de los demagogos y traidores apátridas que quieren la intervención extranjera y dar vida al Estado Comunal, que debe ser la meta de todo revolucionario y combatiente por la libertad y la revolución antiimperialista, anti oligárquica y proletaria.

Creemos que frente a una situación de confrontación violenta que tiene un rechazo mayoritario del pueblo venezolano, la salida es profundizar el proceso revolucionario que inició Hugo Chávez, en 1999, cuando asumió la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela y que desafortunadamente su pronta partida física le impidió consolidarlo y que está siendo pasto de una arremetida brutal nacional e internacional por parte de las oligarquías al servicio del imperialismo globalizador y por la ausencia de políticas claras, revolucionarias que lleguen al pueblo más allá de una secta partidista que reproduce los mismos vicios de la IV República porque sus militantes y dirigentes mayoritariamente son en una u otra forma los mismos actores del puntofijismo y de allí el divorcio con el pueblo que existe en muchas instancias de gobierno, donde se confunde poder popular con "Comités de focas", facciones que solo sirven para aplaudir con frenesí, sin medida ni análisis al funcionario público, que les pasa la mano para apretarles el bozal.

Las fuerzas revolucionarias debemos extremar esfuerzos y fortalecer el discurso ideológico y sacar la confrontación política del circulo vicioso de la violencia y girando en torno al trofeo de Miraflores, para ponerle la mano a la chequera minera y petrolera. Esa no puede seguir siendo la causa bolivariana. Es necesario reencontrarnos con el pueblo llano y de a píe, que se encuentra desmovilizado, producto del sentimiento de abandono que percibe al no tener un contacto real con el gobierno, con el mundo político de la Revolución Bolivariana que lo hace sentirse lejos de ese entorno que él llevó al poder.

El acercamiento al pueblo no puede ser solo con ofertas de subsidios y otros insumos con sabor a populismo, sino que tiene que ser real. El apoyo económico, financiero y de la índole que sea, debe ir acompañado del compromiso político, de la educación y formación ideológica, para lejos de tener clientes que que vengan a medrar a costa del Estado y convertirse en un medroso dependiente del subsidio convencidos de que es un derecho que les asiste, tengamos emprendedores conscientes, con sentido de pertenencia y pertinencia social, que asuman ese aporte como un crédito para fomentar la producción, la seguridad social y alimentaria del país.

No es culpa del pueblo que beneficiarias o beneficiarios con la tarjeta de los hogares de la patria, utilicen esos fondos para "bachaquear", porque precisamente la falta de formación, hace que la vorágine del capitalismo los envuelva y es así, como a través del fenómeno, "bachaqueo", el pueblo se come a su propio pueblo. Esos vicios alejan al pueblo de la revolución y lo hacen reaccionario y sobre todo cuando no entienden porque la "madre de las peleas" en la arena política venezolana se centra en torno a Miraflores como ícono de poder político y no en torno a la lucha contra las mafias que encarecen y acaparan los productos de la cesta básica, los bienes y servicios que requiere el país para su desarrollo y contra quienes con las empresas de maletín acabaron con las reservas internacionales de la nación y hasta hoy no vemos un solo preso por este crimen de lesa patria.

Es el momento de reencontrarnos todos los revolucionarios y formar un ejército de activistas por una causa común como lo es la revolución bolivariana, que permita retomar el camino del Estado Comunal, con el fortalecimiento del poder popular que incida en las redes de producción y distribución de alimentos y demás insumos indispensables para el desarrollo armónico del país, lejos de las mafias capitalistas, para quienes todo tiene color, sabor y olor a mercancía incluyendo la conciencia popular.

Rompamos con el andamiaje arcaico del capitalismo y avancemos en la eliminación de las alcabalas que torpedean el desarrollo revolucionario, representadas en los Concejos Municipales, alcaldías, gobernaciones y todas esas infraestructura pequeñoburguesa, que la tenemos intacta en nuestra patria.

Estas estructuras capitalistas son las incubadoras de la corrupción y mientras ellas existan alineadas con las viciosas cúpulas partidistas, la lucha revolucionaria continuará erosionada y no habrá resultados posibles, porque a la sombra de estas crecen y se fortalecen las vacas sagradas, que paulatinamente se convierten en intocables. Ejemplo patente y patético de este mal, es el rumbo que han tomado los CLAP, programa que nació de la mente sana y creativa de una venezolana de a píe, en funciones gubernamentales por elección popular, por allá en el estado Yaracuy, tomado como ejemplo por el gobierno nacional, pero que cada día se contamina más, producto de la influencia de las alcabalas.

Estos vicios nos debilitan y nos hacen vulnerables, frente a una derecha fascista, bien articulada y bien amaestrada por sus dueños, que con los inmensos recursos económicos que reciben del imperio, como anticipo a la venta de patria, estructuran proyectos que cada día nos llevan mas hacia el camino de la confrontación fratricida, donde el pueblo más por ignorancia que por convicción cae en la trampa del odio para ver en la eliminación de su par, la solución a sus problemas, sin caer en cuenta que está desconectado de sus raíces, de sus principios y convertido en marioneta manejada a distancia por el discurso mediático y la ausencia de una conciencia, clara, vertical, producto de la formación revolucionaria, que tiene que ser la premisa para que enterremos la violencia y refundemos la patria.



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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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