No hay salidas electorales y nunca las habrán. Carta al Observatorio Electoral Venezolano

Si la historia reciente nos sirve de algo, es para darnos cuenta que en la Venezuela de Chávez (1999-2016) las elecciones nunca han sido la válvula de escape a las presiones que la oposición Venezolana ha logrado enquistar en la sociedad. No lo fueron en las elecciones de 1999 para aprobar la constitución, ni en el 2000 en las elecciones generales reafirmativas de mandato, todo lo contrario. Para la oposición Venezolana cada elección que perdía era más bien como un estimulo a ser mas presionante. Nunca ha sido una norma democrática aquello de que lo que la mayoría decida es.

Para la oposición Venezolana nunca ha sido una cuestión de "democracia", para ellos la democracia esta intrínsecamente unida al sistema económico que su ideología abraza, el capitalismo, y está más que demostrado que lo que la oposición busca, ha buscado y seguirá buscando es la derrota del sistema que se está instalando, y más allá del sistema, todo pensamiento Chavista-izquierdista.

El socialismo para ellos es el infierno, la solo idea de la socialización del capital público es no solo una afrenta sino más bien una cuestión de vida o muerte. Y es por eso que para ellos "la democracia" es a su imagen y semejanza, no en vano su ideología se llama "conservadora", porque quieren conservar el status quo del sistema que durante décadas han construido. Su riqueza proviene de ese sistema y el estado debe estar a su disposición, todo lo demás es absurdo y su filosofía no es convivir con otro sistema sino prevalecer y para ello, deben exterminar todo vestigio de cambio.

Ninguna de las elecciones ganadas por el Chavismo logró frenar o disminuir la presión. Cada elección ganada era inmediatamente atacada, desaprobada, no aceptada. No era una cuestión de "quien es mayoría", no era una cuestión que se dilucidara en unas elecciones, NO.

No hemos tenido paz política nunca desde 1999. ¡Esa es la verdad!

Pretender que una salida electoral es la solución a la crisis es caer en su trampa, darse por vencido. Ellos no van a convivir ni a respetar ninguna elección, al menos que sean ellos los que la ganen, así de simple.

Ahora mismo sería más que una estupidez, pretender que una elección decida el futuro del país. Todo lo contrario. Ya sea que lo gane la oposición o el gobierno.

Si es el gobierno el que la gane, la oposición, como siempre, no la aceptara, la impugnará y hará lo que ha hecho durante 18 años, la guerra política-psicológica-mediática-económica, que no haya la menor duda de que será así.

Si es la oposición la que la gane, intentará hacer lo que ha estado haciendo desde que ganó la asamblea nacional. Buscar la manera legal o no de exterminar al Chavismo. Y el Chavismo se va a defender, no va a dejar que los logros sociales se pierdan y mucho menos va a dejar que los exterminen.

La inocencia con que el observatorio electoral Venezolano anuncia su opinión es supina. No estamos hablando de una oposición democrática, sensata. Nunca lo han sido. Siempre se ha impuesto el ala violenta y antidemocrática de la oposición.

El camino a la paz tiene que pasar por el encarrilamiento de la oposición a la democracia, al respeto de las reglas del juego, al respeto del contrario.

El Chavismo ha demostrado en más de una ocasión su respeto al contrario cuando pierde una elección, no así la oposición. Un Chavismo en oposición va a ser combatido con armas de todo tipo. Los desaparecerán mediáticamente, clausuraran cualquier medio sea público o privado. Y por supuesto, los medios tradicionales harán su papel de demonizar aun más al chavismo. Volveremos a la época de las desapariciones y persecuciones y todo será negado y tapado como en los años 60, 70 y 80. Todo lo que la oposición ha denunciado contra el Chavismo, los DD.HH incluidos, en su guerra mediática será utilizado por ellos con la venia y beneplácito del status quo internacional. No será la primera vez que lo veamos.

No tengo ninguna duda que el camino a la paz es un camino aun muy minado todavía.

No seamos tan ilusos como aquellos antimaduristas internos nuestros, que piensan que al salir Maduro, ya sea por revocatorio, renuncia o golpe de estado, van a ser ellos los que amalgamen al chavismo alrededor de ellos, y que el Chavismo prevalecerá con ellos como líderes. Son tan ilusos que rayan en la estupidez. Pero esa estupidez hace daño a veces, si no vean lo que pasó el 6-D.

¡¡OJO PELAO!!



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Joel Romero


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