Pildoritas 99 (año VIII)

¿Casas sin pintura y mesas sin hallacas?

Diciembre está a tiro de escopeta y cuando más se acerca el día que la derecha espera para ver culminada su obra macabra, con la que desde hace ya más de dos años tienen al pueblo venezolano de zozobra en zozobra, más se multiplican los hechos de violencia y más arrecian desde distintos ángulos estrategias desestabilizadoras, todo con la perversa intención de culpar al gobierno, incrementar el descontento y por esa vía defenestrar la Revolución, regresar al poder y retrotraernos a etapas ya superadas de doloroso recordatorio para quienes las vivimos.

Cada semana y en algunos casos cada día aparecen nuevas aplicaciones del plan urdido con una precisión milimétrica y casi que blindada para que por más reacciones en contra que el gobierno produzca, no se note ni se sienta que los daños que estamos sufriendo los ciudadanos, merman.

Es verdad que el cierre de la frontera ha servido para ahorrarle al país una ingente cantidad de dólares que se escapaban con la enorme sangría de combustible y lubricantes, ha servido para disminuir, aun cuando no eliminar el flujo ilegal de todo tipo de mercancías hacia el país vecino, también para detectar criminales paramilitares, pero al ir en búsqueda del beneficio para los ciudadanos en cuanto a que el vía crucis para encontrar alimentos, medicamentos, repuestos, cauchos, baterías etc. la opinión generalizada es que todo sigue igual y que en nada han cesado las penurias a que nos vemos sometidos.

Las colas siguen igual y más bien incrementadas, las reventas de productos de todo tipo que los bachaqueros, que siguen vivitos y coleando, le proveen a buhoneros de vieja data y a los cientos que se han incorporado atraídos por las jugosas ganancias que les deja la especulación incontenible, proliferan por todos lados. Es el resultado del traslado de los bachaqueros extra fronterizos para sumarse a los bachaqueros internos lo que ha traído como consecuencia la aparición de muchos nuevos puntos de venta.

Por otro lado y seguramente como parte de la planificación de los cerebros que idearon y pusieron en marcha esta maldita guerra económica, por la proximidad de diciembre con sus fechas tradicionales como navidad y año nuevo, en las que muchas familias acostumbran poner bonitas sus casas, los precios de las pinturas, sin razón y sin ningún tipo de explicación, comienzan a venderse a precios inalcanzables hasta el punto de que un cuñete de pintura que hace 08 días costaba 4 mil bolívares, precio ya de por sí muy alto, hoy no se baja de 9 mil quinientos y hasta 10 mil, las denuncias pareciera que ya no están siendo procesadas porque los abusos siguen inalterables.

Lo mismo comienza a observarse con los ingredientes para las hallacas, la harina de maíz ya está costando conseguirla, seguramente el capo de la Polar ya dio la orden de desaparecerla, no se diga de los demás ingredientes como las aceitunas, las alcaparras, el pimentón porque lo de las carnes es previsible que siga incrementándose sin ningún tipo de razón, pues la única que existe no es otra que la suma de los productores al objetivo que tiene como fecha el 06 de diciembre, cuando esperan recoger los frutos de su perversidad convertidos en votos contra la Revolución.

Los escasos medios de comunicación por los que el gobierno puede informar, han dado la noticia de que están llegando productos importados en grandes cantidades, en previsión de que no falten para las multisápidas hallacas, pero no es raro, que a estas alturas ya las mafias organizadas que operan dentro del complejo tinglado aduanal, hayan montado sus estrategias para sacarle el mayor provecho a esa mercancía y evitar que la intención del gobierno para que llegue a los hogares a precios razonables, se haga realidad.

Si a esos cargamentos no se les hace seguimiento estricto desde que salgan de los puertos hasta que lleguen al consumidor sin que se desvíe una sola unidad, para lo que va a servir el esfuerzo del gobierno, será para abonar las acciones desestabilizadoras, casi que de la misma forma que los gringos y la OTAN, lo hacen con el Estado Islámico, aportándoles todo lo que pueden para mantener sus apetencias hegemónicas.-

En conclusión si le preguntamos a cualquier ciudadano si siente que la situación que desde hace dos años y un poco más ha cambiado para bien, la respuesta, así sea de un chavista acorazado contra la maldad que busca torcer la mente y el corazón a quienes estamos convencidos que la única salida, no solo para este país, sino para la humanidad es el Socialismo, la respuesta si es sincera, tiene que ser un NO rotundo, porque las variantes que nos agobian en nuestro diario acontecer, siguen inalterables: colas muchas veces frustradas y frustrantes, desabastecimiento, precios de usura, reducción de la capacidad adquisitiva y una revolución que aun cuando ha reaccionado para enfrentar los arteros ataques de la derecha mundial, no logra meter en cintura a los demonios que andan sueltos, dispuestos a todo para causar el mayor daño posible al intento de materializar un sueño, el de Bolivar, el de Chávez: el derecho a vivir con la mayor suma de felicidad y en paz.


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Saúl Molina


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