El dólar paralelo es sólo una moneda de cuenta, un reflejo contable sin físico alguno

¿A quién del gobierno le consta que los comerciantes realmente compran dólares del llamado mercado castañoscuro o paralelo?, ¿acaso no estamos sólo ante un recurso mediático para justificar inflaciones inducidas y luego culpar al gobierno porque supuestamente este no les entrega el dólar subsidiado en la cantidad y tiempo necesarios?

Cuando un comerciante resulte descubierto con manejo de dólares adquiridos-supuestamente-fuera del mercado regular, debe exigírsele la factura de compra correspondiente. Ignoramos si eso se está cumpliendo; sólo sabemos que el precio de coste que apoye los elevados precios de venta permiten inferir que este comerciante, aun habiendo adquirido dólares subsidiados, refleja en sus libros dólares con precios fijados en el mercado paralelo que nos ocupa, pero sólo se trata de asientos contables, no hay pruebas fehacientes que le permitan a ese comerciante reflejar tales compras si carece de una factura legalmente emitida y comprobable. Por ejemplo, si adquirió 100 dólares a Bs.F. 6,30, le bastaría con reflejar en libros unos 4 dólares a unos Bs.F. 150 para así embolsillarse los restantes 96 dólares.

Digamos que estos comerciantes no son importadores; son sólo compradores de dólares baratos para luego revenderlos, ciertamente, pero sin dejar huellas. Si por cada compra de cualquier mercancía exigimos factura, ¿por qué no hacerlo con la compra de dólares? El Estado entrega factura cuando vende dólares subsidiados, según las paridades en vigencia.

Como lo saben hasta los iletrados, las mercancías de contrabando no se asientan en libro alguno, y en estos casos, las unidades de cuenta contables permiten hacerle seguimiento a las inversiones sin comprometer a vendedores y compradores.

Es de suponerse que los supuestos vendedores de esos dólares ilegales no consignan facturas de compra, ni mucho menos a los elevados precios que supuestamente alcanza semejante divisa.

Todo transaccionistas ilícito suele cuidarse de no dejar huellas, por ejemplo, la mercancía contrabandeada no es asentada en libro alguno que haya sido registrado según las exigencias legales que rigen para el ejercicio comercial.

Corolario: los comerciantes que aduzcan haber importado con dólar paralelo incurrirían en múltiples delitos: 1.- El contrabando de divisas porque está prohibido invertir bolívares en dólares al margen de la paridad oficial; 2.- Sus falsos libros contables , y la carencia de comprobantes que permitan verificar y convalidar sus transacciones a los efectos de la Ley de costos, ganancias y precios.



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Manuel C. Martínez


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