Las mentiras, palabras que sedujeron y enfermaron

Definitivamente la desvencijada mentira ya perdió las cortas extremidades en la mente de quienes siguen obsesionados con sacar al Presidente legítimo Nicolás Maduro. Es como si algunos tuviesen aserrín mezclado con el pensamiento y, tener ese desperdicio de madera en la mente es como tener un cerebro desperdiciado.

Y estas expresiones que escribo no están dirigidas a persona alguna en particular, se refieren en concreto al sentir de un blanco, de una diana que fue impactada por la manipulación y la seducción de palabras y frases especialmente seleccionadas y preparadas para desajustarle la mente a los opositores de la Revolución Bolivariana de Venezuela y convertirlos en unas fieras llenas de odio.

¡Es lo que ha pasado en esta región!

En el ayer, es conocido por todos los venezolanos, que la mentira embadurnada se desplazaba por todo el país como neblina londinense. Todo un gigantesco disfraz que, por años, permeó a la sociedad venezolana. Y esa seducción fue como un manto que cubrió todas las regiones del país, hasta que los intereses del capital derribaron las débiles cercas y fueron tras las ovejas con el propósito de esquilmarlas, pero éstas dejaron de ser presuntos ovinos e inundaron las calles de Caracas y otras ciudades en 1989 y mostraron su impactante rechazo a la actitud felona que querían el gobierno de Carlos Andrés Pérez quería sembrarle a los venezolanos por instrucciones del Fondo Monetario Internacional, el mismo que anda alborotado con Macri y Temer, al sur de este continente.

La Venezuela de Simón Bolívar despertaba de nuevo, removida posteriormente por el famoso "por ahora" de Hugo Chávez y empezó a soñar de nuevo con los sueños, ideas y verdades del Libertador que enarbolaba el soldado llanero y, sin pensarlos dos veces, esa Venezuela se desbordó en pasión hacia ambos guerreros.

Pero aunque la verdad se hizo presente con Chávez y la Revolución Bolivariana, ya la Derecha criolla y la extranjera, habían sembrado un odio que es el que está siendo combatido en los actuales momentos en este país.

No hay dudas, las palabras sedujeron a la oposición y la enfermaron, otras palabras los podrán sacar del abismo donde cayeron, salvo que el alzheimer los alcance.

 



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Pedro Estacio


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