Vuestros muertos gozan de salud

Es sentencia cuando un vivo es sorprendido por sus muertos. Uno de los lugares de la tierra adonde los vivos conviven, celebran fiesta con los fallecidos es en México. Sus difuntos, los hacen presente y visitan en los cementerios. Y, así, estarán siempre. Independiente de cuanta objetividad y racionalidad se pretenda ejercer contra esta mitología que el pueblo respeta e hizo tradición.

Conviene decirle al policía preso y a su grupo: Observo que vuestros muertos gozan de una salud envidiable. Es frase conocida. Deseo esgrimirla como una terrible conclusión de lo sucedido el jueves 24 de abril 2014. Un grupo de seres expuso a la Mesa de la Paz, su doloroso e irrebatible tormento por los recuerdos, sobre la perdida de sus seres mas queridos durante el 11 de abril de 2002. Infierno previo al Golpe de Estado que llevo, a un innombrable usurpador, a la presidencia de la República.

Simonóvis y todos cuantos montaron esa pérfida maniobra, sin duda, la historia, los ha delatado. No así, a los diecinueve asesinados que acusan al reo. Las familias de las victimas de ese día, vuelven hoy a clamar contra la impunidad. Alertan ante la indecente posibilidad de que se trame una ley de amnistía que deje en libertad a las personas que fueron responsables de la masacre.

Con artimaña, se quiso infiltrar, en medio del diálogo de paz, el nombre del policía preso. Pero la familia de las victimas protestó la maniobra política.

En el proceso de calculo del valor de las divisas de intercambio de este dialogo, unos adelantados, piden que se libere al sentenciado. Lo valoran como el sobreprecio que se debe entregar, para que los guarimberos, violentos, terroristas, clausuren ese grotesco espectáculo, que tienen montado contra la tranquilidad y salud física y mental de sus vecinos.

Pero, debe saberse, que entender el intercambio como excusa para violar la impunidad y exacerbar el espíritu de estas familias será imposible: nuestros muertos siguen en alerta.

Como sucede con las costuras atropelladas, a esta propuesta, se le ve enseguida el pespunte. Esta semana esta proposición de la MUD ocupó el centro de atención de improvisadas voces de políticos, analistas y tinterillos del Valle de Carcas. Ellos hablaban de gestos de perdón y acto humanitario con discursos famélicos de pobreza y miseria argumentativa.

Como hongos, salidos desde la bosta de vaca después de una lluvia, el prado de la informática florecieron denuncias y acusaciones mediáticas, para comenzar acerca de lo injusto que sería negar solicitud. En negociación este tipo de táctica se llama oferta con amenaza.

A este dudoso panorama contribuyó, el agregado del racimo de propuestas de leyes de amnistía, y planas de solicitudes complementarias adonde se confunden; unas veces hablan de amnistía, otras veces aluden al indulto. Entiendo que son asuntos bien diferentes.

Sobre esto advierte el Abogado Carlos J. Sarmiento Sosa, que distinto fue el caso de la gracia conferida por el Presidente Rafael Caldera al entonces teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías porque, allí se trató de un sobreseimiento es decir la terminación anticipada de un proceso penal en el que aún no ha habido sentencia y que se declara concluido porque el Jefe de Estado, de acuerdo con el artículo 54, numeral 3 del Código de Justicia Militar, estaba facultado para ordenar el sobreseimiento de los juicios militares, cuando así lo considere conveniente (el Presidente de la República) en cualquier estado de la causa.

 Evidente lo que hizo el Presidente Caldera fue poner fin al juicio en el que se procesaba al Presidente Chávez, pues no se había producido una sentencia.

Desde luego, cierto sector del oposicionismo especializado en torpezas y desaguisados quiere exigir la ley de amnistía, importándoles mas la ventaja del logro político, que el argumento del estado de salud del sentenciado que está en proceso de cumplimiento de su pena.

Evidenciando que de lo se trata es de someter es asunto al debate mediático. Obvio vuelven a equivocarse al hacerlo de manera tan forzada como escandalosa, olvidando lo medular del tema que son las victimas de ese evento y el dolor de las familias que siempre defenderán sus derechos.

Por eso fastidia tanto el penoso papel de políticos y periodistas indignados que jamás se ocuparon, ni se interesaron, de los presos, pero ahora se disfrazan de adoloridos profetas de la justicia social.

¿ Río revuelto ?



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Tulio Monsalve


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