La guerra de los cajeros automáticos

Con la aplicación de la guerra económica por parte de la oposición como una nueva estrategia para tumbar el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, unida a la campaña mediática internacional y a las políticas de presión del Departamento de Estado Norteamericano, el pueblo venezolano es el que paga los platos rotos y hasta ahora, ha resistido con valor tal arremetida.

Ya es un hecho que el plan de los gringos para un nuevo golpe no ha resultado tan efectivo, como en otros países, debido a que sus mandaderos en Venezuela han resultado todo un fiasco, a pesar de las grandes cantidades de verdes que les han otorgado, como operadores y además, no rinden cuentas. Aquí debemos incluir a los adecos con sotana de la CEV, quienes a espaldas del Vaticano han entrado también en la jugada.

No es casual la desesperada actuación del Imperio en los últimos meses, quien luego de la muerte de Chávez ha visto como la onda expansiva de la Revolución Bolivariana y su bandera por un sistema socialista, ha tomado vuelo y ya no sólo es imparable en los países de América Latina, sino que remonta el océano hacia la Europa, cansada de los viejos modelos del neoliberalismo y del capitalismo salvaje.

El reciente triunfo del pueblo de Grecia, liderado por Alexis Tsipras del partido Syriza, pica y se extiende. El triunfo socialista representa una clarinada que recorre a Europa y la cual tarde o temprano, también tocará las puertas del pueblo norteamericano y de otros países del mundo.

La siembra que realizó el "Comandante Supremo" Hugo Chávez y que hoy lidera Nicolás Maduro, no fue en vano. Por ello, la furia capitalista busca diversos mecanismos para frenar los vientos de cambio que sacuden al mundo y de los cuales, hasta el Papa Francisco se ha hecho eco, al calificar al capitalismo mundial como "un sistema inhumano y depredador".

En el caso venezolano, la actual guerra económica apuntalada por campañas psicológicas, está en pleno apogeo y someten a prueba a la Revolución Bolivariana por aquello de "muerto el perro se acabó la rabia".

Son disímiles y variadas las estrategias que aplica el imperio a través de la burguesía y la oligarquía parasitaria de Venezuela. El coro de Fedecámaras, unido a la CEV, la banca y las ONG (financiadas por el Departamento de Estado)se han desatado con furia; sólo que han encontrado un pueblo bravío y una unidad cívico-militar, muy diferente a la de cualquier otra parte del mundo.

Para conquistar su objetivo de doblegar por hambre al pueblo venezolano, han instrumentado muchas medidas que sutilmente contribuyen a exaltar el desagrado de la población. Ya no solamente es el acaparamiento, la especulación y el contrabando los que afectan a nuestra población.

Ahora, se suma la estrategia de eliminar los cajeros automáticos en los supermercados, farmacias y demás negocios del mercadeo de alimentos. Desde hace ya algún tiempo, la banca privada disminuye sus servicios y aplica operación morrocoy en las diversas sucursales de bancos y entes financieras de todo el país.

Es ya muy común ver las interminables colas en los cajeros automáticos de los bancos, los cuales ¡oh casualidad! no funcionan o no son alimentados con dinero suficiente los fines de semana y más aún, en las épocas del pago de quincena o bonos especiales a los trabajadores (como en época de aguinaldos, vacaciones, utilidades, etc.)

El viacrucis de los usuarios en busca de cajeros automáticos que funcionen en los pueblos y ciudades de Venezuela, ya se hace insoportable. Igualmente, se nota como los famosos sistemas "maestro" o "suiche" de conexión bancaria se sabotean unos a otros, así como también los dispositivos o puntos para las tarjetas de los establecimientos comerciales.

Así como la Superintendencia de Precios Justos, PSUV y otros entes del Estado han arreciado su actuación contra los acaparadores y grandes almacenes de alimentos, protagonistas de la guerra económica. Igualmente, debemos darles un parao a la campaña de saboteo y estímulo a la angustia a los venezolanos, a la cual se le ha unido otra guerra; la "guerra de los cajeros automáticos", la cual es propiciada por algunas entidades bancarias del país.

Las instituciones financieras deben ser supervisadas por entes del Estado, como la Superintendencia Bancaria, Banco Central de Venezuela y el Ministerio del Poder Popular para las Finanzas. Pensamos que no ingenuamente los bancos se han sumado a crear malestar y descontento en la población venezolana.

La guerra económica aplicada en Venezuela tiene muchos frentes y varios operadores, sus vínculos con la oposición y el imperio son más que obvios. Su objetivo no es otro sino el de destruir y frenar el avance de la Revolución Bolivariana...¡Amanecerá y Veremos!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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