Estadísticas necesarias al margen del BCV. El comercio venezolano no está en manos criollas

En Valencia los precios han subido 30% en menos de 1 mes, por ejemplo, el pan campesino pasó de 90 en dic. a 120 hoy. Nos preocupa que el entre las medidas emergenciales a ser tomadas no figure una inmediata congelación de precios y su fijación a los que imperaron hasta el mes del pasado noviembre.

Muchos adversarios, lamentablemente tan obreros como el Presidente, aunque algunos con inmerecidas togas y birretes sin cabezas propias, se muestran preocupados y aúpan la estrategia de la derecha, que se niega a morir, en cuanto a que el BCV ha silenciado la macroeconomía del país, como si ellos fueran inversionistas. Se trata de opinadores sin calificación alguna, y menos si resultan "profesionales" titulados.

Se limitan a mal leer la mediática producida amañadamente por la propia derecha a la que tanto defienden como si fueran burgueses y no proletarios[1], y, en todo caso, aunque lo fueran, desde hace años el empresario venezolano es meramente saqueador del Erario Público, o rentista y parásito por lo poco que le ha importado el movimiento de nuestra macroeconomía en cuanto a inflación, depresión o algo parecido.

Al capitalista criollo o importado sólo les ha interesado el precio del petróleo y el monto del Presupuesto Nacional, datos que no tienen relevancia para un publico que sabe muy poco de esos temas, pero, en cambio siente en pelleja propia las alzas inducidas de precios ajenas a todo proceso técnico económico, para lo cual el BCV no tiene porqué estar informando de cuánto vale la cebolla, en cuánto se encareció de diciembre para acá, ya que los empresarios actualmente no se mueven según esos estadísticos, sino según la paridad exógena y contraria a la fijada por dicho BCV.

Una estadística relevante para esta Guerra es saber a cuánto asciende el número de refugiados y nacionalizados que Venezuela los ha registrado y de quienes en un elevadísimo porcentaje optaron y fungen como comerciantes en todos los eslabones del tráfico comercial.

Desde la Gran Guerra Mundial y con reforzamientos demográficos después de la Sgda. Guerra, Venezuela se fue poblando de refugiados de esas guerras ante la incapacidad de sus países de origen para resolverles sus problemas, luego de quedar desmantelados por culpa de esas guerras burguesas.

Desafortudamente, estas personas, metidas a comerciantes, se hallan desde hace tiempo cuadradas con la derecha y en caso de una guerra interna serían los primeros en dejarnos solos, como hicieron en Libia.

Da pena ajena reconocer que se trata de personas que se instalaron aquí para ahora estar del lado de los enemigos del país que siempre los cobijó. Esta incongruencia sólo nos revela que los intereses personales económicos se hallan por encima de los intereses patrios de la burguesía y los de sus seguidores como comerciantes de cualquier nivel o monto de capital involucrado.


[1] El trabajador medio venezolano siente horror al tratamiento de obrero porque las empresas capitalistas lo rayaron como trabajadores rasos, como t. inservibles, como t. incultos, desaseados porque manejan instrumentos de la llamada "faena sucia", como si pudiera concebirse algún trabajo productivo que fuere indigno. Marx sostuvo que. paradójicamente, mientras el burgués se engalana para coger tremenda borrachera y hasta revolcarse en los suelos, se viste con desaseo para realizar la actividad más sublime de un ser humano, cual es trabajar en alguna actividad creativa. Digamos que deberíamos vestir bien para trabajar y no para las fiestas etílicas.



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Manuel C. Martínez


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