Cuento en Navidad

La noche parecía un pozo de sombras, y Henry Ramos Allup venía caminando por el Callejón de la Puñalada. Con valentía. Cabizbajo y pensativo.

— ¿Dónde estás Rómulo? ¿Por qué me has abandonado?

Mientras se hacía estas preguntas, Henry notó que a lo lejos, había algo brillante que le llamaba la atención. Parecía que habían dejado abandonada una luz de bengala. Y entonces se dijo:

— La ciudad es un cortocircuito navideño. Lechuguinos y petimetres celebran la llegada del niño Dios. A lo mejor dejaron allí una luz de bengala encendida.

Siguió avanzando, y sonrió, porque en ese momento se dijo:

—Adelante, a luchar miliciano.

Se acercó lentamente al objeto que brillaba y se agachó para tomarlo. Era una lámpara. La tocó con cierto misterio. Y pudo apreciar que la lámpara brillaba con luz propia.

Levantó la vista de la lámpara y buscó un lugar que tuviera más luz. Una vez allí, se detuvo, y viendo la lámpara se preguntó:

— ¿Y si la froto y me sale un genio?

Levantó la vista, como deseando que no hubiera nadie por allí cerca que lo mirara haciendo el ridículo de esa manera. Un importante líder político frotando lámparas, se dijo. Y entonces se decidió a frotarla.

Y en ese momento, de la lámpara empezó a salir un chorro de humo negro que después se fue volviendo blanco, y estallaron fuegos artificiales como anunciando la llegada del Año Nuevo, pero no, estaban anunciando la llegada de un ser de otro mundo. Un señor gordo, con barbas y con una banda roja que le cubría sus partes se apareció de repente.

— ¿San Nicolás?. Le preguntó Henry.

Y el hombre sonrió y le dijo que era el genio de la lámpara, y pide tres deseos para liberarme una vez que te los cumpla, y por favor, pídelos ya.

Henry no lo podía creer, y primero pidió la mejor cámara fotográfica del mundo. Y el genio movió las manos y apareció una cámara arrechísima. Y como segundo deseo pidió vivir más tiempo del necesario, y el genio movió las manos y el hombre sintió que viviría más tiempo. Y por último Henry dijo: "Ahora quiero que me cumplas todos los deseos que se me ocurran mientras esté vivo".

Y el genio dijo: No. Trampa. Fraude. Tú, que no le cumpliste un deseo a nadie en el partido, ahora me pides a mí que te los cumpla todos.

Y el genio sintió que, también, como Primero Justicia, había sido engañado por Ramos Allup.

Periodistarobertomalaver@cantv.net


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Roberto Malaver

Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.

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