Carta a arthemis

Desconozco mi realidad espiritual

Lo más importante en la vida es hacer lo que a uno le apetece, para esto, debemos definir un estilo y perfil. Cada paso, en nuestro camino va trazando una jornada hacia el sueño y los sentimientos, es un camino de hormiga hacia lo perfecto, hasta lograr un modelo hacia una existencia asumida a la esencia que nos vio nacer. El pasado viene quedando atrás, es una vieja prisión que, algunas veces nos obliga a transitar en círculos.

Esto, evitaría muchos errores, algunas veces nos perjudican con sus contradicciones, tenemos un derecho, el Ser. Ese mundo interno que nos acompaña en el día a día. Generalmente, resulta natural que se desarrollen conflictos que a la larga resulte una bendición o viene en silencio sumando sus cicatrices.

En definitiva, necesitamos relajarnos, dejar un mundo que se movilice a nuestro alrededor y, seguir caminando hacia adelante. Es un círculo, donde algunos actos se repiten para perfeccionarnos y evitar depresiones, lo importante es dejar nuestro corazón allí, es el progreso hacia una gran verdad.

Lo fundamental, es dejar las prisiones y grilletes que nos acorralan al pasado genético, la vida como factor de crecimiento, es necesario aprender. Qué nos encanta hacer? Primero, debemos aceptarnos y luego el0aborar nuestra mejor obra de arte, así aceptamos lo que realmente nos interesa, jamás la vida puede ser superficial. Se debe recordar que algunas cosas están a nuestro alcance, otras no. El pensamiento nos permite observar con alegría al espíritu para formar la palabra y de allí una nube de voces hasta lograr que los hechos, formulen verdaderos juicios, observamos que el mundo es mejor de lo que esperamos.

Retener la vida, es morir. Intentemos proseguir para tener la oportunidad de dar. Así, recibiremos de lo que necesitamos.

La noche, me resulta más lenta. Veo el cielo distinto, no mido mis propuestas, voy al punto más exacto para evitar lo sensible. Desconozco el guiso de mis sueños, no se tolerar sí un día es bueno o malo, solo camino en apariencia, solo me centro en la idea central de una existencia permeable, porque tengo varias vidas a mi alrededor, me tienen rodeado.

Estamos atrapados por la cola, solo pensamos en ser parte de un arreo de mulas. Nos falta beber grandes tragos de la experiencia y mutarnos en el cielo. Solo veremos una humareda de cornetazos para llegar de primero, estamos en la ignorancia, es el símbolo del mundo contemporáneo, algunos en ese apresuramiento han llegado a ser presidentes y desconocen el manejo del discurso político, son unos mecánicos y no gerentes corporativos, desconocen su realidad.

Volvamos a la búsqueda espiritual, asegurémonos de una sola realidad para hacer algo, vivir es decir adiós, quiero darles lo mejor de mí, los escritos. Siempre he sido así, busco intentar recortar el camino, busco cerrar mis heridas, primero las familiares, exigo curar los males del cuerpo. Solo el amor espiritual nos da una revuelta, dejemos de ser payaso, algunos cultivan la maldad, pensando que les daba amor, es conscupiciencia del pecado, lo material no vale, volamos al infinito, mientras duermo en la otra acera, esperando que me recojan, la naturaleza es sabia. Estamos en un país en retroceso, el pueblo tiene miedo a lo militar, ve que el socialismo se convierte en un monstruo militar, bueno, sigamos en el caminar de los sueños.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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